A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello. Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
SATCHITANANDA - A Thought Away (1978 / AFERTON)
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
Uno no deja de maravillarse ante el contínuo descubrimiento de bandas prog 70. Se diría que ésa década nunca terminó, o duró más de diez años.
A pesar de la continua labor investigadora de la comunidad progresiva internacional, nunca "terminamos la colección". Y que siga. La siguiente sería decir que "lo poco que quede por descubrir, será ya un truñaco pestilente". Primero, no sabemos si "queda poco por descubrir". Y truñacos, alguno habrá, pero desde luego no es lo habitual. Había muy buen gusto y respeto por la audiencia, en esos días.
Es el caso de los norteamericanos Satchitananda. De un único trabajo superlativo con potencial de maestros Jedi. Prensaje privado de 1978 desde Maryland, Washington DC, de fuerte inclinación progresiva con perspectiva jazz. Sí, de cabeza para nuestra sección "Canterbury Ways". La formación también colabora a ése característico sonido.
Ken White (cantante solista, flauta, saxo soprano), Kevin McGlennon (Grand piano Yamaha Electric, flauta, voz), Mark Janas (batería) y Dave Hoffman (Fender Rhodes, Yamaha Electric Grand, ARP Odyssey, ARP String Ensemble, flugelhorn, voz). Cuarteto que pronto emparentamos con However, Boud Deun, Happy the Man, Grits, Drama, Maelstrom y todos los sospechosos habituales del "Canterbury USA". Gloria bendita, en traducción simultánea. Grabado en los Deglman Studios por su dueño, Tom Deglman, y Ken White. El disco no parece para nada un prensaje privado si nos atenemos a su exquisito sonido.
"A Thought Away" (9'12) recrea en su comienzo al piano eléctrico una reflexión, una mirada perdida, un sentimiento de culpa.....como habrá podido comprobar el lector observador, aquí no hay guitarras ni bajo. Teclados galore a todo meter. Y conexiones con Hatfield and The North, National Health, Bruford o Matching Mole.
La voz de Ken White es casi equiparable a Jon Anderson, pero en un contexto jazzistico. El desarrollo de la pieza es delicioso, acariciante y renovador ( de cutis, también).
Greenslade a la vista por estribor.
"The Whisper Heard Above the Roar" (3'44) es una delicatessen andersoniana con fondo de Rhodes y sabor jazzificado y acaramelizado.
En "Alpha and Omega" (7'28) se añade un condimento de flauta a la Jimmy Hastings, sinte de cuerdas de fondo, fiscorno y un gusto imbatible. Los bajos se dejan oír aunque no haya, que las teclas se ocupan a las mil maravillas. Caravan, Soft Heap, Nucleus o Keith Tippet Group como alma inspirativa. Aquí no hay muchas diferencias estilísticas. Da igual que sean de EEUU, el sonido mira para Kent, sus verdes praderas, arcaicas construcciones y nublados parajes. La sensación de asombro e inmenso placer me invade como una aparición mariana (o algo así debe de ser, no?).
Volteamos la cera vinilica, (es un decir, ya me gustaría tenerlo!) y "Destiny" (4'23) es guiado por la melodía vocal extraordinaria de Ken White, unido a unas aplicadas corales, un batería cobhamiano, flugelhorn superlativo y teclados a plena inundación. Demasiado bueno para triunfar.
"Listen to me" (5'47), con una dolorosa entrada introspectiva, suelta a bocajarro referencias Gentle Giant que desembocan en algo parecido a Moraz / Bruford, pero en eléctrico. La flauta engrasa con eficacia, gracia, salero y alegría infecciosa.
Otro tema para oir desde la oficina de Philip Marlowe, con la luz nocturna del intermitente neón, es "Prelude" (3'19). Miles Davis hizo mucho por el prog rock, amigüitos.
Finalmente "Along Our Way" (4'27) nos devuelve la ilusión por vivir (bien), con un portento de exposición canterburyana feliz, técnica, inspirada, bien hecha, inteligente, audaz, lanzada y prog que te cagas.
Esto es pasarlo bien y olvidarse del mundo y sus miserias.
Una genuina masterpiece olvidada, que me da más fe para seguir escarbando en éstas vetustas ruinas arqueológicas de los 70, llenas de inacabables tesoros. Como éste.
J.J. IGLESIAS
Temas
A1 A Thought Away 9:12
A2 The Whisper Heard Above The Roar 3:44
A3 Alpha And Omega 7:28
B1 Destiny 4:23
B2 Listen To Me 5:47
B3 Prelude 3:19
B4 Along Our Way 4:27
Nota: si te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en
que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias
Cojonudo!!!!
ResponderEliminarGracias, majo!
ResponderEliminar