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MacArthur – MacArthur (1973)

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 Otra de las bandas injustamente enterradas en el olvido, sin apenas información sobre ella, es desconocida para la mayoría de público rockero. De origen Norteamericano con solo 2 Lp's pero de categoría superior, pasarían sin pena ni gloria por los circuitos comerciales masivos. Realizaron un progresivo inusual en las costumbres del nuevo continente, con un trasfondo muy europeo en las estructuras compositivas, confunde y sorprende la procedencia del otro lado del charco. El derroche de calidad y creatividad es total, el potencial enorme y el virtuosismo patente, sin embargo no hubo continuidad. Su sonido se sostiene sobre una importante base de teclados, mayoritariamente sintetizadores moog y minimoog,  última tecnología del momento, que nos retrotraen a la memoria irremediablemente los muros de sonidos uniformes y punzantes que solían aplicar EL&P en sus años dorados. Composiciones técnicas arropadas por unas guitarras arpegiadas a ritmo muy atractivo, dan una nota más humana

Le Orme ‎– Verità Nascoste (1976)

 Con la inclusión de un nuevo guitarrista llamado Germano Serafin como miembro fijo del grupo, Le Orme serían un cuarteto estable hasta 1982. Si con “Smogmagica” veíamos a unos Le Orme algo más facilones y proclives a no usar mucho el coco, con Verita Nascoste se sienten menos vagos a la hora de componer y le dan a la música algo más de chicha e interés.


 Germano se adapta mejor que el anterior guitarrista y no resulta tan agua-aceite en la mezcla. Como es habitual en ellos vuelven a un progresivo amable y nada complicado donde prima la melodía setentera típica italiana y una elaboración más animada en la composición. Han trabajado más las estructuras y hay más cortes y cambios: “Insieme al Concerto” es bastante entretenida y alargan un poquito más las piezas en torno a los 6 mtos. 

“In ottobre” sigue en parecida línea y la rítmica es más variada. El órgano de Pagliuca se erige en líder y la guitarra combina la rítmica con algún que otro solo sin salirse nunca de madre. Todo entra a la primera y en general es previsible con los cambios típicos de un sinfo-rock que todos hemos aprendido a poco que hayamos escuchado música. 


La delicada “Verita Nascoste” es de esas breves preciosidades poéticas made in Tagliapietra. Han tenido incluso el acierto de incluir un cuarteto de cuerda y es un verdadero placer escuchar cantar en italiano. Siempre lo es, al menos para mí. 

“Vedi Amsterdam” se inicia haciendo ruiditos probablemente con la guitarra y pronto entra de forma activa un energético teclado casi factoría hard-prog pero sin tanta cafeína. Un corte radical nos abre las puertas a “Regina al Troubadour” y los rasgeos acústicos son bastante habituales en lo que llevamos de disco, el tufillo popero siempre está al fondo de las cosas, pero se las arreglan con pequeños pasajes muy bonitos que también se alternan con ciertas frivolidades algo simplonas, aunque en general el equilibrio y resultado final es en parte convincente.


 “Radio Felicitá es otra baladita acústica inofensiva algo friki y grotesca en algunos segundos. Así son Le Orme con sus peculiaridades, pero siempre agradables. Una efectiva sencillez podría denominarse. “I Salmoni” es otra chorradilla curiosa que no disgusta. “Il Gradino Piu Stretto Del Cielo” cierra el disco con un rock-pop  inicial y alternado de cortes melódico-acústicos donde el moog junto con la guitarra solista hacen alguna pirueta y se agradece. En definitiva, es un disco muy agradable de principio a fin y muy fácil de escuchar. Le Orme no te alterarán nunca los nervios y son muy afines de ese lado del sinfónico inofensivo un poco a la Barclay James Harvest… pero eso sí, italiano, genuinamente italiano y por tanto encantador.
Alberto Torró





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