En 1981, Rick Wakeman —el mago de las teclas de Yes y arquitecto sonoro de álbumes conceptuales colosales— se apartó momentáneamente de los reinos progresivos y bajó al bosque oscuro del cine de terror. The Burning, un slasher temprano de la era dorada del género, necesitaba más que gritos y sangre falsa: necesitaba atmósfera, tensión, ese pulso invisible que hace que la audiencia sienta que algo se arrastra detrás de ellos. Wakeman, siempre inquieto, tomó el proyecto como un laboratorio sonoro. Grabó la banda sonora en su propio estudio, usando un arsenal de sintetizadores analógicos, efectos de percusión y capas minimalistas que parecían respirar. Lo que logró fue más que música: fue una selva de sonidos metálicos y notas disonantes que se entrelazan como ramas. Cada crescendo, cada vibración de sintetizador, construye la sensación de aislamiento y peligro, convirtiendo al bosque en un personaje más. Para un público que esperaba otro clon de Friday the 13th, The Burning ofreció ...
Encontré esta banda de casualidad “marujeando” por la red y en un blog muy interesante para amantes de rarezas llamado Prog Not Frog que recomiendo encarecidamente para los que busquéis cosas perdidas y extrañas del rock progresivo. Supply Demand & Curve fueron una banda natural de Dublin que funcionaron de 1970 a 1978 pero que al parecer solo hay constancia de esta grabación de 1976.
Nos encontramos con el cuarteto típico de guitarra, bajo, batería y teclados y añadiendo algún instrumento típico de la zona como el tin whistle más alguna voz femenina como la de Rosemarie Taylor. Su líder y principal y compositor es el teclista Jolyon Jackson, un multi-instrumentista proveniente del jazz en la década de los 60´s cuyo Fender Rhodes es el instrumento clave de esta grabación, sin olvidar algo de piano acústico, moog y órgano naturalmente. Su guitarrista Greg Boland forma parte de la legión de guitarristas de fusión de la época con un estilo fresco e imaginativo. La base rítmica fluida y elástica de Paul McAteer y Brian Masterson batería y bajo respectivamente forman el entramado preciso en una línea próxima a grupos como Isotope y con la cadencia rítmica característica de las bandas canterburianas. La influencia de los Caravan del cuarto y quinto disco se deja notar ligeramente en la mayoría de las piezas y en las voces y sofisticaciones varias nos acordamos de los Hatfield And The North. En definitiva una banda irlandesa muy influenciada por el sonido Canterbury pero que no olvida tampoco sus raíces folk- célticas.
Es un disco amable de piezas no muy largas pero muy elegantes y de fácil escucha con perfume muy jazzy y algo de clasicismo sinfo-prog muy moderado. En general todo el trabajo goza de un nivel de ejecución de alta calidad. Podemos escuchar la bonita voz femenina en la delicada “To know to night”. Un hermoso LP si hubiera posibilidad de conseguirlo cosa que supongo imposible. En la fuente de descarga vienen caracteres en japonés así que imaginaros donde se podría encontrar y posiblemente a qué precio prohibitivo. Es un álbum que roza la exquisitez y el caprichito de los hard-fans más frikis canterburianos yo mismo mismamente.
Alberto Torró
Temas
Changeling
When You’re By Yourself
Corea Guidance
To Know To-Nite
Samuel
Lunar Sea
November The Third
Ooh Gilbert!
Freckle
Cat On The Keys
Precious Time
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