The Web lanza en 1970 su segundo álbum titulado Theraphosa Blondi. Este álbum es una obra de jazz rock con cierta atmosfera ecléctica en la cual se podrá degustar piezas de Jazz&Blues, Jazz Rock y hasta envolventes momentos afro jazz (esto es debido quizás a la influencia de su cantante afro-americano John L. Watson). La obra presenta una marcada base de jazz rock con retazos progresivos que lograra evolucionar a una banda netamente progresiva con su obra I Spider (álbum que desarrolló una marcada influencia relacionado al jazz-rock a lo VdGG, Gentle Giant, Colosseum y Soft machine). Theraphosa Blondi es un álbum en proceso de "metamorfosis" para lo que vendrá a ser I Spider ya que dicho álbum cuenta con los elementos e influencias del jazz y el rock progresivo, entonces se podrá decir que el resultado será un excelente álbum considerado como el precursor del I Spider. Por lo tanto tenemos un álbum en plena madurez y evolución en sus sonidos Jazz Rock. El álbum de "
La heavy psych music ciertamente tiene poco que ver con lo aplicado hoy como tal. Quiero decir, que de "heavy", tal como ahora se entiende, nada. Resurgió con fuerza con el asentamiento del Stoner Rock de los 90. A pesar de esto, yo nunca he oído un sólo corte Stoner, (y menos psych!), en los bares heavy de mi city. Demasiado preocupados por que "no se pierda el legado 80s", digo yo.....Por eso me ven tan poco el pelo por esos antros. La esencia de los 60 / 70 se ha ido conservando magníficamente gracias a éste estilo, y a formaciones mayormente underground de todo el mundo. A comienzos de ésta década se forma en Barcelona, Prisma Circus. Extraordinario trío que venera a Blue Cheer, May Blitz, Grand Funk, Cream o The Jimi Hendrix Experience bajo un punto de vista más actual, pero siempre respetuoso con las sagradas formas.
Aclamados shows en vivo y un EP en 2012. Estreno de largo en 2013 con el álbum "Reminiscences" y giras por toda Europa al lado de tremendos exponentes como Radio Moscow, Brain Pyramid o Samsara Blues Experiment. Eso ya lo dice todo. Aquella (ya) legendaria formación eran Joaquín Escudero (bajo y voz), Alejandro Carmona (batería) y Óscar García (guitarras). Una bomba hard-psych-blues-rock demasiado concentrada para no explotar en mil pedazos. Carmona partirá a Cachemira (otros que tal) y Óscar García a Saturna. Dejando claro que Prisma Circus era una cantera para la mejor psicodelia dura del país. Esto impone un largo hiatus de silencio que se resolverá (parcialmente), con la edición de "MK II / Promethea's Armageddon", en los días finales de 2017.
El nuevo guitarra será Alexandre Sánchez de Brain Pyramid. Y el batería, también ocasional acústica, órgano y sintes, será Antonio Tamargo, de Acid Mess. Queda de la anterior "MK", Joaquín Escudero al bajo, voz, acústicas y percusiones. Otra super formación habemus. Pero desgraciadamente, no llevan idea de continuidad ni de promoción del álbum en vivo. Es como una despedida (esperemos que un hasta luego), bien hecho, con un recuerdo imborrable. Si "Reminiscences" era una bestialidad comparable a una silla eléctrica a golpe de fuzz y riffs, en éste último precisan de una mayor sofisticación, sin perder para nada la esencia acid rock blues 70s de su inicial estilo.
El tema-título recoge en poco más de cinco minutos la nueva propuesta volcada en estudiada melodía, psicodelia convulsa y dramática, de poderosa técnica y cambios progresivos. Aquí el sólo de guitarra lleva veneno, pero en dosis de fino y exquisito licor. La producción de Miguel Herrero, que también se apunta al órgano y el sinte, es natural y respirable para el sonido de cada miembro.
"El Blues del Matusser" agarra del cuello el estilo de Mahogany Rush y aprieta fuerte para que no se escape ninguna esencia. El órgano prepara la orgía psico mientras que el wah wah cabalga desbocado. Hendrix en Vanilla Fudge. Brutal del todo. Con el blues se crecen, escucha sus homenajes al inmortal Pappo que cuelgan en You Tube.
"El Loco y el Mago" embiste como un instrumental - locomotora a vapor a toda hostia contra un muro de hormigón de veinte metros de espesor. Su posterior calma, a base de puñetazos de bajo y serpenteante órgano reduce a escombros cualquier duda o flaqueza sobre Prisma Circus. Se encadena a "Fake Coral Snake", en otra avalancha suicida de riffs que acojona. Radio Moscow rinden respeto hacia los catalanes, y no extraña.
En "The Obsolete Man" la batería es un monstruo rítmico que empequeñece al oyente incluso más que sus compañeros. Con efectos espectaculares acoplados al urgente maremagnum con fiereza e inteligencia. El corto "Preludio" , de acústica y flamenca naturaleza, te hace sentir como el del poncho y el purito entrando lentamente a caballo en el ardiente pueblo mejicano semiabandonado. Da pie al tema más extenso, "El Guía de la Santa Compaña" (6'32), cantado en castellano, el enfoque todavía resulta más amenazador. La guitarra asesina a cada nota, y la "Santa Compaña Hendrixiana" hace acto de presencia con sus espectrales ataques decibelicos de mismo rango que los Frank Marino, Eric Gales, Terry Brooks, Uli Roth o Randy Hansen. Te recuerdo que estamos hablando de gente de aquí.
Finalizando con "Los Pasos del Coloso", en un híbrido ensoñador que fusiona a Smash con Robin Trower.
Lástima que no haya más Prisma Circus. Lástima que el disco sea tan corto (32 mts). Y lástima que no hayan anunciado su regreso. A juzgar por todo éste superlativo material, vaya putada gorda.
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