En mas de una oportunidad su mujer aseguro que los mejores conciertos que vio de su marido no fueron en un local, teatro o festival alrededor del mundo si no mas bien sentado en el porche de su casa de Nashville con su acústica y una jarra de cerveza bien fría. En esos momentos este hijo de Oklahoma, desgrana un boggie relajado con influencias blues, country y rockabilly y que supimos conocer como "Tulsa Sound" que bebió desde los diez años ,cuando una viola cayó en sus manos. Los últimos años antes de su partida lo encontramos un poco perdido a nivel musical, amen de alguna reedición de sus trabajos ,una constante en su carrera que ha sabido sobrellevar bastante bien a pesar de ser un reacio a dar entrevistas y de las que se pueden contar con los dedos de la mano . Nuestro querido JJ ha contribuido de sobremanera a la causa del Rock, aportando inoxidables himnos que fueron interpretados por sus pares como es de puro conocimiento "Cocaine" y "After Midnight...
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IGNATIUS - Lights from the Deep (2011 / MUSEA) (Rockliquias Bandas)
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El haber vivido unas cuántas vidas en una, (no siempre todas buenas, pero ahí sigo!), da para contar unas cuántas batallitas. Por eso cuando me encontraba recopilando información sobre Ignatius, banda barcelonesa progresiva, la sorpresa surgió. Resulta que sus dos componentes, Toni Castarlenas (guitarras) y Ricardo Boya (bajo, voz y teclados), habían sido en los 80 miembros de la banda hardcore-thrash-metal-majareta, Últimos de Cuba. Cuadrilla de divertidos indocumentados que tuve oportunidad de ver en directo, en aquel festival itinerante llamado "El Heavy no es Violencia", que organizara el desaparecido, legendario y buen amigo personal, Pedro Bruque (Tigres, Bruque). Recuerdo de aquella actuación un kilombo-maelstrom sonico no apto para cardíacos, ni para todos públicos.......Su cantante acabó el concierto en pelota picada, con la chorra al viento y el consiguiente disfrute de algunas (y algunos).
Décadas después, y con la ayuda de Dani Levy (batería), Ignatius nos ofrece en su debut del 2011 una cosa bien distinta. Progresivo espectacular, de compacta pegada y sonoridad generosa. Grabado exageradamente bien en dos estudios distintos por Antonio Prio y Santi Cerni. Esto es "carne con patatas" prog, para los que gusten de platos exquisitos, pero contundentes.
Compruebenlo en "Bleeding Souls" (8'03), donde la influencia de los UK del "Danger Money" se hace evidente. Baterías Hard y vertiginosos solos de sinte dignos de un Eddie Jobson o Jordan Rudess, que no escatiman en tensión emocional. El interludio instrumental entre guitarra y órgano te hace recordar hasta a unos primeros Rainbow. Que, no te quepa la menor duda, hoy tacharian de progresivos. La voz (y buen inglés) de Boya puede acercarnos también a Wetton, por su inteligente moldeo de las palabras.
Esto se hace palpable al comienzo de "Emptiness" (6'47). Imaginativos arreglos tensan la composición y la dotan de un dramatismo sinfónico espectacular. Este grupo hubiera colmado las expectativas del sello Magna Carta en los 90. Magellan o Shadow Gallery tendrían aquí a unos buenos compañeros de camarote. El estilo de Ignatius no anda alejado de aquellos primeros y sensacionales Magellan, que por cierto, también eran un dúo (ambos hermanos ya fallecidos).
Un bajo demoledor abre "Resurrection" (8'42), un instrumental que igual te lleva por senderos Crimson, que por otros más recientes tipo Planet X, The Underground Railroad o los mismos Dream Theater (sin llegar nunca al metal).
"A Lights from the Deep" (12'41) pasea elegantemente por la pasarela floydiana de unos contemporáneos Eloy. Con soltura y la seguridad que da el tener este material compuesto desde mucho antes de su edición. Esto está trabajado con mucho mimo y cuidado.
Y se nota, vaya que sí. El caos y maremagnum social que representa su ciudad, es reflejado en "bcn" (9'31) fielmente. Una relación amor/odio que es transmitida con contundencia progresiva, pero sin pasar nunca esos límites. Ésta es una de las grandes virtudes de Ignatius. No necesita del manido metal para expresar una potencia arrasadora. De nuevo UK surge en los planteamientos instrumentales, al igual que combos japoneses de similar influencia.
Por último "Morning Moon" (11'01) cierra éste trabajo con otra lograda pieza instrumental no exenta de pasajes líricos krauties, alternados con fluidas cabalgadas latimerescas, teclados burbujeantes, y compactos ritmos de desbordante exuberancia sinfónica.
"Lights from the Deep" es un álbum espléndido, en el que su único "pecado" es no ir a la última en tendencias post, indie, alt, djem, math y demás irrelevantes tontadas snob, tan duraderas como una tormenta de verano.
Parece que obras tan sólidas y creativas como éstas, (véase el caso de sus paisanos Herba D'Hameli), tengan que ser acalladas por cuatro ignorantes cuatreros advenedizos con poder de información manipulada, ( lo de siempre, vamos).
Ignatius se merece el mayor de los elogios, y personalmente creo que DEBEN de seguir dando guerra. Porque el tiempo se encarga de hacer la criba definitiva.
Diez años tarde llego yo, como dices, el tiempo lo pone en su sitio y esto sigue siendo un discazo! Gran reseña también.
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