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QUATERNA REQUIEM - Quasimodo (1994/ QR)

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 Es sorprendente (y alarmante) cuánto se tiende a olvidar, ignorar, ningunear, la escena progresiva de Sudamérica. Monstruosos combos con masterpieces desorbitadas que todavía esperan ser descubiertas.  Concretamente en Brasil, la conexión estilística con el rock progresivo italiano (RPI), es evidente. En muchos casos, a un mismo nivel de grandiosidad. Blezqi Zatsaz, Kaizen, Trem do Futuro, Verdaguer, Lehmujen, Sagrado, Topos Uranos, III Milenio, Dogma, Bacamarte, Atmosphera, Atomo Permanente, Som Nosso de Cada Día......La lista se hace gozosamente interminable. Creo que había que hacer justicia en Rockliquias y traer hoy a Quaterna Requiem. Banda-dúo  formada en los finales 80. Elisa Wierman (teclados, composición,  producción) y Claudio Dantas (batería,  percusión,  cover art, producción) son la base en éste "Quasimodo". Segundo álbum tras el ya magnífico "Velha  Gravura" (1990). Únicos exponentes junto al grabado en vivo, "Livre" (1999), antes de co...

CRAIG BROOKS - Desolation Freeway (2025 / Escape)

 El 2021 vio la esperada vuelta discográfica de Touch con su "II", tras el debut de.....1979!!! En realidad, era el tercero. Un nunca editado segundo en la época y producido por Todd Rundgren, sigue en el limbo. Una inesperada vuelta  en la que estaba involucrada toda la banda original, hecho éste casi imposible en éstos días.  Por supuesto ahí estaba el guitarrista y cantante, Craig Brooks. También estuvo en el último y sensacional "Powerhouse" (1976/ Columbia), de American Tears. Banda de donde saldría Touch. Su teclista, Mark Mangold, también resucitó éste nombre no hace mucho. Mucha actividad llevan, y en ello continúan ahora con "Desolation Freeway", que supone el debut en solitario de Craig Brooks. En él cuenta con sus compañeros de Touch, Douglas Howard (bajo) y el imprescindible Mark Mangold (teclados, voz y coproducción con Brooks). A la batería,  Josh Devine.



Craig Brooks no sólo es un guitarrista de finura exquisita y fuerte gancho eléctrico, al viejo estilo. También es un cantante superlativo. Participó haciendo los coros en el primero de Michael Bolton, allá por 1983, no diré más.  Así que ponte en situación.  Métete en ésa portada de imagen mil veces plasmada, pero icónica y que dice mucho de ésta música. 

Entremos en la road-movie de éste álbum comenzando por "Testify" (4'57) y su implacable hard pomp late 70s/ early 80s, de precisión estilística como bisturí de Jack the Ripper. Inmensas corales, de gargantas privilegiadas (más a su edad), y un sólido combo que pega como púgil cabreao. Estribillo infeccioso de FM en tiempos de gloria. Ésta gente no conoce otra. Viven ése tiempo con pasión.  Es como los primeros Vandenberg/Nantucket/Duke Jupiter. Ése mismo espíritu indomable que ni el tiempo ni las efímeras modas pueden borrar.

"Fading Out of View" (4'27) posee el mojo, la clave, del auténtico sonido AOR de época. Esto podria ser de 1979. Con todo detalle cuidado al máximo y sin perder frescura ni proteína hard rock. Mark Mangold se deja notar en sus incandescentes teclas, bien contestadas por cuerdas amigas, las de toda una vida. Tema redondo.

Casi a la Nugent entra "End of the Line" (4'16), pero ésas corales magistrales la llevan a tesituras Styx/Stryper, lo que es decir que, inconmensurables voces dominan el universo Brooks. Su guitarra exprime sabrosos solos vintage que son discutidos deliciosamente por sintes de Narnia.

"Desolation Freeway" (4'14) toma calma californiana en soleada melodía que podría  ser cosa de los actuales Young Gun Silver Fox.....Un veterano como Brooks vivió de primera mano aquello, y sabe cómo interpretarlo con total garantía y fidelidad. Es su terreno.

En texturas pomp-AOR se presenta "Modern Love" (5'05), como un milagroso híbrido entre Aldo Nova, Billy Thorpe y Michael Furlong. Instrumentalmente los cuatro tocan el cielo. De hecho no bajan de allí. 

Ahora en una onda Starz/Legs Diamond/Stranger aparece "Takes One to Know One" (4'24). Hard blues AOR de descendencia Rainbow-J. L. Turner era. Captan toda la vibración posible de aquellos exuberantes años 80. Porque fueron protagonistas, aunque sin mucha suerte mediática. 

"Chosen One" (5'05) escoge balada West Coast de acústica cristalina, arreglo suave de teclado y la excelencia vocal acostumbrada, arropada por unos backing vocals embrujados. Styx, TNT o hasta Boston serían buenas referencias. Como para aparecer en pleno plató de la MTV, sería "Don't Say You Love Me" (5'04), en esencial revisión de un género que ya es historia a estudio.  Rememoran euforia propia de Giuffria, The Creek, Honeymoon Suite o Michael Thompson Band.

Los dos últimos temas se van a los seis minutos, recordando su faceta pomp prog. "Across the Great Divide" (5'43) es como mezclar "Ambition" de Tommy Shaw con Shooting Star o Alias.

Mientras que "Lady Lies" (6'00) nos pone en discos de Prophet, Petra, Kerry Livgren's AD o LeRoux con Fergie Frederiksen. Mangold se emplea a fondo, realzando la labor del aquí líder.  Devine & Howard apuntalan ritmos con vigas de acero. Y Craig Brooks se revela tan buen guitarrista y compositor (ya lo sabíamos) como grandérrimo cantante.



Dando una de las sorpresas de la temporada en hard rock melódico.  Uno de mis favoritos personales para éste año. Atemporal, fotográfico,  delicioso.

J.J. IGLESIAS




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