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Love Live Life – 殺人十章 = 10 Chapters Of Murder (1972)

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 No hay duda alguna que la visión de los japonés en los 70’s siempre ha sido algo digno de apreciar, hoy en día cualquier manifestación que deslumbra Japón en cuestiones de ARTE logra ser algo memorable, freak y hasta de una delicadeza bárbara. Este álbum es justamente eso, y me gustaría que ustedes puedan apreciar un poco más de esa performance que solo Japón sabe manifestar en su música.10 Chapters Of Murder - from Colin Wilson's Encyclopaedia of Murder es un álbum singular, quizás no logre ser extremadamente avant-garde pero logra llegar a un punto muy alto dentro de su concepto y se vuelve una experiencia fascinante.   Debo confesar que este álbum es una obra aun "fresca" para mis oídos y todavía no salgo por completo de su performance, sin embargo para mí esto es toda una aventura sonora al extremo pues es como navegar por ríos peligrosos, en si una verdadera experiencia. Si bien sabemos que los "conceptos artísticos" de los japoneses en ocasiones son bizar

WEST SPACE & LOVE - West Space & Love II (2016 / WSL)

West Space and Love forman parte del colectivo cósmico sueco - danés,  Oresund Space Collective. Una agrupación que llevan editados una treintena de discos, (si contamos el de éste año, "Live in Berlín"), desde 2006. Está claro que no paran de generar pesadillas radioactivas espaciales, y ahora también con éste nuevo spin-off que a mí me ha atrapado sin remedio. Ellos son K. G. Westman (sitar, bajo, Ibanez Double Neck guitar, Hammond L-100 y sintes variados), Love (batería y cajón), Dr. Space (Custom Modular Synthesizer,  Korg Monotron, Roland SH-100 y sintes surtidos) y Ki Gonki (percusión,  voz y Roland SH-100). Intervienen diversos invitados al violín,  delay pedal y santur. El disco, instrumental, fue grabado en Estocolmo en 2015 y por lo que deducimos,  es el segundo de la banda.


Un regreso al pasado-futuro se produce ya en las primeras notas volátiles de "Floyd's Dream" (11'09) que, aún a pesar del título,  no me suena muy floydiano, pero sí de fuerte sabor berlinés. El juego arpegiado de guitarra,  pedales y sintes analógicos es de obligada referencia teutona y con AshRa muy en mente. Pedal de bombo y secuenciador acompañan los paseos espaciales de zigzagueantes sintetizadores y rítmicas cuerdas, ahora con superior influencia  de los Tangerine Dream post-1975. Un estupendo entrante. 



"Khan Paan" (5'07) conlleva fuerte sabor étnico,  con sitar solista de Westman y violín de melodía orientaloide, acercando posturas a obras de Shankar, Zakir Hussain y otros ilustres magos de la factoría ECM.  


Las percusiones del cajón se mezclan con espirales dronicas de magnética analogía,  en "2002" (3'23), con una melodía casi de Far West años 40. Corto pero bien estructurado. 




Lo mismo que "Pig in Space" (2'30) y su enjambre de sonidos cósmicos con símil de samba vulcaniana. 



Vuelven los efluvios místicos del sitar en "Oscillation in D Minor" (10'57), a pesar de su difícil técnica, K. G. Westman sabe como exprimir bellos sentimientos reflexivos, y se nota que lo que toca, no lo utiliza para hacerse el "exótico cool" dentro del sonido del grupo. Con moderados arreglos sintetizados, es otro de esos momentazos psych - kraut de excepcional interés.  Con clara influencia de Popol Vuh, Embryo, Yatha Sidhra u Okko Bekker, y un final apoteósico. 




"Anybody Out There" (6'08) es una excursión por gentileza de vuelos Floating Trankimacin, de innegable sabor "Ummagumma" y el Schulze más planeador. Va enlazada con la final "Time Compression" (5'60), donde vuelve a sumarse el sitar a la electrónica vintage, con el Hammond en primer plano y el instrumento hindú dirigiendo otra inspirada melodía casi flamenca. Recuerda a nuestro Gualberto. Sucedida de nuevo por el órgano  (ahora con Triana feel), en un climático final. Pienso que el Hammond L-100 debería haber sido más explotado a lo largo del álbum. 



No estamos ante un desfase hipster sin sentido para hacerse los molones cósmicos. West Space & Love saben con qué materia tratan y la recrean con total respeto e imaginación. Si éste disco hubiera salido en la Alemania de los 70 bajo el amparo de Brain, Ohr, Bacillus, Pilz o United Artists,  hoy estaría en cualquier enciclopedia Kraut con destacados galones. Curioso que con internet dominando el mundo, éste tipo de grupos estén en el más cruel de los anonimatos. 
J.J. IGLESIAS










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