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EL PROGRESIVO DEL SIGLO XXI -1: Cyan - Magenta

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 A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello.  Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...

IAMTHEMORNING discografía (primera parte) (RUSSIAN PROG)

Con este poético nombre “yo soy la mañana” nos llega este dúo de estudiantes de música del conservatorio de San Petersburgo y responden a los nombres de la cantante Marjana Semkina y el pianista clásico Gleb Kolyadin. 


Suena la etiqueta “prog de cámara” nuevamente lo cual me alegra porque vamos asistiendo a una nueva rama del progresivo que no está emparentada ni con el rock in oposición, ni con el rock vanguardista y mucho menos con las clásicas etiquetas de siempre. Puede que con el tiempo y no quiero fastidiar la fiesta, esto se convierta en un género snob o acabe siendo una new age prog alternativa absorbida por algún mecenas mainstream caradura. Sinceramente espero que esta forma delicada de hacer música no sea mancillada en el futuro. Ya dije en otras ocasiones que los inicios de toda esta forma sofisticada de chamber prog sinfónico se encuentra en algunas bandas japonesas como Asturias. Cinema, Magdalena, Theta o Pageant y por supuesto en los suecos Isildurs Bane. El gusto estético por lo impresionista, lo modernista, el art nouveau o las belle epòques imaginarias se mezclan en la paleta musical de esta corriente que de manera clara se va alejando de toda estética rock para reivindicar los perfumes más profundos y las raíces de las músicas más bellas y sofisticadas. Yo como declarado “raveliano” y amante de sublimes mariconadas sonoras, no puede hacerme más feliz de que una parte minoritaria de la música actual parta de estos derroteros. 

Desde las portadas de sus discos, hasta su imagen personal, están inteligentemente pensadas para que un oyente muy concreto se fije en ellos. Algunos dirán que hay algo de “indie” o “alternativo” o “post” lo que sea, en esa inmaculada puesta en escena. A estas alturas es posible toda ramificación, aunque lo alternativo y sus aledaños de marca blanca están más asociados con la “dejadez, rebeldía y provocación low cost” y este no es el caso. La puesta en escena de esta pareja de rusos está estudiada hasta el mínimo detalle: estética romántica más propia de la era victoriana que cualquier otra cosa. Portadas  absolutamente delicadas y sugerentes e imagen como salida del palacio de invierno en la época Romanov. Refinamiento al límite y alejamiento total de toda estética relacionada con el rock.


“Iamthemorning” aparece en 2012 con composiciones de Semkina y  Kolyadin en un mano a mano y siete colaboradores más que se reparten guitarras eléctricas, acústicas, bajo, drums, marimba, vibes, glockenspiel,, shaker, violín, viola y cello. Por supuesto todos ellos con estudios en música clásica. Ni que decir tiene que si no os gusta lo antiguo o alguien odia de alguna manera todo lo que huela a clásico y académico que no siga y desde luego rockeros pesados abstenerse por completo. Su álbum debut contiene 16 cortes llevados principalmente por un piano y capas y capas de voz femenina. Tiene toda la pinta de un álbum concepto por sus apartados o como dicen ellos intermisiones. Pueden recordarte a veces a otras bandas refinadas de folk célticas con voces femeninas, pero generalmente lo clásico gana enteros y es fácilmente detallista en cada nota y pasaje a lo largo de cada composición. Conforme lo escuches te resultará cada vez más adictivo y sobre todo a quiénes sigan la estela de cantantes como Kate Bush, la Haslam o Tori Amos les va a encantar. El virtuosismo de Kolyadin al piano solo puede encontrarse en manos de Wakemans y de allí para arriba. 

Entramos pues en niveles solo para músicos de verdad. Aunque el piano es el instrumento principal el trío de cuerda le da una calidad, un enriquecimiento y una precisión total cada vez que la composición los requiere. La suave sección rítmica por su parte une todo el entramado orquestal en los momentos álgidos y en los cambios precisos. La música a veces parece de cristal puro en un armonioso viaje que combina bloques instrumentales clásicos de una finura y limpieza sorprendente. Todo es pura ensoñación, puro placer sinfónico, magia sonora. Para ser su primer trabajo resulta una total obra maestra.
Alberto Torró






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