A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello. Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...
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CARLOS SANTANA & MAHAVISHNU JOHN MCLAUGHLIN - Love Devotion Surrender (1973, CBS/Columbia)
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Acababa de pisar la calle el LP de Santana Caravanserai cuando a Carlos se le ocurre una idea tan oportunista como esperanzadora en unos tiempos de nubarrones para su agrupación: Neal Schon y Gregg Rolie no volverían a grabar con él debido a que su futuro se materializaría en una nueva banda llamada Journey que tenían a punto de sacar del horno los dos instrumentistas, Santana como proyecto redirigía su sonido a otro espacio menos ácido del que ya esgrimiese en el primer vinilo homónimo o el excelso Abraxas, las enseñanzas del gurú Sri Chinmoy tenían obsesionado al artista que tituló con su apellido a una de las revelaciones que brillaron en el festival de Woodstock.
Carlos convencería a John McLaughlin, guitarrista al que adoraba por su trabajo con la Mahavishnu Orchestra, y que también estaba metido en el conocido como “path of the heart” de Chinmoy, para cocinarse un disco en el que, mientras jugaban a reinterpretar muy personalmente composiciones de John Coltrane como “A Love Supreme” o “Naima”, hacían campaña por el camino espiritual de su maestro hindú. Tan es así que al larga duración lo decidieron titular como la línea de enseñanzas de Chinmoy Kumar Ghose, Love Devotion Surrender (lo que se traduciría como “amor, devoción y entrega”).
“The Life Divine”, compuesta por McLaughlin, continúa en la senda rítmica de “A Love Supreme”, casi dotando al todo de un concepto base en cuanto a instrumentaciones y arreglos se refiere. La escena fusión que tanto proclamaba Carlos aparece en la transformación del tradicional “Let Us Go Into The House Of The Lord” y “Meditation” clausura cual bagatela acústica bastante atmosférica. Un hermanamiento en supergrupo con los músicos más selectos de Santana y la Mahavishnu para hinchar el ego de Sri Chinmoy, nominado al Premio Nobel de la Paz en el mismo 2007 que vería su fallecimiento.
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