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IN MEMORIAM MICK RALPHS : Take This! (1984/Rock Machine)

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 "Me gusta tu camiseta", me dijo mientras me asomaba sin pudor a su camerino y se acicalaba ante el espejo, con su florida camisa hawaiana. Yo llevaba la portada del primero, "Bad Co".  Iba a tocar un bonito set con la Mick Ralphs Blues Band. Nada serio, sólo para pasarlo bien, como así fue. Creo que fue uno de los tres rock stars que mejor me han atendido en un backstage en mi vida. Y ésas cosas no se olvidan. Y se ha ido. Una leyenda de las de verdad. Guitarrista de Mott the Hopple y Bad Company. Vivió los mejores años del hard rock. Su banda fue la # 2 en Swan Song Records. Peter Grant los adoraba y por lógica,  Led Zeppelin también. Llenaron estadios gigantescos en USA y disfrutó del 70s rock star system, con todos sus excesos y locuras. Pero nunca perdió su humildad. Doy fe. Un guitarrista hábil,  inteligente, intuitivo, sensible y poderoso, según requiriera el momento. Siempre a favor de la canción  y del grupo. Nunca exhibicionista. Siempre imprescindible...

ESPERANTO - Tiempos de vencer (2024/ Yai Yai)

 El fatídico 2020 dio al traste con mucho proyecto interesante. Entre los que estaba el de los excelentes Melange. Los madrileños replegaron filas cara a un nuevo asalto. Y tres de ellos, Daniel Fernández (bajo, voz), Sergio Ceballos (guitarra, voz) y Adrián Ceballos (batería, voz) vuelven como Esperanto. Junto a Javier Alonso (batería, voz), completan el cuarteto. Los 70 siguen estando en su hoja de ruta, de un modo u otro.



Así,  en la inicial "Di Dónde Estás" (5'21) cruzan caminos psico-progresivos de sorprendente frescura. Con una nerviosa base rítmica  y telaraña de seis cuerdas cerca de Achim Reichel o Manuel Gottsching,  que desarrolla efectiva, con deliciosos resultados lisérgicos. 

De tal modo que "Tiempos de Vencer" (5'50) recorre ése maravilloso sendero, ambiguo pero seguro. Que me recuerda a los mejores Man por su equilibrio psych & prog de sólida resolución  entre acidez guitarrera y rítmica apocalíptica. Mientras cantan a coro (una de sus señas identificativas), como una secta alienígena más allá de Tytan.

Y como si de un Deke Leonard se tratara, la intro de "Poison" (3'39) avisa de que la racha inspirativa está lejos de agotarse. Su curiosa perspectiva vocal posee melodías seductoras, poco visitadas, lo que los hace originales y particularmente únicos. 

La breve "Deseaba Verte Llegar" (1'30) podría estar en el "Mundo, Demonio, Carne" de Brincos, y no es la única. Hágase usted una idea aproximada. Si puede.

"Adelante" (5'16) incluye sitar de Daniel Fernández,  que junto a wah wah espiral crea el efecto hipnótico krautie cercano a unos Embryo. Finura eléctrica cosmic blues y poderosa corpulencia rock en formato instrumental. Gustan de ésta estrategia. Piensa también en Nektar.

Los casi siete minutos de "Sringara" (6'49) proceden a una exposición made in Brain/Bacillus/UA, en cruce Caravan/Camel que produce la magia. Un furtivo sintetizador de gruesa analogía,  obra de Javier Alonso, tiene gran parte de culpa. Bendito culpable. Aunque la implicación grupal es absoluta.

Esperanto son una piña fosilizada de sorprendente estilismo psych-prog. Muy personal y "hauntológica". O cómo crear nuevas sensaciones, lejos de la nostalgia, a partir de añejos sonidos eternamente venerados.

Ahí está "Targard" (2'14) con su aura psico-aflamencada, de precisión francotiradora.

O la final "Abrázame" (3'36), propiciando krautismo morriconiano de imposible western de autor.



Esperanto han firmado un documento de tremenda valía creativa. Expertos en los giros inesperados hechos con toda la naturalidad. Como si fuera eso fácil. Si son "Tiempos de Vencer", se han quedado solos en la arena.

Pulgar hacia arriba.

J.J. IGLESIAS



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Comentarios

  1. Celebro esta reseña de Esperanto al ser seguidor del grupo madre Mohama Saz y de su, ya hijo algo olvidado, Melange. Este disco del año pasado apenas ha sido mencionado, tampoco reivindicado, y creo que ha sido de lo más interesante de la cosecha del 2024. Están, efectivamente, más en la onda Melange que Mohama Saz, y ambas ondas se retroalimentan. Frente a la reivindicación folklórico-progresiva oriental y andina de los últimos, estos Esperanto se recrean más en esa conjunción experimental del progresivo (bien añadidos Man y Nektar) que dejó a medio camino unos Melange demasiado pronto desaparecidos.
    Saludos,

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