Entrada destacada

EL PROGRESIVO DEL SIGLO XXI -1: Cyan - Magenta

Imagen
 A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello.  Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...

ALCO FRISBASS: “Alco Frisbass” (2015) y “Le Bateleur” (2018)

 Mientras las crónicas de septiembre andan revueltas vamos buscando entretenimientos que nos aíslen en parte del mono-tema pandémico ya convertido en culebrón y dando trabajo a sanitarios y funerarias. Mientras escribo estas líneas las noticias dicen que literalmente el virus “ha estallado en Europa” por segunda vez y se expande sin freno como el regetón. Más nos vale que la vacuna llegue pronto o apañaos estamos. Pero mientras esperamos que nos apañen del temido contagio vamos realizando nuestras dependencias y hábitos melómanos para seguir manteniendo nuestras particulares patologías musicales. Todo es patológico en la vida: el amor, la amistad, las costumbres, las manías y la selección natural. De alguna forma hemos confeccionado las aficiones y las pasiones artísticas para escapar de la realidad. Lo inventamos todo para no tener que pensar en el problema de haber nacido. 



Pero el hecho de que de vez en cuando la música pase el listón de la mediocridad es una alegría a celebrar. Alco Frisbass es el nombre de un dúo francés: Fabrice Chouette y Patrick Dufour ambos teclistas habilidosos, multi-instrumentistas en realidad y con buenos argumentos de composición. Son franceses pero en este primer trabajo al menos hijos adoptivos del sonido Canterbury sin ningún complejo y ampliando lo que los vagos y disolutos músicos del condado de Kent dejaban siempre a medias concentrando siempre lo bueno en un par de discos a lo sumo y moviendo el culo hacia otros caprichos sonoros. La siempre irregular historia de esa etiqueta de leyenda incapaz de desarrollar una discografía en una línea que potenciase los buenos descubrimientos y hablo en concreto de la tríada de teclistas que lo confeccionaron: Sinclair-Ratledge-Stewart que siempre fueron un coitus interruptus. Para ser exactos solo hay un “Nine Feet Underground”, un “Out Bloody Rageous” o un “Mumps” para los que nos gusta ese órgano melódico-imaginativo-distorsionado y abrasivo y sí claro alguna cosa más. Pero encontrar un filón como ese y no desarrollarlo a través de los años es una verdadera lástima. Ese es mi amor odio con el Canterbury: se quedaron demasiado cortos y para colmo algunos renunciaron a su pasado. Muchas veces los músicos crean cosas que otros continúan con irregulares resultados normalmente, pero en el caso que nos ocupa lo han sabido hacer muy bien y con originalidad. El sonido de los Alco Frisbass es algo exquisito, melódico muy bien construido y mejor interpretado. Los fanáticos de Canterbury sabrán apreciar esto con naturalidad. Aquí tenemos esos sonidos de teclado y esos ritmos de prog-jazzy de alta calidad. Hay que añadir a todo esto buenos solos de violín y guitarra de algunos músicos invitados para la ocasión. 



El primer trabajo de 2015 es un hermoso paseo instrumental lleno de detalles, cambios y entretenidos pasajes. Todo lo que un prog pata negra necesita y nada de neo ni paja sonora. Los bonitos sonidos de las diferentes teclas te van a saciar pero a base de bien. Lo tienes todo: pianos eléctricos, órganos, sintes, melotrones, strings con el sonido clásico analógico o al menos muy bien conseguido. La batería está programada pero los no muy perspicaces apenas lo notarán y lo más importante las composiciones tienen un sentido y un desarrollo algo que no se aprecia en el prog moderno. Un primer paso con seis temas largos a escuchar de tirón. 



La siguiente grabación “The Bateleur” de 2018 se convierten en trío con Frederic Chaput al bajo las guitarras y más teclados. Aparecen también los hermanos Payssan y el bajista de Minimum Vital otra banda imprescindible del prog galo. Cinco largos temas y otra apuesta de disco elaborado aunque la música cambia ligeramente con algún detalle más de perfume avantgarde que tampoco viene mal. La guitarra es muy Phil Miller y el mellotrón inquieta el ambiente.  Las elaboradas piezas transcurren en esa fina línea entre la fusión, la vanguardia prog y el rock sinfónico. No es tan “canterburiano” como el anterior y se nota la firma de los Minimun Vital en muchos momentos y a nivel de calidad en la misma línea. Esperaremos el siguiente paso.

 Alberto Torró


Alco Frisbass


Le Bateleur







Notasi te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en
                                                                                      







que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias

Comentarios