No soy muy proclive al prog moderno, aunque reconozco que a veces hay cosas interesantes. Una de las peculiaridades del estilo es que con los años se ha ido abriendo cada vez más por cauces más variados, eso que llamamos ecléctico que bien puede acabar en un puzzle indefinido o en un nuevo resultado de la química sonora. Como ya dije la semana pasada en los tiempos distópicos y desagradables que por desgracia nos tocan vivir, es fácil encontrarnos con músicas que así lo reflejan. Cada vez la música es más áspera y más infeliz y uno que contempla la degradación humana a diario y el camino hacia la locura que tanto por la política deshumanizada del negocio y poder, así como por la disminución de inteligencia global y aumento de la maldad en el planeta se da cuenta que ya no hay vuelta atrás. Cada día será peor que el anterior, bien sea por el clima y cambios naturales o por guerras en todos los frentes. No me toca decir a mí si la inteligencia artificial será algo mejor o peo...
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ADICTOS A ADDICTED Parte III (Sound of Ground , Soom, Mother Witch & Dead Water Ghost)
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SOUND OF GROUND
"Sick" (2013 / ADDICTED)
Otros destacados de la cuadra, (viendo la portada, nunca mejor dicho), de Addicted. Se trata de Ian Karlin (voz), Danila Khromov (guitarras), Denis Makhnev (bajo) y Víctor Tikhonov (batería pluriempleado con Detieti, Kshettra o The Grand Astoria). La apertura, "Anna" (4'04) reúne stoner, psych, funk y delirios cercanos a Detieti, quizá tratados con mayor crudeza. Ya se advierte que tocan de muerte, para variar. "In the Spot" (6'20) cambia el chip, acercándose al sonido clásico de Steve Hillage. Hasta que el crescendo estalla en tormenta stoner decibelica, sin perder nunca su alma psico. El sonido se llena de fuzz para "Untitled" (3'20), con pinceladas de guitarra muy interesantes, y casi a la Killing Joke. En "Reboiled" (7'02) continúa la traca sanguinaria pero inteligente, como unos Nebula surgidos del frío. Un travieso wah wah abre "Hey Hobo!" (3'09), en otro trallazo malencarado de sucio rock'n'roll. Finaliza la incursión con "The Turin Horse" (5'57) marcada por una ouija sónica hacia Black Sabbath, desbordando testosterona y bilis eléctricas. Un disco de estilo, ideal para stoner die-hards buscadores de nuevas emociones fuertes.
Madre Bruja y los Fantasmas de las Aguas Muertas presentan su obra en un digipack de precioso envoltorio artístico, fiel a su música y filosofía. Ellos son María Teplitskaya (voz), Sergey Darienko (guitarras), Vitaly Zhavnerchik (bajo) y Maxym Sorochuk (batería). La instrumental y atmosférica "Subterranean V" (2'32) da paso a un doom construido con mimo y gótica imaginería en "Storm" (5'14). La voz femenina aporta una dimensión distinta, entre sensible e inquietante, con una fina y melódica guitarra y sólidos pilares rítmicos. "Grace" (4'57) acierta en su ambiente oscuro y épico, de trascendentales arreglos y fúnebre transcurrir. La más extensa del lote, "Ruins of Faith" (8'36), podría ser el resultado de unos Iron Maiden doom-stoner en un universo paralelo. Lo mismo de unos góticos Jefferson Airplane. Finalmente "Two of Us" (6'11) vuelve a demostrar la maleabilidad estilística de la banda, nada acartonada ni esclava de su etiqueta. En ácida psicodelia rifferama de monasterio encantado. Exhiben originalidad con descaro.
Éste es el debut de la considerada mejor stoner doom band de Ucrania. Se trata de un trío formado por Kova (guitarras, voz), Tomrer (bajo) y Erea (batería).
El comienzo del álbum es una especie de zumbido del más allá acercándose, como el inicio de "Tarkus", y da paso a "The Invisible Axe" (7'08). No estalla, se mantiene en "animación suspendida", creando una atmósfera siniestra y desasosegante. No estamos alejados de proposiciones kraut de experimental búsqueda. Con voces de niños y ruidos de cadenas psicofonicas en un final inesperado. Ahora sí. Sin silencios, un riff demoníaco nos presenta "Grandpa" (7'16), con los vocales muy distorsionados con eco, un plomizo ritmo funerario de imaginativa batería. Como un arcano ritual de una secta olvidada en Andromeda. De nuevo enlazada, "Celebration of the Plant" (2'32) continúa la plegaria lovecraftiana. Que como es norma, se une a "Strange Dream in 419 Years Before Awakening" (7'05). Más monstruosos riffs como pisadas del Yeti, de hipnótico y psicológico proceder, desestabilizan tu psique hasta niveles triposos. Alta densidad cerebral y sonora. "The Sand" (0'43) es una invocación blasfema desde las entrañas del inframundo, que nos lleva a "The Stone" (6'30). Experimental doom de insanas pretensiones maleficas. Nada bueno transmite su apasionada alquimia sonora. Pura psicodelia, vista desde otras perspectivas más actuales o novedosas. "Sloboda Men" (1'44) es un "stargate" a otra dimensión que salta a "Electric Molfar" (8'11). Un vapuleo a la conciencia desde niveles de agresión mental preocupantes. "The Last Trip" (2'28) es "música de sala de espera" en el jodido infierno, esperando audiencia con "el jefe". Finaliza el paseo turístico por el Hades con "Dirge" (11'00), un manual avanzado de oscurantismo que convierte el "Necronomicon" en un cuento infantil. Aviso, droga muy dura (pero no como te la imaginas). Administrese con precaución y en pequeñas dosis.
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