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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

WEST SPACE & LOVE - West Space & Love II (2016 / WSL)

West Space and Love forman parte del colectivo cósmico sueco - danés,  Oresund Space Collective. Una agrupación que llevan editados una treintena de discos, (si contamos el de éste año, "Live in Berlín"), desde 2006. Está claro que no paran de generar pesadillas radioactivas espaciales, y ahora también con éste nuevo spin-off que a mí me ha atrapado sin remedio. Ellos son K. G. Westman (sitar, bajo, Ibanez Double Neck guitar, Hammond L-100 y sintes variados), Love (batería y cajón), Dr. Space (Custom Modular Synthesizer,  Korg Monotron, Roland SH-100 y sintes surtidos) y Ki Gonki (percusión,  voz y Roland SH-100). Intervienen diversos invitados al violín,  delay pedal y santur. El disco, instrumental, fue grabado en Estocolmo en 2015 y por lo que deducimos,  es el segundo de la banda.


Un regreso al pasado-futuro se produce ya en las primeras notas volátiles de "Floyd's Dream" (11'09) que, aún a pesar del título,  no me suena muy floydiano, pero sí de fuerte sabor berlinés. El juego arpegiado de guitarra,  pedales y sintes analógicos es de obligada referencia teutona y con AshRa muy en mente. Pedal de bombo y secuenciador acompañan los paseos espaciales de zigzagueantes sintetizadores y rítmicas cuerdas, ahora con superior influencia  de los Tangerine Dream post-1975. Un estupendo entrante. 



"Khan Paan" (5'07) conlleva fuerte sabor étnico,  con sitar solista de Westman y violín de melodía orientaloide, acercando posturas a obras de Shankar, Zakir Hussain y otros ilustres magos de la factoría ECM.  


Las percusiones del cajón se mezclan con espirales dronicas de magnética analogía,  en "2002" (3'23), con una melodía casi de Far West años 40. Corto pero bien estructurado. 




Lo mismo que "Pig in Space" (2'30) y su enjambre de sonidos cósmicos con símil de samba vulcaniana. 



Vuelven los efluvios místicos del sitar en "Oscillation in D Minor" (10'57), a pesar de su difícil técnica, K. G. Westman sabe como exprimir bellos sentimientos reflexivos, y se nota que lo que toca, no lo utiliza para hacerse el "exótico cool" dentro del sonido del grupo. Con moderados arreglos sintetizados, es otro de esos momentazos psych - kraut de excepcional interés.  Con clara influencia de Popol Vuh, Embryo, Yatha Sidhra u Okko Bekker, y un final apoteósico. 




"Anybody Out There" (6'08) es una excursión por gentileza de vuelos Floating Trankimacin, de innegable sabor "Ummagumma" y el Schulze más planeador. Va enlazada con la final "Time Compression" (5'60), donde vuelve a sumarse el sitar a la electrónica vintage, con el Hammond en primer plano y el instrumento hindú dirigiendo otra inspirada melodía casi flamenca. Recuerda a nuestro Gualberto. Sucedida de nuevo por el órgano  (ahora con Triana feel), en un climático final. Pienso que el Hammond L-100 debería haber sido más explotado a lo largo del álbum. 



No estamos ante un desfase hipster sin sentido para hacerse los molones cósmicos. West Space & Love saben con qué materia tratan y la recrean con total respeto e imaginación. Si éste disco hubiera salido en la Alemania de los 70 bajo el amparo de Brain, Ohr, Bacillus, Pilz o United Artists,  hoy estaría en cualquier enciclopedia Kraut con destacados galones. Curioso que con internet dominando el mundo, éste tipo de grupos estén en el más cruel de los anonimatos. 
J.J. IGLESIAS










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