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EL PROGRESIVO DEL SIGLO XXI -1: Cyan - Magenta

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 A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello.  Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...

ZOFFF- FFF (2018 / FULL MOON)

Cae en mis manos una de esas gacetas de la modernidad que regalan en los bares todos los meses....las llamo "modernas", porque si les pongo el último nombre del postureo del momento, puede que ya me haya quedado anticuado. Comenzaron grunges y brit-pop, pero ahora son trip hop,  r'n'b urban, "electrónica" (hay que risa!), dreampop, electrotrash, electropop, post-punk, EMO, indie pop, trap, shoegaze, post-hardcore, post-rock, techno house, celtic punk...Pero miren ustedes, cada mes, siempre, siempre,  hay un grupo de barbudos-imberbes que tienen que soltar la palabreja rancia, vintage y viejuna : kraut. Otra cosa es que lo hagan, que no. Pero resulta que para la modernidad, hacer kraut es la mar de moderno y no necesitan cambiarle el nombre. Es cool, da clase ante las amistades. Pronto lo pudrirán con kraut-dance, post-kraut o trip-kraut, si no lo han hecho ya.....


Los británicos Zofff sí que hacen kraut del de verdad, sin postureo alguno. Demasiado underground para ésos charlatanes de feria, vendedores de humo y mediocridad. Chris Anderson (bajo), Richard Gorbutt (Modular synth), Bic Hayes (guitarra), Al Strachan (Monophonic synth, trompeta) y Damo Waters (batería y percusión), editaron su homónimo debut en 2014. Le siguió el álbum en directo "Kozfest MMXVI" (2016) y "FFF" (2018), último álbum en estudio que hoy sometemos a análisis.  Y aún editaron a finales de ése mismo año "IV", otro live que aclara lo seguros que se sienten Zofff encima de las tablas, improvisando ante un público atento. Así que elaborar buena música instrumental improvisada se hace "coser-sin-cantar", para éste quinteto inglés. 

Si hacemos inmediata inmersión sonora en la inicial "Ye" (10'16), lo primero que percibimos son vibraciones y perspectivas novedosas, dentro de un campo sin puertas en el que se revelan y se rebelan libres, anárquicos.....libertinos. Necesario rol para tal empresa. No hay límites,  ni reglas,  ni "cordones sanitarios", ni "líneas rojas" musicales. Como una reencarnación de Can, entran en trance con no poca pericia instrumental y energía experimentadora. Y como ellos, el factor rock es tan importante y cuidado como el electrónico. De hecho conviven en el planeta Zofff felizmente. Guitarras ácidas West Coast a la Cipollina-Karoli, con teclados burbujeantes de curiosos sonidos a la Hoenig-Schmidt. Y una killer percusión con motorik impreso en su alienígena ADN, fieles discípulos de Czucay - Liebezeit. 

Sin un segundo de silencio, "Vav" (6'58) tiene un leve sabor Ozric que pronto desaparece en favor de territorios vírgenes.  Las correrías sintéticas por los pasillos mentales del edificio Zofff son divertidas, gamberras y no atienden a llamadas al orden. E imperan en éste corte. Que pronto es enlazado con "Har" (2'58), "motorikeando" con salero y con un percusionista infalible en tales artes. El mástil frippea surfeando ondas magnéticas, y donde el modular se convierte en un generador para los paseos cósmicos de toda la tropa. Ahora llega "Dig" (5'57) con la mística sensación de una misteriosa trompeta del más allá. Ecos de un lejano tiempo puestos al día con técnicas de hoy. Un atrayente envoltorio onírico propiciado por drones catalépsicos y esquizoide guitarra serpenteante. La trompeta se lleva el mérito  por su enigmática impresión,  pero sin el atrezzo del resto, no sería igual de fascinante. Zofff es un todo.


"Ca" (2'11) es rock psicodélico a bocajarro, con la energía de otro mundo. Puro hard rock alienígena. Y "Zeta" (8'45) finaliza un disco que se pasa en un segundo, por lo entretenido y ameno del planteamiento. Con el canturreo de un sintetizador parlante rodeado de planeadores fraseos y líneas fractales sonoras que crecen en intensidad ritual. Dando paso a momentos de reposados susurros analógicos,  como lamentos de tardígrados en su soledad más absoluta e imposible. No creo que veas a Zofff en tabloides modernos, no tienen lo que hay que tener para soportarles la "mirada auditiva". Ah, y como los modernos, esto no es kraut......es tuark.
J.J. IGLESIAS



Temas
1. Ye 00:00
2. Vav 10:17
3. Har 17:15
4. Dig 20:13
5. Ca 26:11
6. Zeta 28:22

  




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