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Sebastian Hardie - Four Moments (1975)

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 Cualquier aficionado al rock progresivo de los años 70 sabe que la escena australiana era bastante limitada. Es curioso, teniendo en cuenta los fuertes lazos comerciales y culturales que Australia tenía con Inglaterra y Estados Unidos, que el número de bandas progresivas en el país fuera tan reducido. Sin embargo, esto no impidió que músicos talentosos crearan obras de calidad. Sebastian Hardie es un ejemplo notable. Influenciado por Camel , Yes y Focus , su álbum Four Moments merece mucho más reconocimiento. Aunque la música de este álbum puede no ser tan original o intrincada como la de algunas de las bandas que lo influenciaron, es, no obstante, sentida y ejecutada con pasión y dedicación. Los músicos son excelentes instrumentistas, que demuestran habilidades compositivas admirables. Las canciones están bien estructuradas, organizadas e interpretadas con precisión. Mario Millo , por ejemplo, es un guitarrista que no busca exhibir virtuosismo. En cambio, aporta solos reconfortan...

José Cid - 10.000 Anos Depois Entre Venus e Marte (1978 / Orfeu)

 Ya apareció  el teclista portugués José Cid por éstas páginas,  con su anterior banda Quarteto 1111 y su magnífico "Onde, Quando, Cómo, Porqué Cantamos Pessoas Vivas" (1975). Tres años después,  José Cid se embarca en éste proyecto conceptual en solitario, su propio "Space Oddity" en clave sympho-prog. Ayudado por Zé Nabo (bajo, guitarras), Ramón Galarza (batería), Mike Sergeant (guitarras) y el propio José Cid (omnipresente Mellotron, strings synths, teclados varios, Moog y voz, además de producción).



La odisea en el espacio da comienzo con "O Último Día Na Terra" (4'21). Un edén analógico  de típica sonoridad en los finales 70. Junto a la colosal coral mellotrónica y la potencia de un grupo de rock, su musculado prog convence al instante. Cantado con solvencia, en portugués,  no anda alejado de una suntuosidad propia del "Ciclos" de Canarios o el "Earth" de Vangelis. El carácter sólido y grupal de la obra le hace ganar puntos, aún a pesar de que los teclados son los absolutos protagonistas. 

"O Caos" (6'00) toma patrón casi hard-prog, al estilo de los primeros Asfalto. Acústicas,  Solina y Mellotron dominan, mientras un fino solo de guitarra los atrae hacia Eduardo Bort en su primer e inolvidable álbum. Podría también ser RPI (Rock Progresivo Italiano) de estar cantado en ése idioma, (Biglietto Per L'Inferno/ Museo Rosenbach, p. e.).

Piano y sintetizadores,  seguido de Mellotron de voces y fuerte y grandilocuente rítmica, exponen "Fuga para o Espaço" (8'10), donde la guitarra evoca grandiosidad propia de Bloque. El armatoste blanco es el líder entre la jauría teclística. Es sabido que José Cid era propenso a la mellotronitis aguda. Bendita enfermedad. El Moog aporta majestuosidad necesaria para que los críticos-haters de la época  se cagaran a gusto ante éstas "pretensiones". Sensacional ejemplo demostrativo sinfo-progresivo que en su día,  por aquí ni nos enteramos de su existencia. Y mira que estamos cerca. Exhibe un dramatismo apasionado acorde con el de nuestro "Jesucristo Superstar" (Canarios de nuevo).

Vuelta de cara para "Mellotron, o Planeta Fantástico" (6'43), en una onda Socrates Drank the Conium/Axis (no olvidemos que en los primeros estuvo Vangelis). Con una guitarra de ataque wah wah a lo Garybaldi. Rhodes y texturas de calado puro prog tal que unos Aphrodite's Child en "666". Con desembocadura instrumental Bloque que se erige formidable en todo su contexto y esplendor.

"10.000 Anos Depois Entre Venus e Marte" (6'05) posee un leve aire aflamencado-floydiano que los acerca a Imán Califato Independiente, tal cual. Que no es mala cosa. En su tratamiento dramático-vocal están sin embargo más en onda Módulos,  con los que también puede encontrárseles semejanzas. La proximidad hispana deja plasmadas influencias evidentes.

"A Partir do Zero" (4'43) parece un outtake de Il Balletto di Bronzo o La Máquina de Hacer Pájaros. Sintetizada horda de teclas en plenitud, apoyada por sagrado Mellotron a saco y sección rítmica desbocada. Ésto es una gloriosa bacanal sinfo-progresiva, para darle en el morro a ése amigo pelma fan del garage escandinavo o el glam italiano (que manda cojones).

"Memos" (2'07) no son los mencionados, sino el final del álbum,  con floydismos hispanos a la Araxes II / Azahar.



El cd cuenta con un magnífico bonus que no entró en el álbum original, "Vida (Sons do Quotidiano)" (12'41). Piano+spoken word+bebé llorón y grandilocuente entrada de banda sinfonata a más no poder. José Cid hace de Campeador de los sintes, cargándose sarracenos nuevaoleros a golpe de Moog y Mellotron de épica inmensa y drama italiano. Puro RPI/ Sky sound/ Spanish prog/ Telón de Acero style. Un enorme álbum éste,  que no tuvo continuación en la carrera de José Cid. Optó por otras vías musicales más rentables. Eso sí, nos dejó un clásico estratosférico.

J.J. IGLESIAS





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