IN MEMORIAM Parte II: SIMON HOUSE - Spiral Galaxy Revisited (2000/ Black Widow)
Permítanme un segundo "In memoriam" sobre Simon House, porque su importancia en nuestro entorno rockliquiano, es gigantesca.
Miembro de los psico-ácidos High Tide, musicando "Macbeth" de Roman Polansky con Third Ear Band, violinista en la Barclay James Harvest Orchestra, en los más legendarios Hawkwind, fichado por el propio David Bowie para su banda, y muchos otros proyectos más. Hay mucho personaje aquí por cubrir.
Así que en nuestra sección electrónica tenía que aparecer con alguno de sus destacados trabajos en solitario (ya lo trajimos en vida). Títulos como "House of Dreams" junto a Rod Goodway, (enorme cruce de caminos entre Bowie y VDGG), o "Yassasim", son recomendaciones garantizadas.
Como la de hoy, "Spiral Galaxy Revisited", que marcaba el inicio de un nuevo siglo del que ya llevamos 25 años. Para alguien acostumbrado a viajar entre dimensiones, o retar al tiempo y el espacio cuántico con su música, bien poco significa todo ésto. A sus moduladores Roland 4220 y Casio V210M, el Kawai KJ Keyboard, indispensable secuenciador, multitrack Sansui, mezclador Alesis y demás efectos Sony DAT, ponía en marcha éste muy interesante trabajo de pura fantasía cósmica.
Y el título inicial "Spiral Galaxy 28948" (7'17) lo refleja claramente. Su violín procesado por mil efectos y filtros ejerce de inusual sintetizador, en un mar electrónico de capas y conseguidos ritmos de batería y bajo.
Muy Berlín School se presentaba "The Forge of Vulcan" (4'23). House es un buen sintetista, que ve todo el espectro y más allá, dibuja y colorea paisajes planetarios con cósmica sonoridad individualista, muy romántica, seguro que herencia de su formación clásica.
"Hall of the Mountain Grill" (4'23) ya lo dice todo. Una debussyana pieza que ya apareció en el album de mismo nombre de Hawkwind, en 1974. Melancolía espacial de reflexión existencial. Piano y sintes en armonía de las esferas. Dramatismo en clave de contemporánea en una fascinante escritura del propio Simon House. Aquí el dominio es sintetizado, frente a la omnipotencia mellotrónica del original.
Excelente simbiosis de laboratorio sonoro es "Lunar Sea" (4'28), entre Tangerine Dream 80s y Ultravox, (recuérdese que también gustaban de violín + synths, acercando texturas similares).
Cyber-romanticismo, como un Ravel o un Rimsky-Korsakov, un Tomita o un Robert John Godfrey, ofrece "Ozone" (5'45), con su muro de sonido melódico, fuertemente respaldado por una virtual rítmica de realismo asombroso. Cuántos idiomas musicales dominaba éste hombre!
En la otra cara, "Chronoglide Skyway" (3'34) simula un synth-whistle (o una gaita gallega), en una especie de sintonía de película tipo "Space 1999". De arreglos excéntricos y hasta casi Moroder, es una quedada bien chula.
"Gothyk" (4'53) expresa guitarra eléctrica mediante violín, en espesura gótica, para oscuro club lleno de vampiros de la noche. No por ello abandona el space rock ni por un segundo.
Y por si había dudas, ahí suelta la andanada sinfo-kosmische que es "Glencoe" (19'00). Monstruosa suite que vale ella sola por todo el álbum. Amalgama todos los atributos y virtudes de tan completo músico: delicadeza melódica, enigma y misterio ambiental, clasicismo, romántico proceder compositivo, sintetismo de élite, violín de inequívoco lenguaje, cósmica orgánica, muy humana......
Asumiendo cotas de belleza comparables a The Enid, Gandalf o el mejor Mike Oldfield. O a japoneses del gremio como Asturias, Midas, Deja Vu, Mugen, Outer Limits, Pageant o Motoi Sakuraba.
Simon House amplió sus horizontes más de lo que muchos creen.
Un auténtico genio no reconocido.
J.J. IGLESIAS
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