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Irene Ketikidi - Live at Piraeus Club Academy (2024)

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 Piraeus Club Academy es un local situado en la zona costera de Atenas, cerca del puerto histórico del Pireo. Este club ateniense ha tenido una intensa actividad de conciertos en los últimos cinco años. Por su escenario han pasado Patti Smith, John Carpenter, The Waterboys, Megadeth, Ministry y  Monster Magnet entre otros muchos. Hoy tendremos la oportunidad de escuchar a una de sus hijas predilectas, Irene Ketikidi. Irene Ketikidi procede de Ioannina, Grecia. A los quince años se inicia en la guitarra de forma autodidacta y tomando clases de un profesor local. En 2001 entra en el Conservatorio Philippos Nakas en Atenas. En 2007 pone rumbo al Reino Unido para seguir formándose en el Guitar Institute (ICMP). Ese mismo año deja boquiabierto al mismísimo Stevie Vai en una masterclass. Con su  licenciatura de nivel 6 en enseñanza de música bajo el brazo colabora con diversos artistas de la escena londinense (Red N Pink, Cherry Lee Mewis, Ruchelle Scott entre otros). Paralelamente se involu

LITTLE TRAGEDIES ‎– At Nights (2014)

Terminaremos aquí la historia de esta banda rusa ya que me ha sido imposible encontrar la referencia de su reciente trabajo de 2019 titulado “Paradise Behind The Stove”. 


Conforme pasa el tiempo se hace difícil encontrar bandas actuales de rock progresivo clásico. Todo lo actualmente etiquetado como “progressive rock” es metal puro y duro y sus franquicias de todo pelaje. El sindicato metalúrgico se ha apoderado del término. Me dedico a buscar bandas de “chamber rock” que parecen ser el reducto más moderno y que más se aproxima al concepto que yo tengo del estilo sinfónico. Es difícil. No hay muchos que hagan música con cierta sensibilidad y gusto. Para colmo un reciente estudio antropológico determina que el coeficiente de inteligencia en el planeta ha bajado considerablemente con respecto a las generaciones anteriores. Es decir, cada vez somos más tontos y al parecer la tendencia irá en aumento. La involución es cada vez más patente en todos los aspectos de la vida y esto se puede comprobar tanto en la política como en las costumbres sociales y las tendencias. La superficialidad en todo. La falta de espíritu crítico y el aumento en creencias, sectas y cultos en detrimento de la razón, la educación y la cultura. El desprecio a la investigación y la lógica científica nos aboca a la idiotez perpetua. No hay ya remedio. Da igual una hipotética marcha atrás que no se cree nadie. Las pocas cosas buenas durarán lo que tengan que durar y se acabó. Solo veo la risa del Joker en un futuro inmediato.

“En las noches” se abre con una potente pieza del mismo título. Un complicadísimo compendio de órgano, sintetizadores, guitarra endiablada y demencial sección rítmica bajo-batería, todo ello ensamblado con una precisión que roza lo imposible. Es como escuchar ELP y UK a otro nivel superior, pero como vengo diciendo esto solo es apto para los fanáticos del lado más lujurioso y grandioso del progresivo. La sucesión de notas y escalas y el trabajo de armonía solo está al alcance de los mejores instrumentistas dentro del género. La velocidad y la falta de respiro puede llegar a agobiar a algunos y entusiasmar y volver locos de adrenalina a otros. No hay término medio. 


“En la librería” todo se torna pacífico con un poético piano y voz. La música es triste y misteriosa para variar y con un fuerte trasfondo de romanticismo. Es importante equilibrar la balanza para superar la avalancha sonora anterior. Dosificar fuerza y paz. La bonita “oscuridad del bosque” mantiene la línea armoniosa y dulce con elegantes fraseos melódicos y “Amanecer” lo continúa como si fuese en realidad una pequeña suite. Las tres piezas relajan la bestialidad del inicio. “Camarada” vuelve a las grandes velocidades mezclando a Emerson con The Enid y con algún fugaz toque de folk. Es una verdadera pasada usando lo coloquial del término. La voz de Gennady sigue siendo el sello distintivo y bastante más agradable ¿o es que ya me he acostumbrado?... sin duda alguna. Todo es como siempre tremendamente sinfónico y muy complejo en su estructura y composición. “Sekhmet” es otro delicioso paseo pianístico de tristeza eslava y perfumes barrocos de clavecín con una severa orquestación de fondo. El piano clásico solo en un largo segmento final nos muestra al desnudo la impresionante calidad técnica y la delicadeza interpretativa de este hombre. Una delicia. 


“Tiempo de otoño tardío” en ritmo de vals es otra pieza maravillosa y soñadora. Esto está muy lejos del rock. Es música sin tiempo. La “charla de primavera” es una pequeña pieza de parecidos encantos. “Bastón” son siete minutos contrastados en la misma cadencia y el mismo espíritu con un rimbombante cambio hacia la mitad. Buen disco, quizás el mejor de Little Tragedies, el más encantador y hermoso de cuantos he escuchado. Termina con la pregunta ¿hay muchas cosas buenas en el mundo? La respuesta la sabemos. Lo que no hay es muchos grupos tan buenos como estos rusos que siento cierta pena en dejar para otra ocasión. Ha sido un placer hablar de ellos.
Alberto Torró








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