Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...
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Rob Tognoni – Catfish Cake (2020)
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Recuerdo con entrañable añoranza al "Demonio de Tasmania", personaje de los Looney Tunes que rivalizaba con Bugs Bunny y el Pato Lucas cuando estos aparecían en Australia. Hoy hablaremos de otro "demonio de Tasmania", se trata de Rob Tognoni.
Rob Tognoni nace en Tasmania en 1960, hijo de inmigrante italiano. Su madre intenta enseñarle a tocar el piano pero no se le daba bien por eso le compra una guitarra a los 12 años y aprende a tocarla viendo la televisión. Los discos de su hermana de blues y rock, también influye en su formación musical. Con 14 años tiene la oportunidad de ver a AC/DC e incluso entrar en el backstage y tocar la guitarra de Angus. A los 16 años abandona la escuela y se gana la vida en diversos trabajos. Con su primer grupo serio, Skidrow Boys, realiza una gira por Tasmania en los inicios de los 80. Su siguiente grupo es Outlaws, con los que consigue los premios a "Mejor banda", "Mejor guitarrista" y "Mejor baterista" en los Queensland Rock Awards. Tognoni decide enviar una muestra de su trabajo al guitarrista australiano Dave Hole que le consigue un contrato discográfico. En 1995 publica "Stones and Colours", el primero de una carrera de mas de una veintena de discos a lo largo de su trayectoria musical.
"Catfish Cake" es el último trabajo del guitarrista australiano Rob Tognoni. Completan la banda el baterista Mirko Kirch y Slawek Semeniuk en el bajo. Rob nos ofrece doce temas llenos de sonoridades cargadas de buen rock, blues y funky, donde el sarcasmo de sus letras juega un papel importante. Un compendio de sonoridades donde podemos escuchar sonidos a los ZZ Top en la inicial "New Set of Rays". Blues rock con toques funky en "Dealin' at the Crossroads" y "Captain Magic". Crítica social hacia el presidente de los Estados unidos en "Fat Orange Man," con buen rock and roll. En "No Sleep in Hell" podemos escuchar reminiscencias de sus admirados AC/DC. Intimismo a lo Johnny Cash en "She Waited". En"James Brown", homenaje al susodicho. En definitiva, gran variedad de sonoridades para no aburrirse.
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