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EL PROGRESIVO DEL SIGLO XXI -1: Cyan - Magenta

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 A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello.  Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...

KLAUS SCHULZE - BON VOYAGE - Live, Audimax - Hamburg -1981 (2025/SPV)

 Si la semana pasada traíamos un reciente documento rescatado de los archivos históricos de Tangerine Dream,  hoy toca hacerlo con Klaus Schulze. Acababa de editar el estupendo "Trancefer" (1981/IC) cuando le surgió la oportunidad de una gira europea ése mismo año. Como invitado excepcional, llevaba nada menos que a Manuel Gőttsching. Recordando viejos tiempos juntos en Ash Ra Tempel.



Justo el último concierto de la gira, en el Audimax de Hamburgo, es el que ahora se edita para sorpresa del aficionado schulziano. Incluso en dvd, en su versión cd. El archivo sonoro del brujo cósmico tiene que ser impresionante. Un legado que debería irse rescatando con más asiduidad, con el paso de los años.

Abrimos el telón con los innovadores sonidos de "The Journey Begins" (4'46), Schulze a la última en tecnología de síntesis. Puede situarse una grabación suya a ciegas, por el sonido textural de ése momento. En el caso que nos ocupa, ya hace un muy buen uso de lo digital. Sin que suene frío,  aséptico o artificial. Enlaza en las tres partes de la monstruosa "Bon Temple", media hora larga de suite improvisada, seguramente como recordatorio en su título de lo dicho, en que ambos formaban en ésa otra leyenda kraut llamada Ash Ra Temple. Pieza rey del disco, pura extenuación kosmische. Schulze ha modernizado planteamientos, fases secuenciales y melodías. Su inventiva seguía en perfecta forma. Nunca fue un gran escultor melódico,  pero sí un excelente arquitecto de construcciones oníricas de largo recorrido. Y ahí,  a medida que se calienta y engrasa, se crece.

En el minuto 6,30 aproximadamente,  entra la incorporada guitarra de Gőttsching,  con cuidado ensamblaje con los electronics dominantes. Él también forma parte de ellos, con su guitar-synth. Inevitable mencionar a Tangerine Dream aquí,  pero es que todos formaban parte de ésa gran familia. Prosigue el electro-mantra en constante evolución, a veces por sinuosas ondas orientales. Constituyendo la épica habitual de sus largas improvisaciones de los 70. De hecho, ahí tenemos los burbujeantes Moogs y modulares recordando que lo analógico no perdía vigencia ni protagonismo en su planning 80s. Tan desmesurado como delicioso. Obligados deslices cuánticos si tu nombre es Klaus Schulze.

Otro título con referencia a la antigua banda es el jocoso "Ash Tari Moderne" (6'31), que no pierde conexión  con lo anterior.

"Moulin Bleu" (16'32) recupera la espiritualidad guitarrística de Gőttsching. Curioso que cuando se junta éste dúo,  siempre recurran al color azul. Me estoy refiriendo al extraordinario "In Blue" de 1995. Triple en el que volvieron a utilizar simbología Temple y el azul durante toda la extensa y fructífera sesión. La guitar-synth se confunde en la maraña cyber, pero es una de las piezas más logradas de un documento que realmente precisaba de edición. 



Rebaja tensión anterior "Kreisreise" (5'27) ofreciendo ingravidez y reflexión a partes iguales. En un extasis cuasi kitariano donde la eléctrica deja plasmado su sentimiento como principal influencia. Desemboca sin silencios en "Ritus Duplex" (8'12), con activa rítmica secuencial preponderante, en trance melódico de complicidad mutua entre músicos telepáticos. Se lo pasan divinamente. Sin pausa, llegamos a "Wiegenlied" (3'26), como una enigmática coda al viaje anterior. Abstracción sonora que abduce en su parte final. El "Voyage Encore" (14'59) pone el sabroso postre del concierto. Dejando ampliamente probado que la química existente entre los dos músicos es abrumadora. Música hecha al instante que desafía al tiempo. Algo que dudo pueda decirse de esa otra mal llamada "música electrónica", hecha con dos platos. No me jodas!

Otro rescate arqueológico que se agradece de veras. 

"Kraut" Schulze en su salsa.

J.J. IGLESIAS



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