Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
PAUL BLEY - Improvisie (1971 / América)
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
El canadiense Paul Bley , ya llevaba carretera andada cuando se mostró como un firme defensor del sintetizador en los finales 60. Durante los 50 había respirado el humo novedoso del be bop con Charlie Parker, Jackie McLean, Lester Young, Ben Webster, Charles Mingus o Art Blakey. Eso marcaría (a cualquiera) su inagotable afán vanguardista en las próximas décadas.
Terminando los 60 reúne a Don Cherry, Ornette Coleman, Charlie Haden y Billy Higgins. Y las bases jazz se le quedan pequeñas. Conoce y se casa con Carla Bley, alma gemela investigadora tenaz y nunca conforme. Tras su separación, Paul Bley asume que el sintetizador Moog y el ARP son herramientas de futuro, y no se equivoca en sus predicciones. Con ellos dará el primer concierto en vivo en el Philarmonic Hall, NY, 1969. Forma la Bley-Peacock Synthesizer Show con Annette Peacock, otra exploradora curtida."Improvisie" es fruto de ésa unión con ella al canto (nunca previsible), bajo y piano eléctrico. Han Bennink en batería y percusiones, proveniente del campo del free jazz, y Paul Bley al electric piano y sintetizadores. Dos únicas piezas en vivo serán el resultado, ofrecidas en el Club B14 de Rotterdam, en Marzo del 71.
"Improvisie" (13'53) está compuesta por los tres. Sorprende su corta duración, en contextos de éste tipo. Es abordada desde la introspección casi de un Bill Evans, pero en avant modo. Percusiones detallistas en contínuo cambio, reflexivo piano eléctrico y perfecta expresión improvisadora. Cuando entra el sintetizador como solista, torna a emocionante, llena de un profundo sentimiento. Su cubista intervención produce una inenarrable calma interior. Probable tortura para un no iniciado, pero así es la música, (en realidad, todo). Un lenguaje inventado incluso antes que el habla (y así se debió de quedar). Los pasajes nunca son inmóviles, siempre cambiantes, derivan en aleatoria serie de sonidos bastante más organizados que muchas supuestas composiciones escritas. El free cambia de sexo, y se convierte en prog-electrónica avanzada. Y ya se confunden los géneros. ...trans jazz?, homo-Moog?, bielectrofree?......un LGTBI (me dejo alguien?) del sonido modulado por expertos escultores de la onda senoidal. Extraordinario ejercicio kraut no premeditado, pero encontrado por vías similares de búsqueda y atracción neuronal magnética.
La segunda parte, "Touching" (23'43), ya mantiene una extensión más conforme con la duración del vinilo. Su autoría pertenece a Annette Peacock, por lo que deducimos que existen pautas dirigidas por ella que conducen la pieza. Si bien Bley y Bennink van a su libre albedrío, dentro de una colaboración grupal evidente. Muy original el planteamiento percusivo, casi como un teclado más, mientras el piano debate en cualidad pseudo acústica y se acercan a un arropo de matiz contemporáneo. Cuando de nuevo entra el sintetizador, la magia esquiva se toma su bello momento. Que se amplifica con la excelencia y profundidad vocal de la Peacock. Ahora sí en terrenos avant-jazz, aunque siempre discutibles. Lo que permite que el material ofrecido tenga un contínuo atractivo para el oyente, dentro de su ambigüedad estilística. El bajo fuertemente distorsionado a la Hugh Hopper, el cambiante enjambre percusivo y la belleza solista del Moog, nos lanzan a dimensiones pletóricas en sentimientos encontrados y sensaciones multiorgásmicas. De hecho es una pieza muy superior, y no sólo en minutaje. Aquí se encuentran en estado expansivo de gracia. Han alcanzado ése nivel tan ansiado por el músico, de libertad plena dentro de una hecatombe aparente, pero perfectamente organizada. La parte electrónica llora, grita, protesta, susurra, seduce e indigna. Mientras alrededor suceden cosas sin parar, en un detallista pandemonium, que se cierra con la inquietante voz de Annette en intimista resolución.
Debería decir eso de que "no es para todos los públicos"? Porqué. ....Acaso lo advierten en salas de arte moderno? Pues eso. Déjese llevar y disfrute.
J.J. IGLESIAS
Temas
AImprovisie
Written-By – Annette Peacock, Han Bennink, Paul Bley
16:05
BTouching
Written-By – Annette Peacock
23:45
Este domingo (23/08/2020) a las 21:00 primer programa de DISCOS PARA INQUIETOS en ROCKLIQUIAS RADIO
Comentarios
Publicar un comentario