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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

MARVIN, WELCH & FARRAR - Second Opinion 1.971 (Colaboración J.J. Iglesias)

Estamos ante un artefacto evidentemente, ( y para variar!), hippie. Desde su portada, uno de los primeros trabajos de la factoría Hipgnosis, hasta su música e integrantes. 


La Inglaterra folk 70's dejó innegables maravillas y desconocidas "Rockliquias". Este es un ejemplo de que no hay que rebuscar en el frondoso bosque de las rarezas ni discos independientes para encontrarlas. "Second Opinion" salió en EMI, Marvin y Welch procedían de los influyentes The Shadows. Farrar venía de The Strangers. La técnica de Hank Marvin a la Stratocaster tuvo mucho que ver en el estilo de posteriores leyendas como Clapton, Blackmore, Beck o Knopfler. Aunque nada de ese modo melódico de plantear los solos de guitarra se da aquí. Se diría que hablamos de otro músico!.



El patrón estilístico es claramente Crosby, Stills and Nash, pues los tres se encargan de voces y guitarras. Sobresaliendo acústicas, pero con excelentes arrebatos eléctricos. Completaban al trío Brian Bennett (batería), Dave Richmond (bajo), "Big Al" Hawkshaw al organo/piano, Johnny Van Deren al violín y Duffy Power en la armónica. Estos dos últimos como invitados en algún tema.


La inicial "Black Eyes" puede tener un feel muy al estilo del inolvidable Jim Croce. Mientras que "Simplify your head" o "Let's Say Goodbye" estarían como ejemplos más claros del modo de hacer de C,S & N. Añádase arreglos folk UK y una pizca de progresivo. La cara B se abre con "Lonesome Mole", fiddle purista, casi cajunesco, country en onda McGuiness Flint o Seatrain. En "Thank Heavens i've got you" se desmarcan con una preciosa balada. Grandes armonías vocales, profundo sentimiento y gran trabajo en las guitarras (como en todo el album). "The Time to Care" podría ser un outtake del "Deja Vu" de CSN&Y, por su calidad y similar estilo... En general todo el disco se recorre por estos preciosos, nostálgicos y melancólicos derroteros. Música para escuchar con cascos por un perdido camino de cabras hacia ninguna parte. 



Marvin, Welch & Farrar sacaron su homónimo debut en el 70. Este que comentamos fue el segundo y último, del año siguiente. Sorpresivamente, en el 86 lanzaron "Step from the Shadows". Malos tiempos para la lírica. Y con las buenas vibraciones de "All day, all night blues", su último corte, me despido hasta otro viaje por la máquina rockera del tiempo. Me lo disfruten.








Temas

1.- Black Eyes
2.- Tiny Robin
3.- Simplify Your Head
4.- Ronnie
5.- Far Away Falling
6.- Let's Say Goodbye
7.- Lonesome Mole
8.- Thank Heavens I've Got You
9.- Lady of the Morning
10.- The Time to Care
11.- Come Back to Nature
12.- All Day, All Night Blues

Formación
Dave ''Champagne'' Richmond: bajo
Brian Bennett: batería
Engineer – Peter Vince
Johnny Van Derek: violín
Duffy Power: armónica
''Big Al'' Hawkshaw*: teclados
Bruce Welch, Hank Marvin, John Farrar: voces y guitarras

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Comentarios

  1. Qué agradable escucha. Qué placentero placer volver a escuchar las músicas de antaño. Y, no sé si desgraciadamente o no, todavía no me decido a colgar los hábitos de escuchar sonidos, cómo añoro aquellos tiempos cuando tenía pelo al oír estos cándidos discos -cándidos en estos tiempos que corren, claro-.
    Gracias por el ejercicio de descontaminación.

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