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EL PROGRESIVO DEL SIGLO XXI -1: Cyan - Magenta

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 A día de hoy al igual que otras muchas cosas, está tan desvirtuado todo que creo conveniente aportar algo de luz, para que los tipos de estilos progresivos y sus alegres etiquetas caprichosas no se mezclen entre el exceso de propuestas que aparecen y que además la gente más joven no se pierda constantemente en un mar de confusión. Dando por hecho que por un milagro de la sensibilidad y la sensatez opte por escuchar una música que tenga unas directrices muy concretas. Todo ello con el fin de que se aclare algo y diferencie lo que es una banda de “rock” y lo que es una banda “prog”. Las líneas están hoy tan desdibujadas y con tanta especia artificial para disimular el sabor que la confusión es fácil tenerla si te estás iniciando en ello y desde luego la información y las múltiples etiquetas que ponen a cada producto no ayuda a ello.  Naturalmente no todo lo que entra por los oídos tiene el mismo efecto en la gente que escucha música. En los años sesenta-setenta y aunque esto pu...

NICOLAS SCHÖFFER - Hommage Á Bartok (1979 / Hungaroton)

 Hoy traemos el único disco de un....escultor! Pero no un escultor cualquiera. El franco-húngaro Nicolas Schöffer está considerado el padre del arte cibernético. Sus esculturas dinámicas autómatas funcionaban mediante un sistema de sensores, que reaccionaban a los movimientos del espectador. Una nueva forma de interactividad en el arte había nacido. Una idea original de los cubo-futuristas y solidificada por el Constructivismo ruso. Alcanzar una cuarta dimensión mediante el tiempo y el movimiento. 



La primera escultura cibernética de Schöffer fue el CYSP1 (1956), y está considerada la primera en su género en la Historia del Arte. Se presentó en una actuación con la compañía de danza de Maurice Bejart, (el de "Messe Pour Le Temps Present", con Pierre Henry). CYSP1 interactuaba con los bailarines  en el techo de la Cité Radieuse (creada por Le Corbusier). Ésta performance contó además con la música concreta del citado Pierre Henry. "Hommage Á Bartok" no es que tenga mucha similitud con el también húngaro,  compositor contemporáneo.  Schöffer exprime un órgano  (o ésa es mi apreciación), y se desenvuelve en momentos experimentales. Todo lo electrónicamente posible. Y para mi sorpresa, lo consigue. Puede que ésta música de su creación,  fuera pensada y utilizada para sus exposiciones de "esculto-bots", con toda probabilidad. Y éso conecta con el espíritu primigenio del kraut, el cual comenzó en galerías de arte. 

El comienzo con "Chronosonor 1-2" (10'12) me interesa más en sus sonidos imperceptibles y fugaces, que en su línea visible claramente,  - o así me lo parece-, improvisada. Conecta con Terry Riley o LaMonte Young, y hasta podría incluirse en el movimiento Fluxus. Minimalismo en prototipo que adquiere interés según se desarrolla. "Chronosonor 3" (9'53) sigue la misma línea, aunque ahora juega también con las tonalidades, rajando, distorsionando y modulando ondas y tonos cual esculturas sonoras desde los Laboratorios Philips de Hungría. La impresión resultante es añeja, mucho más antigua que de 1979. En cualquier caso,  resulta altamente retro-futurista y acorde con el objetivo escultórico del autor. 

En la cara B continúa el "Chronosonor 4-5" (11'30), con ataques de "fuzz electrónico" perfectos como fondo de lectura de una novela de Philip K. Dick o Isaac Asimov, ("I Robot" sería la propuesta adecuada en éste caso). Música abstracta, sin concesiones, dura y difícil  (o no, dependiendo de tu nivel de aceptación hacia éstas artes), pero con inspiración de tiempo y espacio muy concreto. No encontrarás una copia barata de éste álbum,  a no ser que tengas un golpe de suerte. Alberga un interés histórico,  por tratarse de semejante figura en el arte. Cómo hubiera sonado un disco electrónico hecho por Gaudí? Quizá similar? Nunca vulgar o previsible. Como en este  caso. Finaliza con "Percussonor 1-2" (8"48) y la improvisación se lleva a extremos que rozan la locura Dadá. Duchamp estaría encantado. Y yo también.  El objetivo del arte en cualquiera de sus manifestaciones debe ser la reacción / pensamiento del observador-oyente.



Unos lo veneraran, y  otros querrán asesinarlo. Todo es válido. Y Schöffer consiguió su propósito. 

JJ IGLESIAS



Temas
A1 Chronosonor 1–2 00:00
A2 Chronosonor 3 10:08

B1 Chronosonor 5 19:56
B2   Percussonor 1–2 31: 22






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