Es sorprendente (y alarmante) cuánto se tiende a olvidar, ignorar, ningunear, la escena progresiva de Sudamérica. Monstruosos combos con masterpieces desorbitadas que todavía esperan ser descubiertas. Concretamente en Brasil, la conexión estilística con el rock progresivo italiano (RPI), es evidente. En muchos casos, a un mismo nivel de grandiosidad. Blezqi Zatsaz, Kaizen, Trem do Futuro, Verdaguer, Lehmujen, Sagrado, Topos Uranos, III Milenio, Dogma, Bacamarte, Atmosphera, Atomo Permanente, Som Nosso de Cada Día......La lista se hace gozosamente interminable. Creo que había que hacer justicia en Rockliquias y traer hoy a Quaterna Requiem. Banda-dúo formada en los finales 80. Elisa Wierman (teclados, composición, producción) y Claudio Dantas (batería, percusión, cover art, producción) son la base en éste "Quasimodo". Segundo álbum tras el ya magnífico "Velha Gravura" (1990). Únicos exponentes junto al grabado en vivo, "Livre" (1999), antes de co...
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KINGDOM - Kingdom 1.970 (Colaboración Christian Jiménez)
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¿Podremos contabilizar alguna vez a todas las bandas que llenaron los '70 de buena música?...imposible. Por mucho que alguien lo intente, siempre aparece en el sitio más inesperado un álbum que desconocía realizado por un grupo del que nunca había oído hablar.
Siempre que se nombran los '70 nos vienen a la cabeza los nombres de Deep Purple, Black Sabbath, Jethro Tull, YES, Led Zeppelin, QUEEN...pero detrás de esos dinosaurios inalcanzables había también un numerosísimo grupo de formaciones dispuestas a contribuir en aquella prolífica década. KINGDOM es una de ellas, sin duda.
Un grupo de "rock" tradicional con un sonido que aúna influencias, llevando trazos de los ecos sureños que había dejado The Allman Brothers Band y mucho "blues" bastante reconocible en la sentimental "If I Never was to See her Again", y un progresivo o psicodélico más propio de cualquier grupo de Gran Bretaña, a cargo del uso del órgano de Jim Potkey que se expresa juguetón en "Prelude" y espléndido en "Seven Fathoms Deep".
El sonido fuerte y distorsionado de la guitarra de John Toyne también está muy presente, dándole energía y versatilidad a este producto, expresándose con maestría en una clásica "Everybody's had The Blues" y en una de mis preferidas: "Back to the Farm", pieza que parece una combinación de FACES, The Guess Who y Steppenwolf.
Y luego aparece "Morning Swallow", de casi ocho minutos de duración que tiene un bello lado progresivo y melódico que hace que te acuerdes del "Stand Up" de Tull.
Blind Faith y, sobre todo, Iron Butterfly también pueden encontrarse un poco entre el extenso muestrario de sonidos que inunda este LP facturado por unos músicos que con mucho sentimiento crearon esta obra que no creo que se merezca quedar bajo el polvo imperecedero del olvido.
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