Siguiendo el ordinario recorrido que emprendieron la mayoría de los bluesman emergidos del Delta hacia el auspiciado norte, Big Daddy percato que en Indiana la escena del blues no era para nada despreciable. En la misma, tipos como Albert King,John Littlejohn y John Brim animaban el circuito, por lo tanto el viejo deseo de Lester Kinsey se quedo al plantar bandera en Gary. Con una modesta paga como conductor de grúas y una erudición notable en la guitarra slide, comienza a desandar una etapa fructífera a nivel personal, pero que no pudo plasmarla en algún vestigio porque para tal fin había que trasladarse a Chicago y el estar mucho tiempo alejado de su familia ,no lo convencía en absoluto. Entonces, tuvo el reluciente planteamiento de formar una banda emparentada junto a sus hijos, en la que sobresalía el guitarrista Donald, que años mas tarde acompañaría al rey Albert y Bob Marley, en sus respectivas agrupaciones. Este proyecto familiar fue bautizado como "The Kinsey Report...
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IGNATIUS - Lights from the Deep (2011 / MUSEA) (Rockliquias Bandas)
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El haber vivido unas cuántas vidas en una, (no siempre todas buenas, pero ahí sigo!), da para contar unas cuántas batallitas. Por eso cuando me encontraba recopilando información sobre Ignatius, banda barcelonesa progresiva, la sorpresa surgió. Resulta que sus dos componentes, Toni Castarlenas (guitarras) y Ricardo Boya (bajo, voz y teclados), habían sido en los 80 miembros de la banda hardcore-thrash-metal-majareta, Últimos de Cuba. Cuadrilla de divertidos indocumentados que tuve oportunidad de ver en directo, en aquel festival itinerante llamado "El Heavy no es Violencia", que organizara el desaparecido, legendario y buen amigo personal, Pedro Bruque (Tigres, Bruque). Recuerdo de aquella actuación un kilombo-maelstrom sonico no apto para cardíacos, ni para todos públicos.......Su cantante acabó el concierto en pelota picada, con la chorra al viento y el consiguiente disfrute de algunas (y algunos).
Décadas después, y con la ayuda de Dani Levy (batería), Ignatius nos ofrece en su debut del 2011 una cosa bien distinta. Progresivo espectacular, de compacta pegada y sonoridad generosa. Grabado exageradamente bien en dos estudios distintos por Antonio Prio y Santi Cerni. Esto es "carne con patatas" prog, para los que gusten de platos exquisitos, pero contundentes.
Compruebenlo en "Bleeding Souls" (8'03), donde la influencia de los UK del "Danger Money" se hace evidente. Baterías Hard y vertiginosos solos de sinte dignos de un Eddie Jobson o Jordan Rudess, que no escatiman en tensión emocional. El interludio instrumental entre guitarra y órgano te hace recordar hasta a unos primeros Rainbow. Que, no te quepa la menor duda, hoy tacharian de progresivos. La voz (y buen inglés) de Boya puede acercarnos también a Wetton, por su inteligente moldeo de las palabras.
Esto se hace palpable al comienzo de "Emptiness" (6'47). Imaginativos arreglos tensan la composición y la dotan de un dramatismo sinfónico espectacular. Este grupo hubiera colmado las expectativas del sello Magna Carta en los 90. Magellan o Shadow Gallery tendrían aquí a unos buenos compañeros de camarote. El estilo de Ignatius no anda alejado de aquellos primeros y sensacionales Magellan, que por cierto, también eran un dúo (ambos hermanos ya fallecidos).
Un bajo demoledor abre "Resurrection" (8'42), un instrumental que igual te lleva por senderos Crimson, que por otros más recientes tipo Planet X, The Underground Railroad o los mismos Dream Theater (sin llegar nunca al metal).
"A Lights from the Deep" (12'41) pasea elegantemente por la pasarela floydiana de unos contemporáneos Eloy. Con soltura y la seguridad que da el tener este material compuesto desde mucho antes de su edición. Esto está trabajado con mucho mimo y cuidado.
Y se nota, vaya que sí. El caos y maremagnum social que representa su ciudad, es reflejado en "bcn" (9'31) fielmente. Una relación amor/odio que es transmitida con contundencia progresiva, pero sin pasar nunca esos límites. Ésta es una de las grandes virtudes de Ignatius. No necesita del manido metal para expresar una potencia arrasadora. De nuevo UK surge en los planteamientos instrumentales, al igual que combos japoneses de similar influencia.
Por último "Morning Moon" (11'01) cierra éste trabajo con otra lograda pieza instrumental no exenta de pasajes líricos krauties, alternados con fluidas cabalgadas latimerescas, teclados burbujeantes, y compactos ritmos de desbordante exuberancia sinfónica.
"Lights from the Deep" es un álbum espléndido, en el que su único "pecado" es no ir a la última en tendencias post, indie, alt, djem, math y demás irrelevantes tontadas snob, tan duraderas como una tormenta de verano.
Parece que obras tan sólidas y creativas como éstas, (véase el caso de sus paisanos Herba D'Hameli), tengan que ser acalladas por cuatro ignorantes cuatreros advenedizos con poder de información manipulada, ( lo de siempre, vamos).
Ignatius se merece el mayor de los elogios, y personalmente creo que DEBEN de seguir dando guerra. Porque el tiempo se encarga de hacer la criba definitiva.
Diez años tarde llego yo, como dices, el tiempo lo pone en su sitio y esto sigue siendo un discazo! Gran reseña también.
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