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Panna Fredda - Uno (1971)

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 Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...

SANGUINE HUM

Banda inglesa afincada en Oxford e integrada por un cuarteto compuesto por los músicos Matt Baber en teclados, Joff Winks en guitarras, Paul Mallyon en drums y Brad Waissman al bajo. Inicialmente se llamaron Antique Seeking Nuns y grabaron tres EP´s en una línea próxima al Canterbury intimista y suave con alguna influencia zappera de los cuales recibieron buenas críticas de los medios prog más afines a estilos arriesgados con cierto refinamiento avandgarde y dentro de la inmensa oferta actual progresiva, son como alfileres de oro en un pajar pseudoprogresivo lleno de sonidos asépticos, metales prog, psicodelias post y otros clones baratos y demás batiburrillo faunístico que satura ya la escena actual.

Sanguine Hum no es un grupo más de estos destinado a epatar y a alumbrar al chaval prog moderno eclipsado por los híbridos tecnificados actuales que se han olvidado de que la música se compone de pausas, modulaciones, timbres y silencios. Estos tíos poseen cierta originalidad tan escasa en nuestros días. Algunos blogs los etiquetan como “neoprog” al uso y se quedan tan anchos. Lo cual además de ser falso indica que probablemente no se han molestado en escucharlos y no han pasado de una superficial toma de contacto. La proliferación de bandas abúlicas, repetitivas y superficiales tapa muchas veces el hecho de encontrarte con algo especial y diferente. Este es el caso. Para mí cuando encuentro algo difícil de etiquetar ya despierta mi curiosidad. No siempre se acierta claro está pero al menos prestas más atención.


La primera impresión al escuchar a los Sanguine Hum es de suavidad y cierta languidez con momentos más activos evidentemente  y con la peligrosa sospecha de que te parezcan un grupito de post – rock al uso previsiblemente soso y aburrido. Nada de eso sucede cuando avanzas en la escucha y conforme penetras en su música adviertes un serio trabajo de composición y detalles de buen gusto. La influencia del sonido Canterbury no es nada evidente y se encuentra de manera sutil yendo hacia los derroteros más introspectivos del asunto. 


Hay mucho uso de teclados, Rhodes o pianos eléctricos de última generación. Acordes muy limpios de guitarra eléctrica de complicada ejecución, variadas tonalidades y continuos vericuetos un poco a la Hatfield &The North e incluso puedes retrotraerte ligeramente a los cristalinos fraseos pianísticos de Alan Gowen teclista de Gilgamesh, pero más en sensaciones que evidencias. A ratos puedes visualizar al Steve Hillage de Fish Rising o al propio Robert Wyatt. Pero si una palabra los define es pulcritud. 


Son el refinamiento a la hora de construir canciones y, sí, las voces tienen cierto toque pop con bonitas melodías. Pasan de la complejidad de vanguardia al pop rock elegante sin problemas,  de milimétricos entramados jazzy a deliciosas acústicas con un cuidado extremo en el sonido y en la ejecución. Limpieza y buen hacer. Vale la pena una escucha atenta y pausada de todos sus discos que son sumamente recomendables. No creo que defrauden en absoluto al paladar más exquisito. Un aire fresco de la música británica que tantas alegrías nos ha dado.

Alberto Torró

Plays The Nuns (2009)

Diving Bell (2010)


Live in America (2012)

The Weight of the World (2013)

Now We Have Light (2015)

What We Ask Is Where We Begin (2016)


Contacto:


Bandcamp de la Banda:https://sanguinehum.bandcamp.com/music








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Comentarios

  1. Fantástica entrada Albertus! Llevo siguiendo a esta banda hace unos años. Deliciosa, entre tanta morralla disfrazada de lo que no es. Un acierto.

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