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Panna Fredda - Uno (1971)

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 Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...

The Charlie Daniels Band – High Lonesome (1976, Epic)

En 2000 la película norteamericana titulada Bar Coyote volvía a poner de moda el mundo de los camareros –camareras, en este caso– espectáculo, aquellos ínclitos currantes de la barra que popularizasen Bryan Brown y Tom Cruise en sus correrías ochentas. Pero había algo más que volvía a revalorarse: la música del combo practicante de southern rock The Charlie Daniels Band. La canción “The Devil Went Down To Georgia” se compilaba en la banda sonora de aquel entretenimiento en honor a las palomitas y las tardes ociosas. La historia de un violinista vaquero que se enfrentaba con el propio diablo a un duelo instrumental. Nuevamente se vende el LP Million Mile Reflections (1979) y algún que otro recopilatorio. Pero pocos serán los que, fuera de Estados Unidos, se sumerjan en la extensa discografía de los muchachos de Charlie Daniels. 



Por ello seguramente, High Lonesome siga siendo a día de hoy un tremendo desconocido, ese viajante perdido en el tiempo que en sus bolsillos atesora un tema de apertura como “Billy The Kid”, verdadera oda al oeste con revolver, cartuchera, amores de cantina y tragedia. Una composición que narra los altos y bajos del pistolero, ofreciendo en sus desarrollos instrumentales una concepción casi progresiva del género, muy a lo The Allman Brothers Band cuando sacaban a pasear su talento arrollador. “High Lonesome”, el tema título, se decanta por el blues preciosista, y “Tennessee” digiere el orgullo de un estado al que regresar para recuperar el aliento perdido. 



Pero podían ser más duros que una piedra, arrancar canciones quedándose a un paso del “Mississippi Queen” de Mountain (“Turn My Head Around” con ese «trata a la mujer como a una dama, y a tu dama como a una reina»). Y para los más dados a la marcha en el “saloon”, “Right Now Tennessee Blues”, el desgasta botas de montar. Ideal compañero para trotar por los cruces de caminos polvorientos.  

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com


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