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ANALOG SUNSHINE - The Mountain (2023 /AS)

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 Que "la buena música es siempre buena música" empieza a ser un término relativo. Cuestionable. Si se produce fruto de IA (Inteligencia Artificial), es música engañosa. Música tramposa. Hecha a partir de datos HUMANOS previos, manipulados algorítmicamente. Fraude. Todo esto me viene a la mente cuando tengo que hablar de los norteamericanos Analog Sunshine. Para empezar, prácticamente sin información.  Que un tal Tom Bolton lo hizo él sólo a partir de una convalecencia por accidente grave. Hay un batería que le ayuda, Glenn Welman, dicen. Esto puede rebajar la sospecha, de ser cierto. Las dudas más fuertes vienen cuando se asegura que cada tema viene acompañado por un trabajo visual hecho por Inteligencia Artificial. Y quién no me dice a mí que la música también? Éste tipo de dudas llevan tiempo asaltándome.  Hasta el punto de que, de no tener plena seguridad de que sea música humana, hecha por el hombre,  me dedicaré a hablar de obras de anteriores décadas. O me pondré un top

Zålomon Grass – Space Opera (2023/ Rock CD)

 Tras los convincentes EP's ""The Four Track EP" y "Three Minded Years", los de Vigo se atreven con un concept-album en la presentación de su primer larga duración. Y lo hacen desde el cuartel general de Hendrik Röver. Baza segura. El cual graba, aporta alguna guitarra clásica,  Fender Rhodes y percusión. Zalomon Grass lo componen G. Mckenzie (voz solista, guitarras), David Rodd (bajo, synths, coros) y Mauro Comesaña (batería,  coros).



Una portada de lujoso artwork envuelve una historia de fantasía y sci-fi, en clave de classic hard rock. Lo mejor de ambos mundos.

"Cosmic Relief" entra rotunda, con macizo y mazazo de sonido, y una guitarra de filtro Frank Marino. Bien sustentada por una imperiosa y bluesy garganta aguardentosa.  Y un muro de ritmo amasado en pétrea contundencia. Objetivo de sobras conseguido a lo largo de todo el álbum. 

Tal es el caso de "The Drill", que parece un híbrido asesino y venenoso de Goddo, Driver y The Hunt. Si hasta ahora mis comparaciones sólo han sido de hard rock canadiense es porque así me lo sugieren. Y no olvidemos la excelente tradición que tienen a ése respecto por ésas tierras.

"All Hands on Deck" toma atmosférica ambientación, de heavy psych resultados. Un triunfal recorrido retro por el manual de Moxy , Thundermug o Charlee. En ramalazo hard prog de sólida construcción instrumental. Que no descuida melodías en "Harder to Rise", en imponente y efectivo esfuerzo de elegancia como alta tensión. No todos saben.

"Heard it on the News" posee demoledora pegada a la Pat Travers, con su característico melodic blues de enfebrecida y llameante rítmica. En conjunción con un mercurial bajo y un solo de wah wah que arrasa inmisericorde. Vuelve el feel Mahogany Rush más sutil en "Too Late Now", de suave corrosión Billy Gibbons y ambiental blues jazzificado. Mucha clase aquí. Tratamiento brutal de hard vapuleante y detroitiano en "Groove to Prove", en onda John Nitzinger / Walter Rossi. 



La entrada monstruosa de la final "Don't Let me go down (Space Opera)" en casi siete minutos, combina la inmensa fuerza emocional de Zalomon Grass con su delicada virtud melódica. Hábil balanza que nos lleva a los mejores tiempos de Mountain, Ursa Major, Bloodrock, Stray Dog o The Third Power. "Space Opera" representa una engrasada y perfecta máquina del tiempo para viajar a la era dorada del hard rock. Imposible negarse a semejante invitación. 

J.J. IGLESIAS



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