A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello. Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...
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TEDDY LASRY: - E = MC2 (1976)
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El que fuera saxofonista y vientos variados de Magma tiene una buena cosecha de discos editados entre 1969 y finales de los 80´s en una onda de electrónica francesa setentera que va de lo abstracto al electro pop en un estilo difícil de clasificar. No hay que olvidar que tuvo una activa participación en el sonido zeuhl primigenio. Lasry también compuso música clásica contemporánea y partituras para teatro entre esa bohemia intelectualoide francesa y demás ocurrencias avantgarde tan queridas en nuestros vecinos galos.
Teddy Lasry nace en 1947 entre familia de músicos en la ciudad de Niza y realiza estudios académicos en clarinete y composición. Pronto se amplía como multinstrumentista compositor y arreglista. Fue cofundador de Magma junto a Christian Vander. Lo veremos en los primeros discos de la banda y a él se deben la mayoría de arreglos de viento de las primarias y jazz-estrambóticas estructuras de la banda. Durante su andadura no hizo ascos en componer para anuncios comerciales y televisión así como música para películas. Mediados los años 70 realizó varios discos en una onda espacial cósmica apuntándose al llamado “rock cósmico” con clara influencia de escuela germana de Berlín y demás acólitos enganchados a los juguetes electrónicos y a los sonidos radiactivos. Muchos se encariñaron de los sintetizadores analógicos y no era para menos siempre y cuando la economía personal lo permitiera.
De su amplia discografía solo conocida en sectores muy interesados he seleccionado este “E=MC2” de 1976 que gustará bastante a los amantes de las músicas frías y planeadoras. La portada es simplona como si un niño hubiese pintado planetas. El piano eléctrico inicial suena casi naiff hasta que diferentes secuencias tejidas con varios pianos más van desarrollando una rueda sonora creciente. Los títulos son evidentes: quasar, heart, nebula, Galaxy, space, nonsense y life y así no se complica la vida. El sonido cíclico y vibrante y poco a poco se va acoplando el bajo de Janick Top y batería. Es difícil tocar una batería con un secuenciador porque tienes que ser un metrónomo y lo suficientemente hábil para hacer dibujos rítmicos variados sin salirte del implacable tempo. Como suele suceder en la electrónica cósmica las piezas pueden ser cortas y concretas o un cara entera de trance sintético.
Lasry opta por piezas más pequeñas elaboradas melódicamente y con sutiles detalles lejos de darle al botón del secuenciador y girar los potenciómetros hasta la abulia monótona más proclive de los alemanes. Aparecen flautas y pinceladas de ecos cósmicos con otros sonidos de viento de jazz etéreo que incitan al relax pero tampoco a dormirte. Los Soft Machine del Six en su cara de estudio podría ser una referencia. La concepción en general es bastante artesanal y no domina el sonido robótico o maquinal en ningún momento. La escucha acaba atrapándote casi en un aspecto Oldfield hacia el minuto veinte del disco y la base tintineante tiene mucho de clásico a pesar de considerarlo música repetitiva por sus numerosos detalles finamente expuestos. No pueden faltar aves y pajaritos en “Birds of Space” y sonidos de gamelán claro. Esto gustaba mucho por entonces y resultaba tremendamente exótico y porrero. Después de un largo paseo de pianos eléctricos el disco el disco se funde en sonidos tribales africanos y breves retazos jazz a la Coltrane. Curioso y agradable de escuchar.
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