A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello. Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...
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NEMO - Doin' Nuthin' (1974 / AGAVE)
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Francia en los 70 fue un hervidero de música arriesgada y vanguardista. El kraut alemán tuvo su búnker en el país galo, además de su tropel de bandas progresivas de todo pelaje, con Ange y Magma como líderes del pelotón. Éstos últimos también crearon su propio estilo, el Zeuhl, por entonces un fenómeno de ámbito local, pero que con el devenir de los años se convertirá en género propio. Paralelo al RIO, del que también darán buena cuenta los franceses. Yo creo que lo surrealista, sinsentido y dadaista, va muy unido a la forma de ser del francés. Sólo hay que ver su filmografía y los buenos resultados que ha dado en éste tema. Me gusta, el humor francés, al que accedí de crío empapándome con las desternillantes aventuras de Astérix.
Nemo fue una de ésas muchas formaciones que tan sólo tuvieron cierta repercusión en círculos intelectuales de progres universitarios.....los de la resaca del kilombo del 68. Un colectivo formado por músicos de prestigio como Albert Marcoeur (saxo, clarinete), Françoise Breant (piano eléctrico, órgano, voz) o Marc Perru (batería, vibrafono, guitarra). Al que completan Pascal Arroyo (bajo, piano, órgano, voz), Clement Bailly (batería) y Emmanuel Lacordaire (batería, guitarra). Siendo apoyados puntualmente por las trompetas de Arthur Young y Ronnie James, responsable del arte de portada. Producía Jose Bartel.
El disco da inicio con la breve "Black Art", Rhodes en alegre dominio y feel entre Canterbury y jazz rock funk a la Nucleus, cantado con ironía y cierto sarcasmo. "Doin' Nuthin'" confirma lo que se intuía al primer golpe de oído. Que a Nemo le encanta el Zappa del "One Size Fits All" o "Apostrophe", con escapadas de vibráfono a la Ruth Underwood y guitarras de fino calado, funk inteligente y jazz rock de irreprochable técnica con aderezo de percusión matemática. El tema más largo es "Manutension" (6'28), con sus fugas RIO en inestable melódica secundada por progresivo de alto nivel y el omnisciente espíritu del gurú Zappa. Una guitarra de aromas Allan Holdsworth exige una explicación al contestòn bajo y un órgano hiperactivo trata de escapar al cerco percusivo en constante bilocación. "Bouleau Bleu" es un bonito instrumental jazz rockero de parecidos con Brand X , Soft Machine y el "señor Z".
Cambio de cara y el cachondeo y ganas de reírse de todo (de sí mismos primero), sale a flote en "Suzy Chong Song". Otro funky con mobiliario jazz prog listo para su disfrute, que en "Sheik Yerbouti" o "Joe's Garage" estaría en su zona de confort. Un tremendo bajo a la Jaco entra en "Baron Samedi", y ahora Nemo visitan territorios próximos a Happy the Man / The Muffins, de innegable atractivo progger. Suculento manjar para todos públicos.
"Try and Be Yourself" vuelve a la socarroneria inteligente, que tanto parece gustarles, y tan bien saben hacer. Los teclados se alían con la sección de viento, guiados por el liderazgo rítmico. ...y esto es como conducir a un rebaño de elefantes por una estrecha senda, con un precipicio al lado de eterna caída libre. Alucinógeno y casi Gong.
Lo bueno se hace corto, pero en los 70 lo era más . Así que ésta es la última, "The Waving Theme", en otra bonita ensoñación zappera de líricos sinfo-resultados, que nos deja con una sonrisa y ganas de volverlo a poner.
No tengo constancia de que hubiera continuación a éste álbum, aunque sus integrantes siguieron con sus carreras. Excelente bocado para zappáfilos y a colocar al lado de Forgas, Cos, Pazop, Potemkine, Mosaiques, Axis o el propio Albert Marcoeur. Nemo fueron por cinco minutos otra pequeña "franquicia" gala del tito Zappa y derivados, y no lo hicieron nada mal, por cierto.
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