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LOS ESTANQUES - IV (2020/ Inbophonic)

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 Creo recordar que ya tuvimos por aquí a Crayolaser como sinónimo de originalidad dadaísta y estupendo-desconcertante álbum. De allí saldría Iñigo Bregel (voz, teclados, guitarra) y se juntarla con otra panda de vulcanianos, ahora desde Madrid, dando forma a Los Estanques. En 2017 editaron su primer pecado contra la realidad, "Contiene Percal". "II" y "Los Estanques" le siguieron, siendo aclamados como los nuevos Marx Bros del pop psych & prog surrealista.  En el Año Oficial de las Idas de Bolo, 2020, editaron "IV". Y claro, estaban en forma, para tan alocados días.  "No hay vuelta atrás" atrae recuerdos del rock arg spinettiano, en mi "molesta" opinión. Fernando Bolado sujeta riendas de bajo imperante junto a una batería sorpresiva, la de Andrea Conti. Mientras que ésa sibilina wah wah funk del guitarrista Germán Herrero construye un armazón donde una brass section se adueña de un excelente feeling zappero. Bregel canta

TOAD -Tomorrow Blue (Colaboración Christian Jiménez)

Hoy os presento la primera colaboración de nuestro amigo Christian Jiménez que con su grupo de google +, "70`s Rock!", rescata grupos olvidados de la década de los 70. Hoy nos recuerda el segundo disco de TOAD.

En 1.970, los suizos Werner Fröhlich y Cosimo Lampis pertenecían a una banda de "rock" psicodélico que estaba empezando ser conocida por aquellos tiempos: Brainticket.
Tras realizar su primer álbum, se marcharon de ese grupo y decidieron unirse al enérgico guitarrista Vic Vergeat, procedente de las filas de la banda de "space rock" Hawkwind.
Este "power trío" de fuerte personalidad se conformaron como una máquina bien engrasada de "hard rock" llamada TOAD, y bien lo demostraron en su homónimo álbum.
Su principal influencia venía del "hard rock" que se practicaba en Inglaterra en aquel momento.
Muchos grupos tenían sus miras puestas en el oscuro y salvaje "heavy metal" que parían Black Sabbath, otros se fijaban en el "rock" sinfónico de Yes. TOAD se centraron en el puro "rock" de Led Zeppelin y Jimi Hendrix.
Lo suyo era caña sin descanso y trallazos de guitarra impasibles en la onda del "rock" y del mejor "blues" de la época; con acercarse a su "They Say I'm Mad", una de las mejores que he oído en mi vida, se aprecia más que suficiente.
El sonido tan poderoso y rudo que consiguieron se debe a que el productor Martin Birch se puso a los controles, un hombre que sería mundialmente conocido por haber producido a los legendarios Iron Maiden.

Cuando en 1.971 "Toad" fue realizado, la banda participó en el Festival de "Jazz" de Montreaux, lo que le hizo ganar una considerable popularidad. En los conciertos, Vergeat demostraba su fanatismo por Hendrix cuando se dedicaba a tocar las cuerdas con los dientes intentando emular a su ídolo.
Es decir, que parecía que no había quién los parase...y así llegamos a 1.972, y al álbum que nos ocupa, "Tomorrow Blue".

En general, se nota el cambio en este segundo esfuerzo, y es que en el primero, como en casi todo debut que se precie, no existía una concordancia de estilos. Todo era mucho "rock" y rabia, pero era puro afán de experimentar, de plasmar sus influencias y de mezclar puntos de vista; estaban la pesada "Cotton Wood Hill", la extensa y progresiva "Life Goes On", esa delicada "The One I Mean", la más comercial "Animals World", pero quedó un puzzle muy homogéneo y entretenido.


En el LP que siguió continuaron conservando su fuerza y contundencia, pero se enfocaron hacia un estilo más "blues" y progresivo. No haría falta decir que ese regustillo de Uriah Heep, Wishbone Ash y Black Sabbath se nota bastante en el sonido, pero sobre todo es el amor por el "rock" descarnado a lo Zeppelin lo que más se percibe.
Esa inclinación hacia lo progresivo es fácilmente palpable en piezas como la larguísima "Change in Time/Three O'Clock in the Morning" y "Thoughts", que abre el disco con un vertiginoso "riff" de guitarra.
"Tomorrow Blue" y su crudo desarrollo instrumental, "No Need" y "Vampires" siguen con ese buen "rock" vibrante que no te da ni un respiro, con ese con el que no puedes dejar de mover los pies. En estos temas también se deja ver la faceta más comercial que tenía el trío a la hora de componer.

Porque TOAD también eran muy célebres por sus "singles". De hecho, "Stay", el "Purple Haze" de Hendrix, "Green Ham" o la fantástica versión de The Beatles, "I Saw her Standing There", mostraban su lado más divertido y con ganas por alcanzar los primeros puestos en las listas de éxitos.


Sin duda y sin bromas, este "Tomorrow Blue" podría ser catalogado como uno de los mejores discos del año 1.972...pero es lo que tiene la competencia; también en ese momento salían obras maestras del calibre de "Vol. IV", "Machine Head", "Argus", "Close to the EdgeClose to the Edge" y, para mí, el mejor disco de la Historia del "rock", que se encaramó al primer puesto de los "charts", la joya de Tull "Thick as a Brick".
Había demasiado entonces, mucho como para que nadie volviese la mirada hacia Suiza y prestase atención a una pequeña banda de aquellos lejanos parajes.
Pero lo cierto es que sí merece atención. Influenciaron a grupos como Krokus y Celtic Frost y en su tierra natal aún se siguen recordando con cariño. Después la banda realizó "Dreams", que poco y menos tiene que ver con su predecesor, y un disco en directo y eso fue todo...hasta más o menos 1.993, cuando sacaron al mercado su "Stop this Crime".


Pero jamás sonarían de manera tan coherente, sólida y grandilocuente como en este maravilloso "Tomorrow Blue", sintiendo utilizar la repetición, uno de los más grandes de la década de los '70.


01 Cotton Wood Hill
02 A life that ain´t worth living
03 Tank
04 They say i´m mad
05 Life goes on
06 Pig´s walk
07 The on i mean
08 Stay [Bonus track]
09 Animals world [Bonus track]

Formación
Vic Vergeat: guitarra, piano ,voz
Cosimo Lampis: batería
Werner Froehlich: bajo, voz
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