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Love Live Life – 殺人十章 = 10 Chapters Of Murder (1972)

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 No hay duda alguna que la visión de los japonés en los 70’s siempre ha sido algo digno de apreciar, hoy en día cualquier manifestación que deslumbra Japón en cuestiones de ARTE logra ser algo memorable, freak y hasta de una delicadeza bárbara. Este álbum es justamente eso, y me gustaría que ustedes puedan apreciar un poco más de esa performance que solo Japón sabe manifestar en su música.10 Chapters Of Murder - from Colin Wilson's Encyclopaedia of Murder es un álbum singular, quizás no logre ser extremadamente avant-garde pero logra llegar a un punto muy alto dentro de su concepto y se vuelve una experiencia fascinante.   Debo confesar que este álbum es una obra aun "fresca" para mis oídos y todavía no salgo por completo de su performance, sin embargo para mí esto es toda una aventura sonora al extremo pues es como navegar por ríos peligrosos, en si una verdadera experiencia. Si bien sabemos que los "conceptos artísticos" de los japoneses en ocasiones son bizar

Jim Gilmour – Great Escape (2005/Progrock)

 Bien es conocido éste teclista escocés  (sí,  de Confín, Escocia!), por haber sido parte importante de los más gloriosos momentos, en la trayectoria de los canadienses Saga. Claramente contribuyó  a su estilo característico. 



Ya en 1996, se estrenó con "Instrumental Encounters", un álbum de puro sintetismo vangelisiano. Pero fue casi 10 años después, cuando sorprendió con el gran (valga la redundancia) "Great Escape". Quizá el título se refería a él mismo, necesitaba un cambio. También lo dedicó a la naturaleza salvaje de Canadá.  Aquí había toda una banda formada por John Bianchini  (guitarras), los baterías Christian Simpson y Roger Banks y la adicional voz de Corrina Tofani. 

Jim Gilmour estaba al frente de su monstruoso equipo electrónico,  voz solista y compositor absoluto. Que ya se mostraba así de seguro en "No Sign" ((7'19), donde piano y cuerdas desplegaban con rudeza hard guitar, y terribles solos de minimoog,  un concepto progresivo musculoso. Muy americano, pleno en melodía y órgano,  muy Kansas. Tremendos graves cibernéticos abren "Algonquin" (5'30), no extraña que Gilmour se encargara del soundtrack de la TV serie, "Cobra". Esto vale perfectamente a los mismos efectos. Su velocidad solista trae al recuerdo a Jan Hammer, Patrick Moraz o Rick Wakeman. La batería imprime una estruendosa energía a una composición llena de vida musical. Vuelve la agradable voz de Gilmour en "Lost Along the Way" (5'12), en cobertura art rock no lejos de 801 o Eddie Jonson. Con éste último también guarda paralelismos técnicos.  La bonita voz de la Tofani se deja oír por primera vez. Ahora sería el clásico Emerson el recordado como musa en "Killarney Sunrise" (4'42), con cierto aire jazz inherente también a su estilo. Elegancia al por mayor. Sigue el piano con "The Northwind" (4'01), y Gilmour que gusta cada vez más como cantante. Más rock teclistico arty de factura casi Camel, muy bien apoyado por percusiones expertas y Corrina Tofani al micro. 

La más Saga hasta ahora es "Radiant Lake" (4'41), también con factor jazz rock y excepcionales sintes parlantes. Joachim Kuhn la hubiera firmado en su etapa más rockera de los 70. Sigue una improvisación al piano, "Carden Isle" (3'44) de bellísima realización estructural. "Wasteland" (2'59) y "Canoe Do It?" (5'27) entran en la recta final. La primera con una soberbia balada propia de John Wetton en solitario. La segunda, sin interrupción, vuelve a la pirotecnia hard estilo Kansas del comienzo. Prog bombástico y espectacular made in USA, que Gilmour domina como nadie. Aún queda un último cartucho (dos, en realidad),  con la final "Last Portage" (13'28), donde sacude al oyente con andanadas de sintetizador que todo lo invaden, con base hard rock de la banda y cataclismo sympho-rock cercano a Magellan, Mastermind o los primeros Glass Hammer. El tema termina aproximadamente por el minuto 7. Dejando por descubrir un típico "hidden track" de piano sólo, que es puro Keith Jarrett.



Discos como "Great Escape" contribuyeron a solidificar la prog music en el nuevo siglo. Y aquí con Matrícula de Honor.

J.J. IGLESIAS


 

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