Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
JETHRO TULL - Storm Watch 1.979 (colaboración Christian Jiménez)
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
Por encima del "Aqualung", del "Thick As a Brick" y del "Minstrel in the Gallery" no se puede poner ningún álbum de Jethro Tull, pero el arrollador "Storm Watch" les sigue muy de cerca.
Será la temática del deterioro del medio ambiente, y ese aviso del peligro que nos alcanzaría si no cuidamos el planeta que nos lanzó nuestro trovador de Dunfermline; serían esos sonidos afilados, rígidos y fríos de las guitarras o esa atmósfera amenazante y sombría que envuelve al álbum y que ningún otro disco del grupo tiene; o tal vez sería que fue el primer álbum de Tull que cayó en mis manos, pero...¡qué demonios!, fue, es y será el que más me guste de su discografía de los '70.
Y es que este trabajo tiene algo más: fue el que marcó el fin de una época gloriosa y muy fructífera para dar paso a los dañinos '80 y a ese condenado "A" (que a mí me gusta, pero que podría haber estado muchíiiiisimo mejor).
Se da un distanciamiento total de los anteriores "Songs From the Wood" y "Heavy Horses" para crear una maravilla con la que Anderson sorprendió tanto a crítica como a público; quizás por eso este último no respondió de la misma forma, que rechazó un poco el disco, acostumbrado ya a los anteriores...en fin...
No obstante se conforma un LP de magnífica facturación, con un inicio duro y sencillo que es "North Sea Oil". Después de eso lo que cabe destacar por encima de todo son las épicas "Dark Ages", que es una de las mejores y más "heavies" canciones que ha grabado el Sr. Anderson, y la originalísima mezcla de "blues", "folk" y "rock" "Flying Dutchman", donde sobresalen esos lametazos de flauta que sólo Anderson sabe pegar para coronar una sobresaliente composición.
Lo demás es un conjunto de buenísimas canciones como aquellas "rockeras" y enérgicas "A Stitch in Time", "Kelpie" o "Something's On the Move", las evocadoras y más suaves "Orion" y "Old Ghosts" y las preciosas "Home", una de las favoritas de Anderson y razón no le falta al hombre; una perla acústica que desprende tranquilidad, paz y mucha nostalgia, y, por supuesto, el segundo tema instrumental del disco, "Elegy", compuesta por David Palmer, que es una canción emotiva, delicada, y sensible en extremo; de hecho emociona cada vez que se oye (da igual la de veces que se haya escuchado).
Una portada impactante pone la guinda a este suculento pastel, que yo creo que hará las delicias de cualquier fan de Jethro Tull que sepa apreciarlo, teniendo más allá de sus miras, eso sí, los discos de los que siempre habla todo el mundo.
En resumen, que hay que escucharlo, sí o sí.
Temas
1. "North Sea Oil" 00:00
2. "Orion" 03:12
3. "Home" 07:10
4. "Dark Ages" 09:56
5. "Warm Sporran" (instrumental) 19:09
6. "Something's on the Move" 22:42
7. "Old Ghosts" 27:10
8. "Dun Ringill" 31:33
9. "Flying Dutchman" 34:14
10. "Elegy" (instrumental) 42:00
Formación
Ian Anderson: voz solista, voces, flauta, guitarra acústica y bajo.
Martin Barre: guitarra eléctrica, mandolina y guitarra clásica.
Barriemore Barlow: batería y percusión.
John Evan: Piano y órgano.
David Palmer: Sintetizadores, teclado electrónico y arreglos orquestales.
John Glascock: bajo en "Flying Dutchman", "Orion" y "Elegy".
Francis Wilson: voz en off.
Nota: si te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en
que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias
Buen trabajo. Se hace justicia con un disco y una brillante época de los Tull no apreciados por la crítica y gran parte del público.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Saludos
Eliminar