A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello. Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...
Sintetista francés ciego a causa de una negligencia médica en la incubadora, éste músico cuenta con muchas más colaboraciones que discos propios, que no llegan a la media docena. Ilustres nombres han contado con Rykiel en sus trabajos, como Salif Keita, Didier Malherbe, Leonard Cohen, Youssou N'Dour, Jon Hassell, Jacques Higelin, François Cahen, Cyrille Verdeaux.....Pero aún más resaltable es verlo en los créditos del "Open" de Steve Hillage, el "Friends of Mr. Cairo" de Jon & Vangelis o "New Jerusalem" de Tim Blake. Precisamente con éste ya había editado una cassette en 1979 titulada "Waterfalls in Space". Concluimos pues, que Rykiel es un grande del sintetismo francés de los finales 70, cuando ése país cogió el testigo electrónico - experimental de Alemania.
Su debut homónimo en 1982 no incluye grandes desarrollos temporales, (excepto donde se indica). Pero su segunda cara es una sucesión encadenada de temas, con un probable hilo conductor temático. El comienzo con "Fair Light", - título con intencionalidad al aparato de moda -, es un magnífico corte cuasi-jazzistico, que bien podría ir firmado por Patrick Moraz o Josef Zawinul. Incluye guitarra y bajo, y casi parece un outtake del "DS Al Coda" de National Health. Melodía del medievo en clave electrónica para la breve "Occitan Rock", de sabor evidente a Wakeman y alegre contexto "happy" estilo Oldfield. Electric piano y un tímido rhythm-computer (menos mal!), inicia "Tao". Un tranquilo paseo mental por relajantes senderos melódicos. Con una voz adecuada sería un buen exponente WestCoast soft rock. La analogía de la década anterior todavía suena exuberante al comienzo de "Step by Step" (6'50), pieza de sonoridad Eddie Jobson, y que con una banda de ése calibre, podría ser repertorio de UK, y hasta de Genesis por ésas fechas. Rykiel compone muy inclinado al symphonic-prog 70s, a pesar de que eso era ya para esos días, una sacrilega herejía. Da gusto escuchar su elección de sonidos, así como su pleno convencimiento melódico hacia el estilo referido. Un valiente que apostaba por el buen gusto frente al resto de imbéciles juntaletras y abrazafraudes del momento. "End of a Party" vuelve a esencias Weather Report, Deodato, Tom Coster o el Herbie Hancock más jazz rock funk. Bonitos arreglos y pinceladas teclísticas con el símil trasladado a guitarra de un Jeff Beck.
A continuación segunda cara, (la primera se pasa en un suspiro), con "Mind is Moving" y un estilo casi smooth jazz, o un instrumental de Stevie Wonder. Vuelve a recordarme a Patrick Moraz, porque aunque entra fácil y es para todos públicos, su elegancia en ejecución y composición va pareja con el suizo. Ésta se encadena a "Miles Around" (5'40), donde los fraseos Miles Davis son de clara admiración y homenaje al maestro. Soleando bajo un loop secuencial que formaba parte del final, en el tema anterior. "Interface" son unos segundos de Fairlight al modo Wendy Carlos, que enlazan (como toda la cara), con "Welcome". Ambiente festivo afro de sabor "Black Market", y hasta a los momentos más cálidos y mediterráneos de Kitflus en Pegasus. Unas percusiones salvajes de Santi Arisa hubieran ofrecido aquí una gloriosa intervención. En vez de eso, echa mano de una cajita rítmica de la que como digo, no abusa en absoluto. Apenas para producir algo similar a unos platos llevando el ritmo. Intuitivo y sabio, el Rykiel. Esto nos lleva a "Another Peaceful Fight", que es otra gominola sintética deliciosa, entre Jobson y Banks, con una irreprochable ejecución del francés. Y con ésos sinfonísmos de amplias vistas y cielo azul, prosigue "Wrong, Try Again!" (Tony Banks del "A Curious Feeling"), y una breve coda-remake del "Mind is Moving".
Espléndido y reluciente trabajo teclistico, que no tendría continuación hasta 1991 con "Nunc Music (Quiet Days in Tokyo)". Y el tercero ya entra en el nuevo siglo, espaciando cada vez más sus escasos discos. Un huidizo teclista a considerar, sin duda.
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