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EL PROGRESIVO DEL SIGLO XXI -1: Cyan - Magenta

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 A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello.  Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...

Rock Workshop – The Very Last Time (1971)

 El nombre del grupo es acertado, se puede decir que "Taller de rock" encierra con bastante exactitud el espíritu y la atmósfera, que se respira en la banda. Música diversa que se mueve en parámetros similares, pero con aspectos y matices heterogéneos que la convierten en una mezcla difícil de descifrar. Composiciones muy puras y de raíz profunda que muestran la verdadera cara del grupo, sin aditivos, sensaciones internas convertidas en ritmos, dejan entrever que son producto de la inspiración y que fluyen directas, a veces, sin un final premeditado terminan de forma abrupta, sin esperar la cadencia que recomienda el método musical. El mensaje es: 'somos un grupo de músicos que hacemos lo que nos apetece, lo que surge cuando estamos juntos, sin descartes, sin filtros.



Ray Russell es líder en el seno de la formación, guitarra que tras salir del proyecto entrará a formar parte de MOUSE con quienes publicaría un gran disco, Lady killer, del que espero poder hablar más adelante. Compositor y productor que además realizaría la banda sonora de gran cantidad de programas de TV. Antes de The very last time, ya había abandonado filas Alex Harvey, que colaboró casi anecdóticamente en el primero de los 2 únicos Lp's lanzados por el grupo, para fundar la ALEX HARVEY BAND donde alcanzará mayores cotas de reconocimiento. Con respecto al resto de miembros es importante decir que simultáneamente realizaron trabajos con JACK BRUCE o KEEF HARTLEY, por destacar algunos.

Los chicos del taller fueron considerados siempre dentro de la órbita de bandas como BLOOD, SWEAT AND TEARS y CHICAGO TRANSIT AUTHORITY. El sello discográfico de los primeros intentó ficharlos, pero el combo se negó a estar a su servicio, no querían caer en la tentación de convertir su sonido en algo más comercial, tal vez por ese afán de independencia no llegaron a triunfar como era debido y su vida terminó siendo corta.


El álbum es un cocktail de ideas diferentes encauzadas a través del soul y el jazz principalmente, con una importancia notable para los instrumentos de viento que trabajan tanto en estribillos y melodía como en los arreglos, junto a un intenso piano que colabora con acciones ligadas a metodología del blues y a veces con incisivos picados que coinciden con la onda y el ambiente de SPIRIT OF JOHN MORGAN. La línea del bajo tiene el mando, el poder de generar el ritmo al que se van a sumar el resto, todo un motor diesel que bombea sin prisa pero sin pausa, marcando un tiempo acrecentado por la batería. La voz, se muestra desgarrada, negra es su performance, está compuesta por un dúo que trabaja alternando, una masculina y la otra femenina, en un diálogo constante de replica y contestación que lo hace ágil y atractivo. La guitarra de Ray es una caja de sorpresas, mostrando todo tipo de registros, trabajando distintas disciplinas, funky en forgotten how to live, jazz en I think it's.... , hard en Ella banta dum bundy, blues y psicodelia en Street war......todo un repertorio que nos da una idea bastante fiel de la gran capacidad del guitarrista.

Los metales suplantan en cierta forma a los teclados (el órgano se llega a dejar escuchar en un corte ocasionalmente), a la hora de hacer cobertura en las melodías de las jams, composiciones muy libres, con gran aportación de inspiración e improvisación atacando todo tipo de disciplinas, blues, rock, jazz, soul, pinceladas de progresivo (light is light) siempre desde una óptica free en la que los instrumentos se acoplan, se mimetizan sobre la estela descrita por el líder del momento, sabiendo cómo se empieza pero casi nunca como se acaba, los temas surgen, se extienden, se reconstruyen, giran, en una evolución casi constante en la que se respira la libertad y la creatividad a la que no se pone límite.

El último corte es el que da título al álbum, es el más elaborado sin duda, con más melodía que cualquiera de los demás, concretiza la música con una estructura clara. La que más producción comprende, con efectos que no hallaríamos más atrás. Es una pieza trabajada de principio a fin que deja patente la labor en estudio más preparada de todas. Su atmósfera es accesible desde el inicio, soul entremezclado con un progresivo más marcado que en otras ocasiones.



Pone punto final a la grabación lo que parece un bebe de pocos meses que llora, podríamos entenderlo como la consolidación de la "criatura", pero en realidad supuso su muerte como proyecto musical.

Juan Carlos Rustarazo




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