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FM – Black noise (1978)

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 Pequeña criatura de tres patas que surge en Toronto en 1976, en principio eran solo dos miembros, pero poco después y a regañadientes por parte de Nash the slash (apodo por el que se le conocerá ya de aquí en adelante durante toda su vida), se les unió el batería Martin Deller. No era el mejor momento para el bautizo de una banda de rock progresivo, pero bueno, era peor en el viejo continente, tal vez no se puede decir lo mismo al otro lado del mundo en el continente americano, y menos en Canadá. No confundir con la banda británica de mismo nombre que realiza hard rock. Su rock progresivo siempre ha sido incluido dentro de la parcela del space rock y además sus letras están dominadas por la temática de la ciencia ficción, nada que objetar. La música muestra una abundancia absoluta de sintetizadores de nueva generación, pero no encontraremos ninguna guitarra, lo más parecido será el bajo. Después de escucharlo un par de veces me convenzo de que hay que catalogarlo dentro ya de la s...

MORUS - El Ser o el Ente (2022/ Morus)

 Éste mismo año dábamos cumplida cobertura al "mini-álbum" de homenaje a Klaus Schulze, por el sintetista chileno Morus. Una pequeña joya. Al parecer ya estaba trabajando en éste segundo larga duración (tercero si contamos "From Schulze"). Morus está destacando en el panorama de estilo berlinés en los últimos años. Y aquí lo hemos seguido desde el principio. Así que andábamos deseosos de chequear su nuevo "El Ser o el Ente". 



Que comienza en esa línea secuencial, ya desde "Energía Estelar" (3'58). De impronta majestuosa y que me sugiere una intro de lujo hacia un todo desarrollado a lo largo de 50 espectaculares minutos. "Étnica" (5'03) produce intensa y profunda solemnidad tribal. Es como asistir a un viaje temporal, a un ritual en un centro ceremonial Maya, en Palenque. Ecos de mil arcanas preguntas de un remoto pasado. Las musas de Morus lo llevan ahora a "Oriente" (7'30), con preciosas y realistas percusiones y misteriosa melodía de corte fílmico,  que transmite hacia enigmas egiptológicos. Al menos a mí. Su construcción es tan mágica como la de una pirámide.  No anda lejos de la saga Ozric, Ed Wynne en solitario, Nodens Ictus o Silas Neptune. El maquinal bucle secuencial de "Occidente" (9'30) nos devuelve a la Berlin School más pura, como era de esperar. Y es un sueño electrónico de buen gusto entre los Tangerine Dream de los 80 y los de ahora mismo. Distintos, pero compatibles. Reflejados en luminosas ideas que brotan sin descanso de los dedos y máquinas de éste sintetista. Realmente sensacional.

Mística voluptuosidad  en inmensas capas drónicas,  describen "Un Ser" (6'53). Con una visión - homenaje a Vangelis que no resulta un caso aislado. Inspira melancolía y reflexión sobre lo efímero de la existencia. También de su grandeza. Sorprende la dinámica utilizada para "Un Ente" (3'22). Lejos de presentarla en etéreas y algodonosas volutas trónicas, aparece casi como una fotografía urbana con sus prisas, stress,  traumas y urgencia. Sin embargo posee corazón y espíritu. Lo principal. Cambio drástico casi a la synthwave en "Un Sentido" (8'29). Maquinal, robótica, pretendidamente fría,  alegato tecnológico deshumanizado. Industrial,  oscura y siniestra. Pero a mitad de tema tiene que exponer su humanidad y esperanza en ella. El más inspirado Jean-Michel Jarre firmaría esto. Desconcierta y magnetiza al mismo tiempo. Es otro gran logro. Finaliza con "Transmutación" (5'11), donde erige un zigurat babilónico de una majestuosidad melódica colosal.

Ya no hay excusa.  Morus es un sintetista al que hay que seguir por obligación. "El Ser o el Ente"  es su álbum más intenso, rico en matices y trabajado. Completo en todo.

J.J. IGLESIAS 


 

 
 
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