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Sebastian Hardie - Four Moments (1975)

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 Cualquier aficionado al rock progresivo de los años 70 sabe que la escena australiana era bastante limitada. Es curioso, teniendo en cuenta los fuertes lazos comerciales y culturales que Australia tenía con Inglaterra y Estados Unidos, que el número de bandas progresivas en el país fuera tan reducido. Sin embargo, esto no impidió que músicos talentosos crearan obras de calidad. Sebastian Hardie es un ejemplo notable. Influenciado por Camel , Yes y Focus , su álbum Four Moments merece mucho más reconocimiento. Aunque la música de este álbum puede no ser tan original o intrincada como la de algunas de las bandas que lo influenciaron, es, no obstante, sentida y ejecutada con pasión y dedicación. Los músicos son excelentes instrumentistas, que demuestran habilidades compositivas admirables. Las canciones están bien estructuradas, organizadas e interpretadas con precisión. Mario Millo , por ejemplo, es un guitarrista que no busca exhibir virtuosismo. En cambio, aporta solos reconfortan...

Sukellusvene - Vesi Ja Lintumusiikkia (1979)

 Este es un álbum del que tan solo se vendieron 300 copias en vinilo. De hecho, la compañía que sacó este disco se fue a la quiebra en poco tiempo. El final de los años 70´s fue desfavorable para la música con cierta calidad. Sí ya sé que me he ido a rebuscar lo más nimio y escaso del panorama progresivo y no es ningún ejercicio de snobismo por ser rarito y particular os lo aseguro.



 Recomendar un disco siempre es algo contradictorio por lo siguiente: Para mí todo lo que sea rarito, exclusivo, friki o rebuscado y que encima lleve alguna etiqueta pseudo intelectual, tendencia ultra moderna o snob me repele como una dermatitis, almorrana o prurito anal. Aun con todo, lo minoritario siempre se ha interpretado desde diferentes puntos de vista un tanto particulares. En la memoria tengo y seguro que algunos de vosotros también esa patología del coleccionismo. La acumulación de música descontrolada en cualquier formato es un verdadero Síndrome de Diógenes Ni que decir que esos discos son de adorno en la estantería y cuando superan por miles y miles huelen a rancio como un templo mariano o como un baño atascado. Esa famosa frase del griego Sócrates que reza “cuanto más sé solo sé que no sé nada” deberíamos aplicárnosla todos y utilizar el pragmatismo y la lógica mucho más a menudo.

Este disco de jazz rock progresivo salió en 1979 con los ingredientes instrumentales orgánicos que venían del jazz, el rock, la clásica y con miembros que venían del mundo académico.  Hacer música con alguna neurona y honestidad en aquella época era camino del fracaso y curiosamente hoy pasa lo mismo. Son aspectos que no cambian. Querer vivir de la música, hacerte famoso, engreído y con el único fin de ganar dinero solo está destinado para los que tienen la cara más dura, ningún escrúpulo y un solo motivo material económico de ganar dinero. Exactamente igual que la política y el negocio empresarial. Si orientamos las inquietudes artísticas con el único fin de la vanidad nada de lo que hagamos a nivel interior como personas tiene ningún valor ni ningún sentido. Si uno monta una banda o hace música como una idea de negocio no tiene ningún interés ni en la música ni en el arte en general. 



Cuando alguien hace lo que realmente le gusta en la música generalmente acaba solo y costándole a él dinero y no al revés. El rock progresivo que se hizo, se hace y se hará fuera de su época solo tiene un motivo: el disfrute personal. Cuando escucho discos así, como éste, sin ninguna pretensión ya sea por disfrute, alegría, incluso llámalo capricho, tiene mi respeto. Todos deberíamos hacer exclusivamente lo que nos gusta, pero sí, efectivamente se trata de una ingenua utopía.

Alberto Torró


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Comentarios

  1. Pues imagínate como nos sentimos los que amamos estas músicas hoy en día. Somos islas en un enorme oceano, solitarios y ya con edad sin afán de nada más. Simplemente que se nos respete.

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    1. Así es. Pero ya estamos muy acostumbrados y de alguna forma nos sirve de escape. El que nos respeten o no por mi parte ya me es incluso indiferente. Con la edad dejas de tomarte en serio casi todo. Entras en otra liga. Lo hacemos por entretenernos y son muchos años en esto. Casi toda la vida diría. Es como ejercer de docente y que nadie te escuche. O como un yayo contando pesadas batallitas jejeje. Pura evasión. También nos sirve para tener la cabeza activa incluso filosofar con humor sobre la condición humana. Sin embargo reconozco que la música es un buen antidepresivo y sirve para contrarrestar el mundo absurdo y tonto en el que vivimos.

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