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Arthur Brown Vincent Crane – Faster Than The Speed Of Light (1979)

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 Hubo un momento en el tiempo en que el Hammond rugía como un dios herido y las voces parecían invocar tormentas eléctricas desde el más allá. Era el año 1979, y mientras muchos daban por muerto al rock progresivo, dos espíritus indomables se cruzaron en el umbral de lo improbable: Vincent Crane, el arquitecto del abismo sonoro, y Arthur Brown, el chamán teatral de la psicodelia. Lo que surgió de aquel encuentro no fue un simple disco...Fue un último hechizo, una despedida cargada de fuego, lirismo y gravedad. Corría el año 1979. El punk había pateado las puertas del rock con botas sucias y desprecio por el virtuosismo. El progresivo, herido y exiliado, se deshacía en mutaciones barrocas o caía al silencio. Muchos creían que los brujos de la psicodelia ya estaban gastados, encerrados en discos polvorientos. Pero el fuego no se apaga así de fácil, no cuando quedan brasas vivas como Vincent Crane y Arthur Brown, dos de las mentes más inquietas, teatrales y delirantes que nos dejó la ...

Ganbara – Banan Banan (1985/ Elkar)

 Con éste tiempo infernal, resulta todo un placer volver la vista a Euskadi y a su folk prog de verdor refrescante. Allá por los primeros 80 se forma Ganbara.  Editando en 1982 su debut, "Behin batean". Su propuesta es un rico folk que mira de frente a leyendas británicas de la anterior década. Para 1985, el sello Elkar les edita "Banan - banan".



Siendo su formación un sexteto compuesto por la deliciosa voz de  M. Eugenia Etxeberria,  Ángel Unzu (guitarras), Josean Martín  Zarko  (guitarra clásica,  acústica,  dulcimer), Juan Ezeiza (instrumentos tradicionales), Josetxo Fernández (teclados) y Eduardo Salvador (bajo y flauta). Un mágico mundo se nos abre con "Bilutsik azkenean ur bazterrean" (6'26). La combinación de voces, acústicas y flauta ejercen fascinación instantánea.  Un bálsamo revitalizante para los sentidos embrutecidos por el día a día.  El teclado ayuda a ésa riqueza de sonidos. Curioso que no se acredite batería,  cuando la hay, y muy bien insertada. Una paz entre el medievo y lo tradicional se respira en "Herrimina" (4'30). Mike Oldfield se hubiera apuntado gustoso a ésta sesión.  Otra absoluta maravilla, de aires bretones, es "Goizean goizik jeikirik" (7'03). Dónde la estela mágica dejada por el druida Alan Stivell se deja sentir. Instrumentos de la tierra crean un fantasioso mundo propio, delicado y lleno de sensibilidad.  Algo realmente encantador y embelesante. Otra joya guiada por el bajo es "Bermioko uholdeak" (3'55), con una Etxebarria espléndida. Modernizan la propuesta con todo respeto  en "Zertara yiten zira" (6'50), consiguiendo resultados cercanos a Gryphon. Piano y travesera como introducción a "Piñudia laiñotan" (5'20) y cierto aire hippie a Laurel Canyon mafia. Vuelven los aires medievales para "Bereterretxeren kanthorioa" (6'25), le imprimen cierta actualización de texturas. Como si Pentangle se aliara con Alan Parsons Project. Y la mezcla funciona. Finalizan con "Banan-banan" (2'55) dejando un placentero sentimiento de paz, nostalgia y recuerdos.



Éste maravilloso álbum llegó a salir reeditado en Japón,  que allí valoran como se debe éstas cosas. Aún continuaron durante los 90 Ganbara,  lanzando cuatro trabajos más. Una recomendación personal.

J.J. IGLESIAS


 

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