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QUATERNA REQUIEM - Quasimodo (1994/ QR)

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 Es sorprendente (y alarmante) cuánto se tiende a olvidar, ignorar, ningunear, la escena progresiva de Sudamérica. Monstruosos combos con masterpieces desorbitadas que todavía esperan ser descubiertas.  Concretamente en Brasil, la conexión estilística con el rock progresivo italiano (RPI), es evidente. En muchos casos, a un mismo nivel de grandiosidad. Blezqi Zatsaz, Kaizen, Trem do Futuro, Verdaguer, Lehmujen, Sagrado, Topos Uranos, III Milenio, Dogma, Bacamarte, Atmosphera, Atomo Permanente, Som Nosso de Cada Día......La lista se hace gozosamente interminable. Creo que había que hacer justicia en Rockliquias y traer hoy a Quaterna Requiem. Banda-dúo  formada en los finales 80. Elisa Wierman (teclados, composición,  producción) y Claudio Dantas (batería,  percusión,  cover art, producción) son la base en éste "Quasimodo". Segundo álbum tras el ya magnífico "Velha  Gravura" (1990). Únicos exponentes junto al grabado en vivo, "Livre" (1999), antes de co...

MacArthur – MacArthur (1973)

 Otra de las bandas injustamente enterradas en el olvido, sin apenas información sobre ella, es desconocida para la mayoría de público rockero. De origen Norteamericano con solo 2 Lp's pero de categoría superior, pasarían sin pena ni gloria por los circuitos comerciales masivos. Realizaron un progresivo inusual en las costumbres del nuevo continente, con un trasfondo muy europeo en las estructuras compositivas, confunde y sorprende la procedencia del otro lado del charco.



El derroche de calidad y creatividad es total, el potencial enorme y el virtuosismo patente, sin embargo no hubo continuidad. Su sonido se sostiene sobre una importante base de teclados, mayoritariamente sintetizadores moog y minimoog,  última tecnología del momento, que nos retrotraen a la memoria irremediablemente los muros de sonidos uniformes y punzantes que solían aplicar EL&P en sus años dorados. Composiciones técnicas arropadas por unas guitarras arpegiadas a ritmo muy atractivo, dan una nota más humana a los temas. La guitarra solista hace acto de presencia en ese escenario poseída por el espíritu de JACK ACKERMAN, sobre todo en aquellos pasajes en que la velocidad de los dedos sobre el mástil es imposible de seguir, dando lugar a una fusión de notas enmarañadas e indivisibles formando cabriolas, rizos y rimbombancias adictivas.

Melodías que aunque en una primera impresión no lo parece son de esqueleto sencillo, pero a la vez elegantes, carente de elementos superfluos y directas, donde la dualidad guitarra - teclados es absoluta dueña de la situación.

La voz, por debajo de lo que debería representar, no está a la altura de las circunstancias, sin mostrar expresividad, falta de fuerza, no consigue alcanzar la garra necesaria. El parecido con el cantante de NEUSCHWANSTEIN es muy cercano, una entonación rígida que no consigue meterse al oyente en el bolsillo. Es cierto que el sonido del grupo también coincide en ciertos aspectos con el de MACARTHUR.



Se observan pasajes que coinciden bastante con secuencias realizadas por la banda canadiense RUSH , y eso ocurre en aquellos escenarios en los que las guitarras toman un cariz más duro y pesado. Incluso las coincidencias llegan a ser increíbles donde uno de los tracks suena de tal forma que el ritmo te atrapa y por un instante piensas que estás  ante una versión modificada de "la villa Strangiato" del magnífico álbum "Hemispheres".

De obligada escucha, el buen fan del progresivo no queda insatisfecho.

Juan Carlos Rustarazo



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