1976 fue un buen año para mezclar hard rock en dosis moderadas y prog, en ninguna parte de Plymouth, Wisconsin. De hecho ya llevaban Sunblind Lion afilando lanzas desde 1974. Siendo su pasado formativo las bandas Love Society y Phase III, (apuesto que psicodélicas). "Observer" fue su primer álbum de tres. El más progresivo, con excepciones. En el 78 vendría el también recomendable "Above and Beyond" y "Live Lion" en 1980. Lo que se dice una banda 70s pura sangre. Formada por Steve Olschesky (bajo), Dave Hassinger (batería), Keith Abler (guitarra, voz, máximo compositor), Duane Abler (teclados, voz) y Dave Steffen (guitarra solista, voz). Y el pomp del momento irradia incandescente en las primeras notas de la inicial "Ride the Wind" (5'28), en clara asociación Kansas. Es el año de "Leftoverture" y éso marca. Voces triplicadas, pétreo hard y arreglado prog con algún guiño subliminal jazz rock. Hammond en barroca escapada y definició...
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KINGDOM - Kingdom 1.970 (Colaboración Christian Jiménez)
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¿Podremos contabilizar alguna vez a todas las bandas que llenaron los '70 de buena música?...imposible. Por mucho que alguien lo intente, siempre aparece en el sitio más inesperado un álbum que desconocía realizado por un grupo del que nunca había oído hablar.
Siempre que se nombran los '70 nos vienen a la cabeza los nombres de Deep Purple, Black Sabbath, Jethro Tull, YES, Led Zeppelin, QUEEN...pero detrás de esos dinosaurios inalcanzables había también un numerosísimo grupo de formaciones dispuestas a contribuir en aquella prolífica década. KINGDOM es una de ellas, sin duda.
Un grupo de "rock" tradicional con un sonido que aúna influencias, llevando trazos de los ecos sureños que había dejado The Allman Brothers Band y mucho "blues" bastante reconocible en la sentimental "If I Never was to See her Again", y un progresivo o psicodélico más propio de cualquier grupo de Gran Bretaña, a cargo del uso del órgano de Jim Potkey que se expresa juguetón en "Prelude" y espléndido en "Seven Fathoms Deep".
El sonido fuerte y distorsionado de la guitarra de John Toyne también está muy presente, dándole energía y versatilidad a este producto, expresándose con maestría en una clásica "Everybody's had The Blues" y en una de mis preferidas: "Back to the Farm", pieza que parece una combinación de FACES, The Guess Who y Steppenwolf.
Y luego aparece "Morning Swallow", de casi ocho minutos de duración que tiene un bello lado progresivo y melódico que hace que te acuerdes del "Stand Up" de Tull.
Blind Faith y, sobre todo, Iron Butterfly también pueden encontrarse un poco entre el extenso muestrario de sonidos que inunda este LP facturado por unos músicos que con mucho sentimiento crearon esta obra que no creo que se merezca quedar bajo el polvo imperecedero del olvido.
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