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Tolo Marton – Dal Vero (2002)

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  Tolo Marton es uno de lo mejores guitarristas en el panorama musical italiano; sin embargo, para muchos, es un perfecto desconocido. Hoy intentaremos aportar algo de luz a su vida y obra. Tolo Marton nace en 1951 en Treviso, Italia. A los quince años comienza a tocar la guitarra de su cuñado. En 1968 conoce a Francesco Spinelli (guitarra) y forman Blues Matter, donde Tolo toca el bajo. Dos años más tarde, se integran en la banda La Nuova Generazione. En 1971 deja el grupo y, junto a Alberto Martinuzzi (batería), funda BESTIA, una banda dedicada a realizar versiones. Durante la década de los 70, Tolo pasa por diversas formaciones (I Puppies, Le Impressioni) hasta formar parte de Le Orme. Con ellos, participa en la grabación de "Smogmagica" (1975). Poco después de su publicación, Tolo deja la banda. En 1978 se incorpora a Blues Society, con quienes graba un EP y dos álbumes de larga duración. Tras dejar el grupo, Tolo decide iniciar su carrera en solitario y publica su primer

STACKRIDGE- Extravaganza (1974)

 Álbum ya avanzado en la discografía del grupo, supone el comienzo de una nueva etapa, puesto que de la formación inicial con la que grabaron los tres trabajos anteriores solo quedarán 2 miembros, Andy Davis y Mutter Slater. La nueva tripulación volverá a contar con 6 músicos, entre ellos el renovador y  polifacético Rod Bowkett que abogará por dar un nuevo giro al estilo, dotándolo de más cuerpo incluyendo secciones de viento de gran presencia, teclados mucho más incisivos y un estilo más cercano al rock progresivo pero sin olvidar sus orígenes folk. Las atmósferas bucólicas de composiciones pasadas se difuminan y el sonido se concreta en desarrollos más vitalistas.



 Interactuaban mucho con el mundo de la cultura y con una fijación absoluta por los BEATLES, hasta el punto de requerir los servicios de George Martin, productor de los cuatro de Liverpool. La existencia de la banda fue muy inestable y a pesar del gran éxito con que fue recibido este "Extravaganza" nuevamente aparecen los problemas desestabilizadores dando al traste con esta estupenda camarilla y volviendo a tener que constituir un nuevo equipo.

La correlación entre el contenido de Extravaganza y su imagen de la portada del vinilo es estrecha. Y es que su música se llena de ambientes circenses, esplendores teatrales, de cabaret y sonidos propios del vodevil. Escenas que desprenden desenfado, optimismo y simpatía recordando en ocasiones a las melodías de los "locos años veinte". Composiciones en esta primera cara del disco divertidas y alegres en la que intervienen gran cantidad de instrumentos de viento, clarinetes, saxos, trompeta, flauta y acompañadas del violín ,menos protagonista que antaño, e incluso parece escucharse un acordeón. Canciones rápidas de ritmo festivo muy eclécticas en su concepción, con arreglos orquestales y de un piano excelente.

Tras salir a la pista central de la carpa le damos la vuelta al plástico y nos vamos a encontrar con una 2ª parte magnífica en la que todos los temas brillan con luz propia, destacando "No one's more important than the earth worm" y "Rufus T. Firefly", con una gran labor del bajo y  de contenido delicioso. Melodías elaboradas con gran perfección, elegantes y de diversidad cromática, ritmos cambiantes y movimientos constantes que les acerca a las estructuras que caracterizan al rock progresivo. Música de peso, más trascendental, en la que el órgano y el mellotrón se explayan y sin duda le confieren un valor añadido a las texturas.



 Trabajo de altura realizado por unos músicos que dejan entrever una gran profesionalidad y destreza, destacando en concreto Bowkett, agradable descubrimiento que demuestra enorme capacidad, no solo para la creación sino para los arreglos y la sincronización dibujando complejas amalgamas muy sutiles y coloristas.

Juan Carlos Rustarazo




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