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OPUS SYMBIOSIS - Fata Morgana (2020)

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Este 2025 no promete nada bueno. Todas las distopías tanto imaginables como inimaginables es posible que se cumplan. Los mayores hemos llegado a un punto de indiferencia tanto por cansancio como por aburrimiento. Por ver como todo lo malo se repite una y otra vez cual perpetuum mobile.  Como si de un chiste malo se tratase no aprendemos nada y lo peor es que no queremos aprender. Si Zappa volviese a este mundo y viese a Trump y a Elon Musk dirigiendo en cuatro días próximos el sistema global como si fuese el club de la comedia no daría crédito. Millonarios tecnológicos e influencers de redes sociales dirigiendo el mundo hacia la dictadura de la estupidez y la crueldad. Si vas a tener hijos piénsatelo seriamente y medita si ya merece la pena seguir reproduciéndonos.  El hada Morgana y sus visiones engañosas y espejismos han conseguido hacer de este mundo la mentira más burda y el mayor horror que podamos imaginar. Incluso refugiarse hoy en la música es casi un acto de misericor...

AURORA CLARA - IV (2024 / Youkali Music)

Desde el 2019 con "Transformation", un sueño se hizo realidad en nuestro país con Aurora Clara. Banda afincada en Madrid con miembros procedentes de diversas partes del planeta y liderados por el guitarrista y absoluto compositor, Raúl Mannola (eléctricas,  acústicas,  12 string y flamenco guitar). Junto a él,  Juan Carlos Aracil (flauta, percusión), Denis Bilanin (teclados), Marco Anderson (batería) y Nill Oliveira (bajo). Como invitados, Paul Austerlitz  (clarinete bajo) e Iván Mellén (percusión). No conozco un álbum titulado "IV" que sea malo, y éste no es la excepción. 



Tras el más acústico (pero sublime), "Dreams" del pasado año, Aurora Clara apuesta de nuevo por más electricidad. Algo que en sus dos primeros trabajos ya comprobamos estupefactos. Jazz, prog, flamenco, Brasil o India son influencias innatas en la construcción de sus estudiados temas instrumentales. Mirando sin prejuicios ni disimulo a los 70. Bien hecho.

Y así comienzan en "The Last Candles" (11'14) recordando esencias desde Benavent/Amargós a Jiri Stivin o Mini. De lo que se deduce que la travesera tiene un gran papel aquí.  Aunque cada instrumento tiene su espacio, (muy bien dado por la producción  de Juan Carlos Aracil / Raúl Mannola, y el mezclaje de Fernando Romero), que vale su peso en oro. La guitarra digita fervientemente cercana a McLaughlin. Marco Anderson nos trae a la memoria a un Billy Cobham cuando arremetía su kit percusivo como un ariete normando. Que impregna al ritmo de una magia y poder rítmico únicos. Aquí hay, no obstante, finísima melodía,  delicados arreglos que llegan al corazón  y un dominio del instrumento, estratosférico. No bajarán ése listón hasta que llegue el silencio de final de audición. 

"Five Sisters" (5'56) conserva añada jazz rock de exquisita reserva. Piensa en Jeremy Steig/ Herbie Mann, toques negroides urbanitas de funk mid 70s. Rhodes juguetón  a la George Duke y groove que engrasa motores de Fórmula 1. 

Aparece la acústica  para "Song for John" (5'39), quizá para McLaughlin?....Porque podría estar en "Belo Horizonte" sin problema. Con su nada disimulado sabor flamenco (y recuérdese  que en ése álbum participaba Paco De Lucía). Asimismo, conecta con el irrepetible encanto de Música Urbana. Porque Aurora Clara circula por ésos senderos de alquimia fascinante, en los que el tiempo no funciona como en éste plano. Bellísimo.

Se complementa perfectamente  con "End of January" (8'58), donde el clarinete ofrece más color al ya vistoso collage sonoro. Percusiones como infalible arma secreta (fundamentales en todo el disco), bajo anti-gravedad que sostiene con agudeza, ritmos que conversan con la melodía......una solidez de equipo apabullante. Solaris muta con la Mahavishnu? Como descripción orientativa,  algo así. 

Esencias orientales a la Oregon asimilan en "Maktub (for Sami and Laura)" (7'33) como larga intro de unos 2.30 mts. Desarrollan luego en eléctrico en invocación RTF/Joe Satriani, serpenteando espacios dimensionales de irresistible atracción magnética. Memorable.

Cierran la fiesta con la frenética "One for the Road" (5'40), que a los Focus de los últimos tiempos les dejaría muertos de envidia. Mannola inconmensurable a la digitación y buen gusto exhibido. La banda a su mismo nivel, con solo de sintetizador empujando a todos. Ritmo trepidante al galope. Flauta de agilidad mental extraordinaria. Y final catártico de imparable energía. 



Aurora Clara no defraudan. Ésta banda es exportable y necesariamente deben de ser conocidos en todo el mundo. Créeme, ahora no hay muchos grupos como ellos.

J.J. IGLESIAS 



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