QUATERNA REQUIEM - Quasimodo (1994/ QR)

La región de Cumbria forma parte de una franja al norte de Inglaterra muy próxima a Escocia. Aunque el neo-progresivo british fue un desarrollo en el área londinense principalmente, fueron muchas otras las bandas de diferentes zonas del reino que se sumaron a la fiesta y probablemente sin una correlación de intereses. Tan solo hubo gente y músicos jóvenes más espabilados que decidieron no menospreciar la música de calidad que en esa época estaba en la UCI y con peligro de desaparición.
Por eso fue tan determinante esa “salvación” yo diría que casual de no olvidarse de que la música es algo más que chabacanería, modas, actitudes y tendencias, Conste que la música sencilla y básica tiene que existir, porque es lo que gusta a la mayoría y nunca se puede hacer regla lo que es una excepción. Hay que ser siempre realista y pragmático y entender el funcionamiento del mundo y de las cosas. Tener cabeza y alguna neurona de más se paga muy caro siempre. A mayor inteligencia mayor sufrimiento te depara la vida. Llegas incluso a pensar que en este mundo el ser más simple que un botijo casi es motivo de envidia. Bendita inocencia.
Tenía ciertas dudas en incluir a los It Bites en esta sección, todo sea dicho. Realmente nada tienen que ver con el “sonido” neo al uso sin embargo coinciden ciertas apreciaciones históricas como la época en la que aparecieron y la influencia de Genesis en bandas británicas, algo que los protagonistas de este dossier semanal comparten.
Dicho esto, tengo que aclarar que personalmente no he tenido nunca ningún problema ni animadversión hacia la música pop si esta se ha hecho con inteligencia y gancho melódico. Aquí ha habido siempre un conflicto y una polémica con los amantes del rock a secas. Sea duro, heavy o metalero. La estética rebelde y contestataria ha ridiculizado siempre a las bandas de pop rock o a las que simplemente han sido deudoras del folk hippy y psicodélico más proclives a la tranquilidad, a la contemplación y a la evasión cursi-amorosa sin infectarse de otras patologías más primarias proclives a la bronca de bar o a la violencia machirula. Son dos mundos qué, aunque generacionales, se repelen. Cuando se habla de música rock “generacional” se comete el error de identificar a todos en el mismo saco a la gente que formamos parte de la “cultura rock” cuando en realidad cada uno es de su padre y de su madre. Rock y contracultura. ¿Si no hay ni siquiera cultura como puede haber una contracultura…?
A día de hoy todos sabemos qué las redes sociales son el mayor enemigo del libre pensador y de la inteligencia y por supuesto de la música.
Porque ya seas currante o niño de papá da lo mismo y aunque uno tenga ventaja sobre otro, al final, las poses, la vestimenta, las melenas, las adicciones, la indulgencia y la pertenencia a la tribu solo han servido para hacer rico al sistema capitalista y al negocio de las modas y tendencias de cada década. Lo curioso y paradójico es que hay gente mayor nostálgica que sigue pensando como un adolescente rebelde. Al final todo queda en el ridículo más espantoso y en creernos la “revolución” utópica. Todos estamos más solos que la una en un mundo perdido y agotado sin solución. Craso error colectivo que generación tras generación cometemos. Tanto la música como el arte en general deberían ser un vehículo para ser mejores y más inteligentes. Buscar un refugio. Afianzar nuestra individualidad de libre pensador y dejarnos de gilipolleces idealistas de “pertenecer a algo”. Cada uno de nosotros es único y diferente y la libertad termina donde empieza la de otro. Individualismo y respeto es la palabra.
Paro aquí… que me vengo arriba y me voy del tema (como siempre) y vamos al menú de hoy.
Probablemente los Beatles fueron la primera banda que pasados los “años tontos” de fiebre juvenil 62-66 de sus inicios reformularon una forma de hacer pop-art y canciones más elaboradas que tomaban influencias de otras músicas culturalmente establecidas. Ya no se trataba solo del rock básico y superficial de los 50´s y si se me permite ese cambio fue parte del origen de lo que luego llamamos rock progresivo.
Yo casi definiría a los It Bites como una especie de reformulación beat con elementos de pop inteligente y rock muy elaborado asociado en parte al sonido Genesis más melódico con grandes arreglos vocales. No es nada sencillo hacer música pop melódica, directa, atractiva y compleja a la vez que se fundamenta especialmente en los arreglos de la composición orientados a la canción. Los Beatles lo hicieron y esta banda de cuatro chavales a partir de 1982 también.
It Bites fueron Francis Dunnery, su guitarrista, cantante y líder, el fino teclista John Beck, el bajista Dick Nolan y el batería Bob Dalton. En los ochenta solo grabaron tres trabajos: “The Big Land and the Windmill”, “Once Around The World” y “Eat me in St Louis”. Fue la primera banda, si no la única que supo combinar a la perfección el pop rock con el neo progresivo, con melodías absolutamente adictivas y pegadizas de alta calidad. Muy buenos instrumentistas que hacían de cada tema una experiencia eufórica de música alegre y optimista que se impregnaba en tus oídos con la experiencia placentera similar a una sofisticada y exquisita comida. Su sonido claro, limpio y contundente se replicaba en directo con una perfección de sonido que no tenían otras bandas de la época. Incluso tenían el punto de comercialidad y calidad imposible de conseguir en otras formaciones. Crearon música para la alegría. Para encontrarte “bien”. El camino de pesadilla a la tumba pasando por la depresión y la ansiedad ya lo hacen y hacían otros progresivos con diferentes patologías. Esto llevó a Dunnery y compañía a ser respetados por los amantes del progresivo sanote, al menos en apariencia ya que nunca te puedes fiar del todo de nada ni de nadie y sí, efectivamente fueron una rara avis que de otra manera no lo habrían conseguido. Dunnery dejó la banda en los 90´s.
El guitarrista John Mitchel los resucitó en 2008 y grabaron otros dos extraordinarios discos: “The Tall Ships” y “Map of the Past”en 2012. Los directos de ambas épocas merecen mucho la pena. En un acto de nostalgia Francis Dunnery volvió a grabar como It Bites y a tocar en directo incluso en ocasiones con el bueno de Steve Hackett con una banda rebautizada completamente nueva. En 2023: se edita “Return to Natural”. Una banda para la historia y para gente tranquila y equilibrada… digo yo.
Alberto Torró
Comentarios
Publicar un comentario