Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...
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BIG HOGG (Escocia)
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Encantadora y joven banda de Glasgow orientada a la psicodelia británica con cierto toque y perfume a grupos como Spirogyra (Barbara Gaskin) y a las bandas más pop rock del primigenio sonido Canterbury.
Un sexteto con sección de viento y agradables canciones. Incluso a veces pueden recordarte ligeramente a los Curved Air. El grupo en cuestión está integrado por el líder Justin Lumsden en guitarra y voz, un trío de vientos lo ocupan Richard Merchant, Ross McCrae y Sophie Sexon, la cual aparte de su lírica flauta, posee una bonita voz. Un polifacético Nick Gaugham que además de batería y percusiones toca teclados, bajo y lo que le pongan. El bajista oficial responde al nombre de Tom Davis.
Por consiguiente tenemos una fértil amalgama de folk, rock, jazz y psicodelia por no desmerecer en ningún estilo y por supuesto el perfume hippyland que no falte ¿o deberíamos decir neo-hippy y apuntarnos a las mil etiquetas actuales? Ciertamente el estilo a veces, no siempre, está muy emparentado de los Caravan más inocentones, poperos, festivos y menos comprometidos y quién conozca a fondo la discografía del grupo puede apreciarlo sin dificultad.
Esa despreocupación y flema tan británica, nada inclinada a la seriedad y a la trascendencia recorre los vericuetos de su música. Cervecita XXL (la cañita mini con gaseosa y posa-vaso, para las nenas y nenes pijos del PP) canuto, hierba y flores húmedas, té de las 5 con whisky de malta, una buena flatulencia más algún eructo, y a sobar a la sombra de abedules. Precioso, natural y sano.
Big Hogg tan solo tienen dos trabajos hasta el momento: Big Hogg (2015) y Gargoyles (2017) y bromas aparte, el trabajo de composición de la brass sección, merece atención. La instrumentación al más puro estilo de los 70´s nos acerca a veces a los primeros Chicago Transit Authority y si os digo la verdad hay muchas más influencias que simplemente perfumes canterburianos.
Bonitas baladas, temas formato canción, no muy extensos. Añadimos un envoltorio muy cuidado, atractivas portadas etc…y en definitiva una banda muy agradable para acompañar con una buena pinta de cerveza negra.
Yo aun diría más, Hernández ... Steely Dan ... T. Rex ... Dexie's Midnight ... Amazing Blondel (el de la pata de pato) ... Y no he hecho mas que empezar a escucharlos. Big. Grandes.
Yo aun diría más, Hernández ... Steely Dan ... T. Rex ... Dexie's Midnight ... Amazing Blondel (el de la pata de pato) ... Y no he hecho mas que empezar a escucharlos. Big. Grandes.
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