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EL PROGRESIVO DEL SIGLO XXI -1: Cyan - Magenta

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 A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello.  Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...

ROCKETS - Rockets (1979 / RSO)

 De Mitch Ryder & The Detroit Wheels se escapan en 1972 el batería / cantante Jonnny "Bee" Badanjek y Jim McCarty (guitarrista de Cactus), para formar Rockets. Banda genuina del rock detroitiano que sin embargo, tiene un potente influjo southern. 



En 1976 editan una demo que les valdrá su debut, "Love Transfusion", en 1977. Telonean a Kiss (Detroit Rock City de verdad!), y entra el cantante David Gilbert (ex-Amboy Dukes). Otro punto de contacto con Cactus, donde su frontman, Rusty Day, también había pertenecido a la banda de Ted Nugent. 

Éste seleccionado hoy es su segundo homónimo,  de un total de 7 álbumes entre el 77 y el 83. David Hood, bajista de los Muscle Shoals Sound Studios de Alabama, entra en la formación. Que se completa para éste disco con Dennis Robbins (guitarras, voces) y Donnie Backus (piano, voces), aunque éste imagino que como invitado, pues en las fotografías son un quinteto. Igualmente aparece al órgano y clavinet, Chuck Leavell. Un importante dato éste,  Que refleja la actitud estilística de la banda. Leavell fue un Allman y un Stone. Southern rock y Rolling Stones son ingredientes fundamentales de éste disco. También en la producción controla Johnny Sandlin. Y se efectúa en los Capricorn Studios de Macon, Georgia. Para rubricar lo dicho, el disco se dedica a Ronnie Van Zant, Steve Gaines y Cassie Gaines. Víctimas del accidente aéreo que sufrió Lynyrd Skynyrd. No olvidemos tampoco que Steve Gaines había pasado por las filas de Detroit, otra banda paralela de Mitch Ryder. 

Así pues, pinchar "Can't Sleep" es saborear una sabrosa mezcla de Tamla Motown (normal), pasada por el filtro southern rock,  sección Wet Willie. El clavinet de Chuck Leavell los acerca a Stevie Wonder, al igual que los coros negroides. Algo similar hicieron Beck, Bogert & Appice (conexión Cactus again), en su único de estudio. Aún así,  es chocolate fundido, porque las guitarras queman. Con "Turn Up The Radio" llegan al top nacional, con un boogie grasiento a la Foghat, de instantánea fiebre infecciosa.

E igual ocurrirá con la versión de Fleetwood Mac, "Oh Well", que entra en el top 40 por su magnífica revisión a juego con dos guitarras exuberantes. Y la voz de Gilbert, que es fundamental en el sonido Rockets. Cierran los siete minutos de "Lost Forever, Left for Dreaming". Puro Skynyrd feel y más sentimiento southern del que se hacia en esa sagrada década.  Piano a la Billy Powell y progresiones eléctricas  como Allen Collins / Gary Rossington. Advierto influencias de Paul Kossoff también,  por si no había bastante picante en la salsa. La segunda parte no pierde fuelle, con un "Long Long Gone" de Bob Seger, (otro "sureño" de Detroit!), que les funciona perfectamente. "Love me Once Again" es puro Stones del "Sticky" / "Exile", con la chulería que se retroalimenta de las mismas fuentes que bebían en esos discos, los de Jagger. Una gozada propiedad de Jim McCarty. La próxima es cosa de Badanjek, principal compositor. Y su "Something Ain't Right" lleva de nuevo sabor a Skynyrd chilli. "Lucille" de Little Richard también tiene cabida, con una intervención superlativa de su cantante. Y un sólo de McCarty que quita el aliento. 



Una southern-versión excelente. Final con otro disparo stoniano,  "Feel Alright", que deja claro lo que Rockets pretendía. Llevar el estandarte de la lengua por caminos sureños. Lástima que los Skynyrd ya lo hubieran hecho......Y eran el enemigo a batir.

J.J. IGLESIAS










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