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Rick Wakeman – The Burning (1981)

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 En 1981, Rick Wakeman —el mago de las teclas de Yes y arquitecto sonoro de álbumes conceptuales colosales— se apartó momentáneamente de los reinos progresivos y bajó al bosque oscuro del cine de terror. The Burning, un slasher temprano de la era dorada del género, necesitaba más que gritos y sangre falsa: necesitaba atmósfera, tensión, ese pulso invisible que hace que la audiencia sienta que algo se arrastra detrás de ellos. Wakeman, siempre inquieto, tomó el proyecto como un laboratorio sonoro. Grabó la banda sonora en su propio estudio, usando un arsenal de sintetizadores analógicos, efectos de percusión y capas minimalistas que parecían respirar. Lo que logró fue más que música: fue una selva de sonidos metálicos y notas disonantes que se entrelazan como ramas. Cada crescendo, cada vibración de sintetizador, construye la sensación de aislamiento y peligro, convirtiendo al bosque en un personaje más. Para un público que esperaba otro clon de Friday the 13th, The Burning ofreció ...

JOHN FOGERTY - The Blue Ridge Rangers (1973, Fantasy)

El elepé aquí recuperado de John Fogerty es el primero que nos lo trae como solista, recién divorciado de sus satisfactorios Creedence Clearwater Revival. El procedimiento publicitario a seguir era el de inventarse una banda ficticia de country, The Blue Ridge Rangers, nombre en honor a la tonadilla tradicional norteamericana “Blue Ridge Mountain Blues” que abriría el álbum. Lo siguiente consistía en grabar en estudio canciones clásicas que se moviesen del hillbilly al gospel, siempre por el cauce más sudista; así se recurría a las viejas melodías de Hank Williams, Arch Brownlee o Jimmie Rodgers, por citar a tres de una extensa lista. 



Por último se envuelve con una portada en la que los cinco miembros de la agrupación aparecen en pleno campo con sus instrumentos, aunque con el detalle de que a ninguno se le puede ver los rasgos faciales pues están a la sombra. Violín, banjo, cantante, contrabajo y guitarra, o lo que es lo mismo: John Fogerty. El de Berkeley crea fantasmas de las praderas mientras él mismo se encarga de producir e interpretar cada mínimo arreglo o desarrollo instrumental. 



Y aunque la Creedence degustó el terruño gracias a un álbum como Willy And The Poor Boys, con aquellos “The Midnight Special” o “Cotton Fields” –canción tradicional y mirada a la plantación firmada por Leadbelly, respectivamente–, este The Blue Ridge Rangers se adentra más, removiendo arena, matojos y piedras, abrazando la raíz sin por ello escupir sobre el advenimiento comercial. 



Su acercamiento al yodel –John se evita los complicados gorgoritos tan típicos en estos menesteres– en “California Blues (Blue Yodel #4)” está entre los Apalaches, Nueva Orleans y el regusto de sus antiguos compinches. Llamativo es su tratamiento de las baterías, tan básicas como efectivas. Un tipo con talento mi admirado Fogerty, qué duda cabe.

por Sergio Guillén 

sguillenbarrantes.wordpress.com



Temas
1Blue Ridge Mountain Blues 2:30
2Somewhere Listening (For My Name) 2:39
3You're The Reason 3:13
4Jambalaya (On The Bayou) 3:13
5She Thinks I Still Care 2:55
6California Blues (Blue Yodel #4) 3:04
7Workin' On A Building 4:35
8Please Help Me, I'm Falling 2:48
9Have Thine Own Way, Lord 2:59
10I Ain't Never 2:51
11Hearts Of Stone 2:10
12Today I Started Loving You Again 3:17







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