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PAT MARTINO QUARTET - Undeniable (LIVE AT BLUES ALLEY) (2011)

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  El Blues Alley es el club de jazz mas antiguo de los Estados Unidos. Situado en en el barrio de Georgetown de Washington, DC. Abrió sus puertas en 1965. Con una capacidad de tan solo 125 personas, por su escenario han pasados los músicos mas renombrados del jazz. Hoy nos volveremos a sumergir en su denso ambiente de la mano de Pat Martino. Pat Martino ( Patrick Carmen Azzara) nace en 1944 en Filadelfia, Pensilvania. Comienza a estudiar guitarra de la mano del profesor y guitarrista  Dennis Sandole, mentor de John  John Coltrane. Con quince años deja la escuela para dedicarse profesionalmente a la música trasladándose a New York. En la gran manzana vive con Les Paul y actúa de forma asidua en el  Smalls Paradise. En 1964 ficha con Prestige Records y publica su primera grabación "El Hombre" (1967). En 1976 comienza a sufrir los primeros dolores de cabeza que desembocarían en un grave aneurisma cerebral en 1980. La cirugía le hace perder casi todos los ...

QUAD - Quad (1997/ Acme)

 En 1990 el mundo psicodélico experimental, en su pequeño pero fuerte búnker,  se convulsionó con la salida del debut de Sundial, "Other Way Out". Algo que todos los amantes del género  (sí,  los había! ), estaban esperando. Se convirtió en un Grial reeditado numerosas veces. Al frente estaba Gary Ramon,  un guitarrista, voz y ocasional teclado loco por un tiempo inolvidable. Que ya trataba de revivir con su anterior intento, The Modern Art. Sundial siguió alegrando la escena UK underground psych de aquella década  (muy fecunda) con "Reflector" (1992), "Libertine" (1993), "Return Journey" (1994) o "Acid Yantra" (1996). 



En el spin-off Quad,  Gary Ramon se nos pone kraut galore pregonando una mística profunda desde ensoñaciones astrales y bilocaciones lisérgicas de pura devoción. Originalmente se editaron 500 píldoras vinílicas  absolutamente transparentes, incluida funda. Ahora será muy normal, pero no en los días de los cenizos grunges.

El álbum lo hizo a ratos sueltos entre 1993 y 1997 él sólo. Acompañándose de guitarras, Vox  Continental órgano, batería,  tablas, sitar,  moog, bajo, stylophone, vibrafono, pedales e inventos varios. Una experiencia menos ácida  que Sundial, pero de indudables y lógicos desarrollos psicodélicos, decididamente  más teutones. "Temple" (16'00) con sus grillos y grabaciones de campo, sitar en delay,  tablas y electrónica en repetitivo bucle, ofrecía un perfecto marco explorador de oriental mantra y obligado recuerdo hacia Embryo o Popol Vuh. Cuando la guitarra eléctrica hace su aparición, el homenaje a Gilmour o Gottsching es rotundo. Y hasta esperado. Recuerda, son los 90 y eso es nadar contracorriente. Algo siempre necesario. Gary Ramon consigue un efecto de banda nada fácil en sus circunstancias, y uno se transporta a Pompeya sin esfuerzo alguno. Con puesta de sol y silueta de melenudo enloqueciendo con un gong gigante. Música ya visitada dos décadas antes, pero valiente para aquellos días que ya profetizaban la sequía creativa del siglo XXI y su boom revivalista. El bastión underground cósmico estaba de celebración.  

Sin silencios, "Projection" (8'25) se adentra sin prejuicios en los primeros Ash Ra Tempel, y consigue ésa misma sensación  marginal de escape terrenal necesario. Drogas opcionales, no necesarias. El trance psico lo domina todo, y hasta una frippiana y subliminal guitarra, aporta acidez junto a un vetusto y polvoriento órgano macabro. A Jess Franco le hubiera encantado. El viaje kosmische de "Revisitation Mantra" (23'00) en la segunda cara, consigue entusiasmar al space cadet curtido en aquellas incursiones al hiperespacio de los Cosmic Jokers en los 70. Agujero de gusano que el británico traspasa con convicción y perfectamente tripulado, eludiendo su campo de fuerza estrictamente alemán. 



Existen dos secuelas, "Q" (1998) y "Live" (2004) que también son destacables. Pero "Quad" es ya un pequeño clásico. 

J.J. IGLESIAS



Comentarios

  1. No sabes cómo celebro esta entrada siendo, como soy, un fan a muerte de Sun Dial. No hace mucho escuché de nuevo su "Other Way Out", ¡Qué gran disco!, que sentimientos a flor de piel, la mejor psicodelia inglesa moderna. Retazos imbatibles del "Siddartha" en un ambiente pub de Earls Court.
    Tomo cumplidísima cuenta de esta obra del gran Gary Ramon.
    Saludos,

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