Taj Farrant – Chapter One (2024)

Más conocido como el supremo teclista de los progresivos húngaros, Omega, Laszlo Benkŏ desarrolló una pequeña carrera en solitario, con una media docena de álbumes de corte electrónico. Éstos fueron los dos primeros, que originariamente deberían haber salido como un doble. Pero por cosas de la disquera, (Start era propiedad del estado, poca broma), fue troceado y editado en dos partes. Muy posteriormente, salió ya como doble.
Benkŏ venía muy influenciado por los grandes wizards del teclado de los 70. Aunque sus incursiones solitarias tienden hacia el kraut más amable, a veces casi synth-pop y la space age sixties de pioneros de bata blanca.
No iba mal equipado para la ocasión: Roland SH-1000, Roland Júpiter 4, Korg Polisix, Korg Mono/Poly, Yamaha CS70M, MiniMoog, ARP Omni, piano y.....una Roland drum-computer usada más de lo que hubiera sido deseable. Eran aquellos días.....
"Atlantis" entra en territorio melódico synth-pop de onda Kraftwerk, y está compuesto con mucha pretensión de single.
"Babel" tiene un feel berlinés, como Tangerine Dream en aquel tiempo. Ya sabes, todo ya compuesto y degerido para las nuevas generaciones. Alejado de experimentos gaseosos y más centrado en el tema. Otra óptica, para nada floja. Ni mejor ni peor. Distinta manera de abordar el género. Cortas duraciones y líneas instantáneas. A mí me vale igualmente.
Más experimental de entrada se muestra "Cirkusz", aunque pronto desarrolla melodía más propia de la space age de los años 60. Cosa que adoro. Su aparente inocencia naif la convierte en adictiva.
Sin silencio, entra "Drakula", casi de tono humorístico, con el cachondeo propio de un Rick Wakeman.
Más estilo Jarre me suena "Energía", aunque para una Vuelta Ciclista tampoco hubiera ido desentonada. Por ahí va la cosa.
Se aprecia para "Fata Morgana", guitarras acústicas y sensual voz soul de chica cantarina......Sin acreditar. En éstos países, eso estaba a la orden del día.
Cara B iniciada con "Guernica", curioso que un húngaro se acuerde de aquello. De nuevo Kraftwerk del "Autobahn" sería una comparación posible. Bonita pieza, de construcción simple, efectiva y minimalista. Bien adornada y con batería electrónica bien utilizada. Una de las mejores.
"Hazard" anda cerca de la Yellow Magic Orchestra. Sin más pretensión.
"Impromptu" va entre Vangelis y Tomita, sin olvidar la space age de vetusto calado, muy del gusto de Benkŏ.
Oficio secuencial berlinés para "Jaguar" de aspiración comercial y excelente gancho radiable.
"Kanon" finaliza éste primer volumen con prog-electronica revestida de un abrigo, que en IC, (Innovative Communication, sello de Klaus Schulze), hubiera tenido el reconfortante calor de estar en el sitio adecuado.
Dos años tuvieron que pasar para ver editado "Lexikon II". Seguramente el hombre estaría ya a otras cosas, como es lógico. Para éste segundo, adereza el equipo con un PPG Wave y un Emulator, y se nota.
La textura de "Légió" es de un visible "futurismo 80s". En general transita por parecidos parámetros al volumen 1. Igual hasta mejor. Sigue gustando de caminar por la cuerda floja de la comercialidad, revestida por un visible halo de calidad que lo hace disfrutable y respetable. Son discos recomendados para coleccionistas locos electrónicos (yo mismo). Quizá no indispensables, pero sí curiosos y poseedores de un valor diferente en cuanto a percepción musical. Siempre distinta desde el Telón de Acero.
Sorprenden, que no es poco. Y eso hoy en día, vale oro.
J.J. IGLESIAS
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