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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

GOV'T MULE - By A Thread (2009, Provogue)

 Warren Haynes es el típico músico que, si en 2009 hubiesen reinado las listas de los años 70 del milenio pasado, su buen proceder frente a Gov’t Mule sería considerado cual sonora cocina de autor para paladares selectos y todos los adolescentes tendrían un póster suyo en la pared del dormitorio. Centenares de renacuajos verían a sus hermanos mayores meterse en el mundo de la guitarra pantanosa en pro de acercarse al sentimiento de este artista que fue reclamado en el último estertor ochentas por The Allman Brothers Band. Casi nada, ¿verdad? Pero no es así, sus Mule no revientan los listados de éxitos, aunque eso no quita para que copen hasta la bandera toda sala de conciertos que pisan. 



By A Thread es uno de sus ya reconocibles viajes a la Norteamérica profunda para a la postre regresar al sonido de la ciudad parando por tascas de carretera, todo drugstore que venda cerveza fresca y engancharse, si es preciso, al último vagón del tren fantasma en la recuperación de los ancestros rock and roll. De los Allman tomó nota, pero eso jamás ha sido losa para que luego sus Gov’t Mule no se puedan soltar con revisiones a Prince o Black Sabbath. 



“Any Open Window” carga con la maquinaria pesada –tributo a Mitch Mitchell y Buddy Miles en sus días como bateristas del talento zurdo Hendrix–, mientras “Forevermore” azuza a lo introspectivo y “Railroad Boy” mide la distancia entre “In My Time Of Dying” de Led Zeppelin y la versión que hicieron los de Jimmy Page del himno pantanoso “Travelling Riverside Blues”. No se pierde en el olvido la hecatombe que supone el duelo de Haynes con el ZZ Top Billy Gibbons a lo largo de “Broke Down On The Brazos”. 



Y si a todo el disco compacto le sumamos la base rítmica de Matt Abst y del por entonces recién llegado al combo Jorgen Carlsson, el asunto toma proporciones mefistofélicas. Tan suculento como aquel High & Mighty de 2006, pero demostrando que no están dispuestos a echar el ancla. Escalofriante experiencia que pone sacos y sacos de arena en la playa del rock con enjundia.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com











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