A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello. Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...
Qué pocos son los románticos que hayan querido preservar la llama del heavy metal puro, ese que surgiera en los primeros 80. Aquél movimiento "plurinacional", que tomaba esencias de todo aparecido en la recién fallecida década setentera. Desarrollando una nueva forma de entender el rock duro. Salió de Inglaterra y se le conoce como New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM). Y lo demás es historia. Hoy es un género en sí mismo. Pero lo que pudiera parecer a priori fácil y no muy complicado de recrear, se convierte en un peliagudo asunto si a fidelidad de sonido y procederes instrumentales nos referimos. No cualquier banda actual consigue sonar a aquello. Y menos aún que sea creíble, fidedigno, ágil, de calidad superlativa. Witchtower son ese grupo.
Y no vienen de Manchester ni Birmingham, que lo hacen desde Jaén. Desde comienzos de ésta década, Víctor M. De La Chica (voz solista y guitarra) tuvo una visión : crear una auténtica formación NWOBHM. Sin colorantes ni conservantes. Junto a Miguel Ortega (guitarra), Juan Carlos Sánchez (bajo) y Edu (batería ) forman hoy la banda. Que cuentan con el debut-EP "Return to the Witche's Castle" (2013) y "Witchtower" (2014) como inmejorable presentación hacia unos esquemas sinceros, reales y vividos / sufridos desde lo más profundo. Dos piezas que merecerían también, por derecho, su artículo propio.
Así llega en 2016 "Hammer of Witches", intentando mantener el alto nivel de lo ya grabado. Y la verdad, el grupo sigue subiendo como la gaseosa agitada. Esto hay que oírlo para creerlo.
La inicial "Salem Witch Trials" nos lleva directamente a los cutres e ilusionantes clubs metal de la Inglaterra de la "Dama de Hierro", y me estoy refiriendo a la arpía política, no a los otros. Esos luego. Garitos donde la música de fondo eran singles, demos o los más afortunados, EPs o álbumes independientes. Pinchados por Tommy Vance en el "Friday Rock Show" de la BBC los viernes por la noche, ( un servidor conseguía el contacto con mucho esfuerzo, a través de la onda larga, llena de interferencias marcianas, qué tiempos). O por el gurú de la movida, Neal Kay. Witchtower suenan tan bien (o mejor) que aquellos grupos. Ángel Witch, Persian Risk, Diamond Head.....mucho antes de que vinieran Metallica a "descubrir la rueda".....para pincharla.
"Fast Broomsticks" lleva el boogie hard de Spider, Dedringer o Starfighters en sus venas. El ejercicio retro no suena para nada forzado. Es tan natural como su frontman, un tio con aspecto de salir del Marquee en 1980 después de ver y sudar a unos desconocidos chavales llamados Iron Maiden. Una marcada influencia de la banda es la primera época, los dos primeros discos con Di'Anno. Y en "Better Run" tenemos un buen exponente. La voz de Víctor es segura, agresiva si procede y llena de matices. Las guitarras se complementan con inquebrantable solidez, y la sección de ritmo es sencillamente increíble. Cambios inesperados y la sorpresa a la vuelta de la esquina, son marca registrada aquí. Como cuando Maiden auguraban en su día la explosión del metal-prog, (no, no fue cosa de Dream Theater, por más que me gusten).
"Spiritual Love" es en ese sentido, un claro homenaje a los Rush de mediados 70. Material épico lleno de imaginación, acústicas zeppelinas y sabor a clásico instantáneo. Éste tema me encanta.
Ya a mitad de disco, "November of 1786" trata de contarnos cosas distintas, bajo un fresco arrope instrumental que a Steve Harris le encantaría. También a los Priest del "British Steel". "Darkest Hour" tiene la incontinente urgencia casi punk de las bandas primigenias ochenteras. "Black Cauldron" rezuma elegancia Sabbath, acogiendo lo más atípico de su sonido.
Y finalmente "Acid Witch (Forever Buen in Hell)", que viene encadenada a la anterior, desarrolla pasajes progresivos de intensa carga emocional. En un instrumental maidenesco inteligente y cinemático.
"Hammer of Witches" es la máquina del tiempo NWOBHM mejor construida en los últimos 30 años. Y Witchtower son lo mejor que le ha pasado al maltrecho "heavy nacional" en décadas. Y esto lo digo sin tener que meditarlo demasiado. Enormes, éstas brujas.
J.J. IGLESIAS
Temas
1. Salem Witch Trials
2. Fast Broomsticks
3. Better Run
4. Spiritual Love
5. November of 1786
6. Darkest Hour
7. Black Cauldron
8. Acid Witch (Forever Burn in Hell)
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