Siguiendo en la línea de mi positivismo natural y alegría optimista observo con disfrute y sana malicia como el incierto tiempo presente va triunfando en las cosas malas que suceden a una velocidad que casi se nos hace difícil de gestionar, pero también nos ofrece un retorcido sentido del humor para explayarse con entusiasmo en el sarcasmo y la burla. Como vengo recomendando cada semana algunos pensamos que aislarse casi por completo ya es una necesidad básica y un descanso absoluto por agotamiento del nervio vago y crecimiento inusual de los testículos. Entiendo también que el sadomasoquismo tiene mucho tirón y un fuerte arraigo cultural en las costumbres. Eso siempre se disfruta. La relación humana carga muchísimo y de seguir corres el peligro de volverte más idiota si cabe de lo que muchas veces ya somos. Sea como fuere, hacer música acaso deviene como una actividad extraña. Raro es incluso. Cuando uno pasa de los 70 años la vida ya no se ve de la misma manera. Si me perm...
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JETHRO TULL - Storm Watch 1.979 (colaboración Christian Jiménez)
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Por encima del "Aqualung", del "Thick As a Brick" y del "Minstrel in the Gallery" no se puede poner ningún álbum de Jethro Tull, pero el arrollador "Storm Watch" les sigue muy de cerca.
Será la temática del deterioro del medio ambiente, y ese aviso del peligro que nos alcanzaría si no cuidamos el planeta que nos lanzó nuestro trovador de Dunfermline; serían esos sonidos afilados, rígidos y fríos de las guitarras o esa atmósfera amenazante y sombría que envuelve al álbum y que ningún otro disco del grupo tiene; o tal vez sería que fue el primer álbum de Tull que cayó en mis manos, pero...¡qué demonios!, fue, es y será el que más me guste de su discografía de los '70.
Y es que este trabajo tiene algo más: fue el que marcó el fin de una época gloriosa y muy fructífera para dar paso a los dañinos '80 y a ese condenado "A" (que a mí me gusta, pero que podría haber estado muchíiiiisimo mejor).
Se da un distanciamiento total de los anteriores "Songs From the Wood" y "Heavy Horses" para crear una maravilla con la que Anderson sorprendió tanto a crítica como a público; quizás por eso este último no respondió de la misma forma, que rechazó un poco el disco, acostumbrado ya a los anteriores...en fin...
No obstante se conforma un LP de magnífica facturación, con un inicio duro y sencillo que es "North Sea Oil". Después de eso lo que cabe destacar por encima de todo son las épicas "Dark Ages", que es una de las mejores y más "heavies" canciones que ha grabado el Sr. Anderson, y la originalísima mezcla de "blues", "folk" y "rock" "Flying Dutchman", donde sobresalen esos lametazos de flauta que sólo Anderson sabe pegar para coronar una sobresaliente composición.
Lo demás es un conjunto de buenísimas canciones como aquellas "rockeras" y enérgicas "A Stitch in Time", "Kelpie" o "Something's On the Move", las evocadoras y más suaves "Orion" y "Old Ghosts" y las preciosas "Home", una de las favoritas de Anderson y razón no le falta al hombre; una perla acústica que desprende tranquilidad, paz y mucha nostalgia, y, por supuesto, el segundo tema instrumental del disco, "Elegy", compuesta por David Palmer, que es una canción emotiva, delicada, y sensible en extremo; de hecho emociona cada vez que se oye (da igual la de veces que se haya escuchado).
Una portada impactante pone la guinda a este suculento pastel, que yo creo que hará las delicias de cualquier fan de Jethro Tull que sepa apreciarlo, teniendo más allá de sus miras, eso sí, los discos de los que siempre habla todo el mundo.
En resumen, que hay que escucharlo, sí o sí.
Temas
1. "North Sea Oil" 00:00
2. "Orion" 03:12
3. "Home" 07:10
4. "Dark Ages" 09:56
5. "Warm Sporran" (instrumental) 19:09
6. "Something's on the Move" 22:42
7. "Old Ghosts" 27:10
8. "Dun Ringill" 31:33
9. "Flying Dutchman" 34:14
10. "Elegy" (instrumental) 42:00
Formación
Ian Anderson: voz solista, voces, flauta, guitarra acústica y bajo.
Martin Barre: guitarra eléctrica, mandolina y guitarra clásica.
Barriemore Barlow: batería y percusión.
John Evan: Piano y órgano.
David Palmer: Sintetizadores, teclado electrónico y arreglos orquestales.
John Glascock: bajo en "Flying Dutchman", "Orion" y "Elegy".
Francis Wilson: voz en off.
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Buen trabajo. Se hace justicia con un disco y una brillante época de los Tull no apreciados por la crítica y gran parte del público.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Saludos
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