Se reedita por primera vez en vinilo en más de cuatro décadas, vía Munster Records. Como para no celebrarlo. Impredecible Pau Riba. Único. Después de experimentos psicodélicos como "Dioptría" (69-70), con OM. O fragilidades hippies acid folk con "Jo, la donya i el gripau" (1971). Al Pau le apetece cambio, algo más duro. Y ve que en aquella Barcelona intelectual y jazzística, no lo iba a encontrar. Demasiado virtuosismo y Miles Davis. Zeleste no era sitio para buscar macarras rockeros. Curioso, porque en la siguiente década, será una ciudad puntera del metal más extremo. Siempre adelantado. Así que se va a buscar la vida y una banda de rock a Valencia. Y entre los Paranoia Deia y el grupo de Eduardo Bort, consigue su combo cañero. Aunque Pau nunca estuvo realmente satisfecho del resultado. "Yo quería un disco mucho más heavy y más sucio de lo que salió". Siempre con razón, el amigo. No, esto no es hard. Ni mucho menos, "heavy". Reúne a Marino...
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BANCO DEL MUTUO SOCCORSO - Io Sono Nato Libero (1973)
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El tercer álbum sería la culminación de su legendaria trilogía. Habían conseguido tal perfección en su estilo sinfónico, que este disco desborda lo mejor de la banda italiana. No tendría inconveniente en afirmar que es mi álbum favorito de Banco seguido muy de cerca por los dos anteriores desde luego. A Keith Emerson y a Greg Lake les pasó lo mismo. Keith asistió a una audición del grupo en Venecia en torno a 1974 y quedó maravillado de ellos al punto de ofrecerles un contrato para su flamante Manticore Records. Al igual que la Premiata fue el segundo grupo italiano en traspasar fronteras y en descubrirnos a los sinfónicos el pletórico mundo que se gestaba en el país de la pizza y la tarantela.
El “Canto nómada para un prisionero político” con sus 15 gloriosos minutos es una obra maestra del progresivo sinfónico de todos los tiempos. Su riqueza compositiva compite con lo mejor del estilo. Sus ritmos y complejos cambios nos muestran una vez más lo que fueron los setentas y el ridículo ensombrecimiento de los tiempos actuales. La naturalidad y mano firme con que se hacían aquellas composiciones, que dejaban respirar a la música y a su cadencia natural, sin los atropellos, ni los pegotes forzados de ahora, sin gusto ni feeling, nos descubre porqué entonces la música se hacía con corazón y convencimiento y ahora solo es una mala copia forzada. Yo soy duro y mucho, con el presente del progresivo y mi apreciación hacia nuevas bandas es muy restringida. Me cabrea pensar que los jóvenes del moderno prog piensen que el rock progresivo clásico “ha muerto” como afirmaban en ciertos blogs. Si la música clásica no ha muerto porqué tendría que haber muerto el rock de los setentas…?. Que pasa…? nos cargamos a Prokofiev, a Stravinsky, a Bartok, a Ravel o a Mahler porque están muertos…?. A Zappa, Coltrane o Davis por lo mismo…? a ELP…? a Gentle Giant…? a Soft Machine…? Porque son viejos o ya no existen…? Y a tantos y tantos otros…?. Pensareis que soy un viejo nostálgico de la música. Efectivamente y se lo digo a muchos que pensaban que no había vida antes de los Dream Theater o de Steven Wilson o de Opeth. Me salgo del tema amigos y lo sé, batallitas del yayo Torró.
“Non Mi Rompete” es quizás la balada más conocida de Banco. Recuerdo que por aquellos tiempos mi buen amigo el comentarista de la revista Vibraciones Julio Murillo y yo, la comparábamos con el “From The Beginning” de Greg Lake más por el final de moog solo que por otra cosa.
“La Cittá Sotile” es un sofisticado ejercicio de música intrigante, refinada y misteriosa. Algo muy habitual en Banco cuando parten de cierta seriedad académica y vanguardista al mismo tiempo.
El “drama” casi operístico de “Dopo…Niente e Piu lo Stesso” es un ejercicio complejo de otra forma de entender el rock progresivo hacia aspectos más sinuosos y oscuros y muy lejos de las premisas alegres del prog británico si exceptuamos a Van der Graaf Generator. Di Giacomo tiene un papel vocal difícil y extraño en esta pieza cuidadosamente construida casi al borde de un divo operístico. La base del tema es puramente clásico y preciosista. Una perla en estado puro y solo para músicos de verdad.
Esta joya termina con Traccia II. Una maravilla sinfónica demasiado breve, que uno anhela en más minutos, pero así fue. Suena como un pasaje del antiguo Imperio Romano, aunque la música pertenece sin duda al estilo barroco. Demasiado corta. Una pena. Obra maestra imprescindible para los sinfónicos.
Alberto Torró
Temas
00:00 Canto nomade per un prigioniero politico
15:45 Non mi rompete
20:52 La città sottile
28:04 Dopo... niente è più lo stesso
37:59 Traccia II
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Estoy totalmente de acuerdo. Lo bueno nunca muere, viviera cuando viviera.
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