LIFE – Life after death (1974)
%20cover.jpg)
El legado que nos deja el recientemente desaparecido Simon House, es apabullante. Sin igual. Participó en los más históricos discos de Hawkwind, Third Ear Band o High Tide. Colaboraciones ilustres con David Bowie, Mike Oldfield, Nik Turner, Nektar, Judy Dible, Alan Davey, Adrian Shaw, Michael Moorcock, Japan, Bedouin.......
Magic Muscle fue una banda a la par que Pink Fairies o Edgar Broughton Band, allá en su paraíso hippie de Ladbroke Grove, en los primeros 70. Pero por vaya usted a saber qué loca razón, no editaron nada hasta bien entrados los 80. En sus filas se conjugan nombres que son historia del british underground psych : The Crazy World of Arthur Brown, High Tide, J. P. Sunshine, Keith Christmas, XTC......El ambiente típico de los free festivals en Stonehenge durante los 70-80. Benditos días.
"The Pipe, The Roar & the Grid" (1988) fue su primer álbum. Antes habían editado una cassette-album, "Laughs and Thrills", del 85.
El que hoy traemos fue su continuación, un llameante live titulado "One Hundred Miles Below". En él contaban con un dream-team UK psych combo:
Rod Goodway (voz solista, guitarra), el americano Huw Gower (guitarra solista, coros), Adrian Shaw (bajo, coros), Twink (batería, percusión, coros) y Simon House (violín y algún teclado).
Magic Muscle vivían en su mundo, y no importaba mucho que en el del resto, fuera 1989. Ellos seguían en el 69.
La cara A, titulada "The Muscle", abría con "Free as a Bird", que era algo así como hard rock de corrosivo óxido psico, y mira tú, un ramalazo a Grand Funk Railroad en su melodía. El wah wah destripa en una afilada intervención canallesca, lo que es indispensable para un directo de éstas características.
"Best Dressed Ghost in Limbo" , - buen título-, no se corta en duelos de esgrima guitar-violin, en la mejor tradición de High Tide. Y la sección rítmica desgañita construcciones colosales, con todo un Twink (Tomorrow, Pretty Things, Pink Fairies) y Adrian Shaw (Hawkwind, Bevis Frond, Woronzow escudería), el entramado infernal estaba garantizado.
"Waiting for Midnight" se traslada a la escena de San Francisco, y suenan a Country Joe & the Fish, Mad River o Seatrain, sin mucho esfuerzo. El violín de House contribuye a ello con decidida entrega. Y ésa guitarra cortante como el acero recién afilado, en un contexto heavy psych, obtendría el beneplácito del mismo John Cipollina/Jorma Kaukonen. Simon House aporta magia exclusiva con su violín como sólo el sabía. Tenía un sonido propio y distintivo. Algo nada fácil de atrapar. Y eso Bowie lo supo valorar.
Su inequívoco toque se escucha de nuevo en la halconiana "The Road". Perfecto material para un "Warrior on the Edge of Time". Hasta aquí llega el ambiente húmedo y sudoroso de aquella adrenalítica noche, en The Moles Club, de Bath.
La segunda cara se bautizó como "The Magic" y consta de dos largos temas. "Heavy in e" continúa por senderos de construcción Dave Brock, y la guitarra ruge como si estuviera oficiando en el mismísimo "Space Ritual". Jams demoníacas en paroxismo mantra-espacial de pegada bruta Tyson/Frazier. House le mete pedalera cósmica al violín y acelera a la banda al hiperespacio, en turbo-propulsión salvaje. Freak'n'roll space rock de genuina en-verga-dura. O Magic Muscle, que para el caso es lo mismo.
Trance hard-psych propiciado por cinco santificados chamanes de lo imposible. Música disfrutable y moldeable, ideal para mentes creativas, inquietas y viajeras. Que sean imposibles de atrapar por Matrix guberna-mental alguna. Sonido libre. Expertos escultores del instante. Psiconautas de lo eterno.
En la final "One Hundred Miles Below" se salen de la escala-escuela head, poniendo rumbo a Andromeda en búsqueda del Grial "Sonic Attack". Equipo perfectamente sincronizado en un solo ente, el del Sagrado Músculo Mágico que engendra vida cerebral. De nuevo se invocan a dioses arcanos, Hawkwind e High Tide, para la consecución de una festividad psicoactiva de altos vuelos. Fin de un capítulo.
Malos rollos con la discográfica enrarecen el ambiente. Por lo que Twink y Huw Gower se piran. Pero entra Nick Saloman y la cosa se anima de nuevo. Martín Crowley se sienta en la batería. Giran extensivamente como The Magic Bevis Muscle Frond. Tocan en el Freakbeat Freakout de Copenhague ante 20.000 personas. Saldrán dos discos más gracias a Woronzow/Saloman. Ya en los 90, Simon House firmará trabajos a su nombre de valor creativo destacado. Nunca falto de inspiración, buen sintetista y excelente violinista, siempre abierto a dimensiones desconocidas. Un auténtico Eternauta.
J.J. IGLESIAS
Comentarios
Publicar un comentario