Entrada destacada

EL PROGRESIVO DEL SIGLO XXI -1: Cyan - Magenta

Imagen
 A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello.  Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...

CHARLIE MARIANO - Helen 12 Trees (1976/MPS)

 A veces los árboles no nos dejan ver el bosque. Los enfermos irremediables buscadores de bellezas sonoras, nos pegamos la vida indagando sobre bandas finlandesas o noruegas de impronunciables nombres. Y tenemos cualquier Grial a la vuelta de la esquina. Esto es lo que me pasó  con "Helen 12 Trees", (efectivamente en atractiva portada de Ulrich Eichberger, donde sale la tal Helen y sus 12 árboles). Disco que aquí editara Stop Jazz ya en 1981, gracias al grandísimo J. C. Cifuentes. Pero que era un típico producto de mitad 70s. 



El saxofonista, flauta y otros vientos raros, Charlie Mariano, se había labrado una justa respetabilidad acompañando en sus USA, a Stan Kenton, Charles Mingus, Chet Baker, McCoy Tyner o el Modern Jazz Quartet. Pero fue en el viejo continente donde encontró definitivo acomodo dentro de la vanguardia europea jazzistica. Destacando con Eberhard Weber, Embryo, Philip Catherine, Supersister o Pierre Moerlen's Gong. El polaco Zbigniew Seifert  (violín) se había curtido junto a Joachim Kuhn, Jasper van't Hof, Wolfgang Dauner,  Tomasz Stanko u Oregon. Por otro lado tenemos nada menos que a Jan Hammer  (teclados), recién venido de la Mahavishnu Orchestra y pronto para el Jeff Beck Group. Al "cremoso" Jack Bruce en sus experiencias jazzisticas al bajo. A todo un Soft Machine, John Marshall, desmelenado en la batería. Y al reputado percusionista japonés afincado en Holanda, Nippy Noya (Jan Akkerman), completando esta absoluta barbaridad de banda. 

Que con el tema título  ya nos clarifican en 5 mts que lo suyo es puro jazz rock "asoftmachineizado" y de total lujazo. John Marshall sorprende. Se le ve menos acotado y mucho más libre tras su kit. Casi salvaje. No hace ninguna falta guitarra porque Jan Hammer maneja el MiniMoog como una Les Paul en modo hard rock. Menuda forma. Bruce es Bruce. Y con eso lo digo todo. Y Charlie Mariano nos recuerda al roc laietano de Música Urbana o Blay Tritono. Que te cagas, vamos. "Parvati's Dance" (7'32) tiende hacia la espiritualidad hindú,  así que la Maha-vestida/desnuda-vishnu, está más que presente. Lo prog, eso que hacía rasgarse las vestiduras a los puristas, está en un primer plano todo el rato. Así que todos aquellos pesaos se quedaron en bolas. 

Un pequeño dúo de flauta y violín,  "Sleep, My Love" (2'51)  pone otro bello condimento al guiso. El único tema que no pertenece a Charlie Mariano es "Thorn of a White Rose" (4'30), cosa de Jan Hammer. Espectáculo Rhodes y saxo en ritmos endiablados y violín libertino a la Jerry Goodman. Pon a éste último  en Nucleus y te lo imaginas enseguida. Para el lado B abren con "Neverglades Pixie"(7'10), una maravilla más, que rebosa composición fecunda y jazz prog pura sangre. Del que nunca pasa de moda. El violín es metido por wah wah mientras el MiniMoog hace diabluras a la Kitflus. Noya no deja un hueco libre, está en todas partes, el tío.  Qué banda más extraordinaria! Otro dúo,  ahora de saxo soprano y piano acústico es "Charlotte" (6'33), precioso, coltraniano y sentimental momento.



Finalizando con "Avoid the Year of the Monkey" (5'30), en otro prodigio jazz rock magnífico.  Que irremediablemente vuelve a recordar lo mejor del progresivo jazzistico catalán hecho por ésas mismas fechas. Esto huele a Zeleste! Una probable retroalimentación de músicos,  en un tiempo sonoro donde simplemente, todo era delicioso.

J.J. IGLESIAS 


 

Comentarios